martes, 9 de julio de 2013

COCINA CANARIA TIPICA, PRÁCTICA, POSTRES Y LICORES





INTRODUCCIÓN
Nuestra cocina canaria es y ha sido mucho más rica de lo que muchos creemos. Lo que ha sucedido es que con el empobrecimiento de las Islas en tiempos pasados, la mayoría de la gente casi se limitaba a comer de lo que co­sechaba. Y, de ahí el olvido de tantas buenas recetas que anteriormente poseían en gran parte de los hogares cana­rios.
Desde que publiqué mi anterior libro «Costumbres, tradiciones y remedios medicinales canarios», poseo gran parte de estas recetas, que de la forma más sencilla posi­ble, expongo aquí, para que aquellas personas jóvenes, que aún tienen que aprender a hacer comida, las entien­dan sin dificultades. Eso sí, me he adaptado a emplear el mismo lenguaje con que me explicaban, tan pacientes y amables, no sólo amas, de casa, sino también hombres muy aficionados a la cocina. Pues no piensen que la coci­na es cosa de mujeres, ya que la mayoría de los cocineros en hoteles y restaurantes son hombres. En resumen, la co­cina es un arte.
Es posible que se haya quedado algún ingrediente sin poner en la receta, pero recuerde que aunque, lógicamen­te, los ingredientes sean iguales hay diferencias no sólo de una isla a otra, sino entre diferentes zonas.
Recomiendo la lectura del resumen «sobre alimenta­ción y salud» que se expone al final de este libro. Mi úni­ca intención es dar una guía práctica y esencial acerca de los aspectos alimenticios más importantes para poder dis­frutar de una mejor salud y prolongar la vida.
Como no he deseado extenderme mucho con las re­cetas- de este libro, expongo a continuación algunas consi­deraciones acerca de ciertos apartados:
Si desea hacer la comida lo más rápido posible, por cuestiones laborales, o de tiempo, puede prescindir de las salsas y simplemente asar, hornear o freír la carne o pes­cado, como más le guste. Con sal solamente o con un ma-jadito como se exponen en muchas recetas de este libro. Un bistec asado o frito se puede acompañar con una bue­na ensalada y algunas verduras que se puedan cocinar, casi al tiempo que se hace la carne.
Con los caldos y potajes que se exponen aquí podrá adquirir suficiente conocimiento para darles el punto que usted desee, sustituyendo o añadiendo algunos ingredien­tes. Pues si en vez de berros usamos jaramugos, el caldo ya no es de berros, pero el resto de los ingredientes no va­ría.
Referente a las «papas» hay que decir que ese es el verdadero nombre, y no «patatas», aunque usted vea ese nombre en el diccionario.
El lingüista e investigador Dr. D. Juan Régulo Pérez, de reconocido prestigio, afirma y confirma documental-mente que el nombre de «patata» lo tomaron por confu­sión de «batata», que sí es correcto. Por ello, sigamos con nuestras papas en Canarias.
Y con el cochino sucede que últimamente se le está llamando «cerdo», pero siempre se le ha llamado «cochi­no». «Una matazón de cochino», «carne de cochino sala­da», etc. Entonces pedir un bistec de cochino.
Como podrá comprobar, en algunas recetas se usa el nombre de «vilana» o «milana» indistintamente, pues su variación depende de diferentes islas o zonas.
Referente a los ingredientes hay que aclarar que cuando lea «cucharada», significa «sopera» y para cu­char adita, «pequeña». Asimismo hay que aclarar que una puntita de canela no es en rama, sino con la punta de un cuchillo o de una cucharita.

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