TENERIFE, TU ME EVOCAS TANTAS COSAS…
Josefa Falcón Abreu
Hoy le toca a mi isla ser comentada y elogiada por mí. Tenerife es la
isla en la que nací, donde vivo y donde quiero seguir viviendo siempre. Como
todo buen canario siente por su isla yo también siento por la mía de manera
especial, quererlas las quiero a todas porque quererlas a todas es querer a
Canarias, pero a esta es a la que más añoro cuando estoy lejos, cuando dejo de
ver a nuestro Teide, ese que siempre veo al levantar la vista desde este pueblo
norteño, La Guancha
que bajo él yace plácidamente. Cuando le miro desde aquí, desde lo alto del
Cerro Gordo, se le ve tan cerca y tan grande que pareciera que alargando la
mano se pudiera tocar, es un lugar único para ver al gigante con el inmenso Monte
Frío que, como una enorme alfombra verde, se extiende a sus pies. Tenerife, al
igual
que el resto de las islas, tiene su propio encanto: espléndidos valles, enormes
acantilados, pueblos pintorescos, ciudades como La Laguna y La Orotava que enamoran desde
la primera visita, Garachico y su Roque… También enclavado en su suelo la
belleza del Drago Milenario y arriba, rodeando a nuestro Padre Echeyde, Las
Cañadas. Cada rincón de ese lugar es digno de ser visitado, por eso cada vez
que voy allí siempre encuentro algo diferente que admirar. Tenerife, Achined
para nuestros antepasados los guanches, Achined también nos gusta seguir
llamando a esta isla y entre nosotros los canarios solemos hacerlo. La isla de
los Menceyes, tierra de guanches, mi tierra, mi isla:
ISLA DE TENERIFE
Tenerife,
tú me evocas tantas cosas…
decirte tanto yo quiero…
se me agolpan las palabras,
sentimientos y deseos,
se me agolpan en el alma,
en mi mente y en mi pecho.
Tenerife, isla querida,
juro que cuando estoy lejos
y no te veo isla mía,
es tan grande mi nostalgia,
tristeza y melancolía
que por ver tus horizontes
yo no sé lo que daría.
Por mirar tu mar azul,
tus verdes montes, tus valles,
por perderme en tus pueblitos
paseando por sus calles.
Y disfrutar tus romerías,
con el timple y la guitarra,
cantando una alegre isa,
tocando con la parranda.
Beber tus vinos sabrosos,
los que me alegran el alma,
los de Icod, de Tacoronte,
de La
Orotava, La Guancha,
los de Güimar, Vilaflor,
La
Victoria y La Matanza.
Y levantar altos los ojos
para contemplar al Teide,
esa montaña gigante,
majestuosa, arrogante,
señorial y dominante,
nuestro viejo “Padre Echeyde”.
El que se viste de blanco,
el que guarda fuego y lava
y al que rodean violetas,
tajinastes y retamas.
Extasiarme de belleza
contemplando Las Cañadas,
llenar mis pulmones de aire
para exhalarlo al mirar
el Valle de la Orotava
y decir con un suspiro:
Ay, Tenerife querido,
¿Cómo podría olvidarte
si eres la joya más bella?
¿Cómo no iba a extrañarte? (Josefa Falcón)…Buen día
amigos…
Julio de 2013.
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