PRÓLOGO
La tradición oral es la acción transmisora de la
historia a través de la palabra del hombre
desde la más remota antigüedad. Vansina1 entiende por tradición oral
todos los testimonios orales concernientes al pasado que se han ido transmitiendo de boca en boca y recomienda se realicen otros estudios teóricos que
consistan en el tratamiento realmente científico de fuentes orales.
No pretendemos alcanzar esa meta en estas breves
palabras introductorias a un trabajo importante
dentro de lo que consideramos un
aporte a la tradición oral del pueblo cubano.
El estudio que hace el Dr. Jan Vansina de las
tradiciones orales de algunos grupos de
contemporáneos primitivos no es en su
totalidad aplicable al pueblo cubano, que se ha podido valer de conocimientos adquiridos directamente o también
por tradición oral como es el estudio de
la décima espinela, utilizada como instrumento
de comunicación, y de los temas a desarrollar en la misma como contenido directo.
Los pueblos latinoamericanos adoptaron el uso de la
décima espinela casi de inmediato de
popularizarse en España. La recibieron a
través de las obras de teatro de autores de los Siglos de Oro. Fue utilizada primero por poetas cultos
-españoles o criollos-, pero ya a principios del siglo XVIII era del dominio popular, se aplicaba por los poetas del pueblo en diferentes usos.
Comenzaron a diferenciarse como décimas "a lo
humano" y "a lo divino" como
dos amplias categorías donde se agrupaban narraciones históricas relativas a la vida y milagros de los santos,
rogativas y loas, cantos de difuntos, etc., y los temas relativos al ciclo de vida material y espiritual del
hombre, abarcando todos los asuntos que pudieran narrarse con un contenido
lírico, dramático o humorístico.
Uno de los aspectos que consideramos más valiosos en
la tradición oral de la décima es la
improvisación. Para ella el cantor poeta ha
tenido que capacitarse en las fórmulas de construcción de una espinela y acumular en su memoria miles de palabras que le permitan una rima fácil, inmediata, con
lógica y belleza poéticas en los versos.
El estudio de estas reglas preceptivas se realizó en
ocasiones mediante la tradición oral,
en el caso de poetas populares analfabetos o muy
jóvenes. Recordamos el Programa Infantil de Colorín en el que Fortún del Sol adiestraba niños como improvisadores y cantadores de punto cubano. Se
manejaban también pequeños epítomes de
gramática y preceptiva literaria, lecturas de historias, dramas y obras de
teatro clásico que luego se decían en
décimas aplicando las fórmulas tradicionales.
La décima en la tradición cantada adquiere una forma
fija en la que el contenido y la forma poseen un valor
estético para la cultura cubana en cuyo pueblo
productores y receptores la mantienen
vigente en los sectores donde es transmitida.
Cuando se cantan décimas como instrumento comunicante -en una canturía, en una transmisión de la radio
o la televisión-, la décima debe responder a aquellos
requerimientos estéticos. Por estos valores
estéticos, precisamente, se mantienen
vigentes en la tradición. Los poetas emisores son especialistas, se someten a leyes también tradicionales en
su estructura y expresión. El contenido estará acorde con la situación concreta
en que se expresen sentimientos
subjetivos, personales o des-[…]
1.
VANSINA, Jan, 1966. La Tradición Oral. Nueva Colección. Editorial Labor
S.A. Barcelona.
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