INTRODUCCIÓN
Nuestra cocina canaria es y ha
sido mucho más rica de
lo que muchos creemos. Lo que ha sucedido es que con el empobrecimiento de las Islas en tiempos pasados,
la mayoría de la gente casi se
limitaba a comer de lo que cosechaba. Y, de ahí el
olvido de tantas buenas recetas que anteriormente
poseían en gran parte de los hogares canarios.
Desde que publiqué mi anterior libro «Costumbres, tradiciones y remedios medicinales canarios»,
poseo gran parte de estas recetas,
que de la forma más sencilla posible,
expongo aquí, para que aquellas personas jóvenes, que aún tienen que aprender a hacer comida, las
entiendan sin dificultades. Eso sí,
me he adaptado a emplear el mismo
lenguaje con que me explicaban, tan pacientes y amables, no sólo amas, de casa, sino también hombres muy aficionados a la cocina. Pues no piensen que
la cocina es cosa de mujeres, ya
que la mayoría de los cocineros en
hoteles y restaurantes son hombres. En resumen, la cocina es un arte.
Es posible que se haya quedado
algún ingrediente sin poner
en la receta, pero recuerde que aunque, lógicamente, los ingredientes sean iguales hay diferencias no
sólo de una isla a
otra, sino entre diferentes zonas.
Recomiendo la lectura del resumen
«sobre alimentación y salud» que se expone al
final de este libro. Mi única intención es
dar una guía práctica y esencial acerca de los aspectos alimenticios más
importantes para poder disfrutar de una mejor salud y prolongar la
vida.
Como no he deseado extenderme
mucho con las recetas- de
este libro, expongo a continuación algunas consideraciones acerca de ciertos apartados:
Si desea hacer la comida lo más
rápido posible, por cuestiones
laborales, o de tiempo, puede prescindir de las salsas y simplemente asar, hornear o freír la carne
o pescado, como más le guste. Con sal solamente o con un ma-jadito como se exponen en muchas
recetas de este libro. Un
bistec asado o frito se puede acompañar con una buena ensalada y algunas verduras que se puedan
cocinar, casi al
tiempo que se hace la carne.
Con los caldos y potajes que se
exponen aquí podrá adquirir
suficiente conocimiento para darles el punto que usted desee, sustituyendo o añadiendo algunos
ingredientes. Pues si
en vez de berros usamos jaramugos, el caldo ya no es de berros, pero el resto de los
ingredientes no varía.
Referente a las «papas» hay que
decir que ese es el verdadero
nombre, y no «patatas», aunque usted vea ese nombre en el diccionario.
El lingüista e investigador Dr. D.
Juan Régulo Pérez, de reconocido prestigio, afirma y confirma documental-mente que el nombre de «patata» lo
tomaron por confusión de
«batata», que sí es correcto. Por ello, sigamos con nuestras papas en Canarias.
Y con el cochino sucede que
últimamente se le está llamando
«cerdo», pero siempre se le ha llamado «cochino». «Una matazón de cochino», «carne de cochino
salada», etc. Entonces pedir un bistec de cochino.
Como podrá comprobar, en algunas
recetas se usa el nombre de
«vilana» o «milana» indistintamente, pues su variación depende de diferentes islas o zonas.
Referente a los ingredientes hay que aclarar que cuando lea «cucharada», significa «sopera» y para
cuchar adita, «pequeña». Asimismo
hay que aclarar que una puntita de
canela no es en rama, sino con la punta de un cuchillo o de una cucharita.
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