sábado, 13 de julio de 2013

SANTA CRUZ A LA SOMBRA DE ANAGA







Prólogo
Este libro recoge una muy pequeña muestra del trabajo perio­dístico y de investigación histórica de Juan Antonio Padrón Albor­noz.
En sus páginas encontramos un puerto y una ciudad anclados en un instante dulce, en el instante de los recuerdos de un enamorado de Santa Cruz, de su mar y de sus barcos.
La poesía fluye de su pluma para pintar deliciosamente cada rincón de la ciudad que le vio nacer, de su isla y de sus islas.
El puerto vive en su prosa de una forma especial que, siempre repleta de detalles minuciosos, da muestra permanente de la vo­cación frustrada del autor: la de ser marino.
Nació Padrón Albornoz en Santa Cruz, en un edificio de la plaza de la Iglesia, el 14 de octubre de 1928. Problemas de salud le llevaron un tiempo a la Cuesta, para luego instalarse la familia en el Toscal; concretamente en una casa de dos pisos situada frente a «la muralla» de La Marina.
Estudió el Bachillerato en el Instituto de Santa Cruz y Derecho en La Laguna, hasta que la prematura muerte de su padre le obligó a abandonar y comenzar a trabajar.
Simultaneando los estudios con el trabajo terminó Magisterio, y comenzó a dar clases en el Colegio Cervantes del barrio de La Salud.
Va casado y con descendencia pensó emigrar a Venezuela, planes que no se cumplieron por no llegar la ansiada «llamada» de los familiares residentes en el país hermano.
Durante algunos años, con la colaboración de su esposa Gladys, montó y dirigió una pequeña escuela en el barrio del Cabo, en el que dejó la impronta de su bondad y buen hacer. En estos años, difíciles, ya colaboraba asiduamente en el periódico «La Tarde», que tan bien dirigía don Víctor Zurita.
Don Ernesto Salcedo le dio la oportunidad de trabajar en «El Día», empresa que no abandonaría hasta su jubilación.
Estudió Periodismo en La Laguna y, posteriormente, impartió clases en la misma Facultad.
También colaboró en Radio Nacional de España, concretamente para sus emisiones de Radio Exterior, y para la «Hoja del Lunes» de Santa Cruz.
En 1964 obtuvo su primer premio periodístico, el «Leoncio Rodríguez», por un trabajo de investigación sobre los avatares de los navios que formaban la escuadra de Nelson en su ataque a la capital tinerfeña.
Su continuada labor sobre el mar y los barcos le hicieron merecedor de tres premios nacionales «Virgen del Carmen» en los años 68, 71 y 74; del también de ámbito nacional premio «Elcano» de periodismo y del «Rumeu de Armas» de investigación histórica.
Durante su etapa de Concejal del Ayuntamiento de Santa Cruz llevó nombres marineros a nuestras calles y, desde las páginas de su entrañable «El Día», colaboró eficazmente en la cuestación popular para la adquisición de un velero para la Escuela de Náutica de Tenerife.
En 1975 se resolvió favorablemente el expediente iniciado por la Comandancia de Marina de Tenerife para que Padrón Albornoz obtuviera la Cruz al Mérito Naval de Primera Clase y, en 1982, la Corporación Municipal de Santa Cruz le condecoró con la Medalla de Oro de la Ciudad. […]

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