martes, 23 de julio de 2013

DIARIO DE UN EMIGRANTE CLANDSTINO





PROLOGO
Nota de urgencia
Este libro: Diario de un emigrante clandestino, circuló —haciendo honor a su título — casi clandestinamente, en 1984, por los pasillos de la Universidad de La Laguna: dos cuader­nillos impresos de manera artesanal —¡a máquina! —, editado por don Jorge Luis Sosa Campos, que se vendían de mano en mano. Asilo conseguí. Y cual no fue la sorpresa al encontrar­me con uno de los testimonios más singulares y valiosos de la emigración —y no exagero — de todos los tiempos: el diario de un emigrante clandestino, don José Ana San Blas Lorenzo, a Venezuela; su autor nació —casi — con el siglo, 1903, en el pueblo palmero de Barlovento, primero había estado en Cuba, luego —con 47 años —, en Venezuela, a bordo delDelfina Noya, donde permanece más de un año; y, finalmente, recala otra vez en la Perla de las Antillas, donde fallece en 1957.
El diario fue escrito en 1950, y narra la aventura del citado velero Delfina Noya que partió clandestinamente des­de Canarias a Venezuela con 231 personas a bordo. Se inicia —el «i Viaje suicida!» — el 12 de mayo de 1950. ¿ Qué mueve a don José Ana San Blas Lorenzo a escribir el Diario? Así res­ponde su autor, taxista de profesión: «Quiero hacer constar, que mi finalidad no tiene propósitos lucrativos; y que sólo es hecho para que sea guardado como recuerdo familiar. Esto no quiere decir, que no esté a disposición de mis amigos, y de cuantas personas quieran».
Tras leer, de «un tirón», el Diario inmediatamente me puse en contacto con el artífice de la publicación: don Ricardo García Luis, a quién le planteamos la posibilidad de editarlo, con más medios y para un público más amplio, a través del Aula de Cultura del Excmo. Cabildo Insular de Tenerife. Pro­ponerlo y aprobarse fue una. Mi reconocimiento, pues, más sincero al valioso equipo de compañeros del Cabildo y de modo muy especial al entonces Presidente de la Comisión de Cultu­ra, Dr. don Alfredo Mederos, en el que sólo he encontrado fa­cilidades en la etapa en que estuve modestamente asesorán­dole. El resultado es el libro que tiene el lector en sus manos. Espero que disfrute con él. Seguro, porque: «Esto no es un libro. Quien lo toca, está tocando a un hombre» (Walt Whitman). A don José Ana San Blas Lorenzo. Paradigma del emigrante isleño de ayer y hoy. ¡Cómo admiramos a estos canarios con alas!
JULIO HERNÁNDEZ
PROFESOR DE HISTORIA DE AMÉRICA
DE LA UNIVERSIDAD DE LA LAGUNA

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