jueves, 20 de noviembre de 2014

AMANECE QUE NO ES POCO…





Josefa Falcón Abreu

Amanece un día más tranquilo que el de ayer si bien el cielo está lleno de nubes....Ayer llovió ¡y cómo! Vimos fotos espectaculares de barrancos y cascadas pero esa fotos nos hicieron pensar en toda esa agua que iba a perderse ¡que pena! El agua de lluvia corre por nuestros barrancos hacia el mar y mientras algunas balsas, como la de las Tierras de Mesa, en San Juan de la Rambla, están totalmente vacías. Sabemos la necesidad que nuestra tierra tiene de ella,que sin agua no hay agricultura y nos preguntamos que hace el Cabildo de esta isla mirando hacia otro lado, es su competencia y las balsas tienen que estar llenas de agua y no de promesas, toda esa agua, ese bien común necesario para que haya vida, tendría que estar en esas balsas y no perdiéndose en el mar, agua el mar ya tiene, son nuestros campos quienes la necesitan y la están pidiendo a gritos, de esa agua dependemos todos....Si se han hecho las balsas y no se ha procurado que el agua de lluvia vaya a parar a ellas mal asunto…los barrancos se llevan la mayor parte de esa agua y a las balsas llega muy poca cantidad si la comparamos con la que hace falta para los campos, al final vemos lo que ahora, las balsas vacías desde hace tiempo, solo nos falta que el invierno sea seco como auguran algunos, canalizar la mayor cantidad de agua posible hacia esas balsas es lo tienen que hacer los responsables de todo esto. Los campos necesitan agua, las balsas se han hecho para depositar en ellas el agua de lluvia y de las galerías, yo creo que cuando se hace una inversión de esa envergadura tendrían que hacerlo debidamente porque si pones la balsa y no los medios para llenarla es como el que tiene tos y se rasca las orejas.... Han empezado las lluvias, seguirá lloviendo y nos dolerá, una vez más, ver como se pierde sin remedio toda el agua que los barrancos se llevan al mar. Nuestra agricultura va muriendo poco a poco, da tristeza ver zonas que antes resplandecían de verdor ahora llenas de maleza. Cada vez que llueve escucho decir a la gente del campo: “Están cayendo millones”…y sí, porque no solo se refieren al agua que cae sino a lo que gracias a ella la tierra nos puede dar y es tanto…Tifawin amigos…

Noviembre de 2014.

domingo, 9 de noviembre de 2014

Y NACIÓ UNA FLOR GUERRERA




Josefa Falcón Abreu

Aquel nueve de noviembre
nacía una bella flor,
bella por dentro y por fuera,
guerrera de corazón.
Una guerrera que lucha
con una gran ilusión
para lograr algún día
liberar nuestra nación.
Esa lucha que apoyamos
los que amamos a esa flor
y a esta tierra bendita,
una lucha por amor,
que no usa la violencia,
solo usa la razón.
Contigo, a quien tanto admiro,
contigo quiero decir
gritando a los cuatro vientos:
¡¡¡Kanaria Tilellit!!!
(Para mi amiga del alma Dacil Tilellit en este día tan especial, de Pepi…O Fefilla…jajaja, te quiero tañat…) ¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOSSSSSSSS!!! BESITOS........
Noviembre de 2014.



La leyenda de El Drago Milenario


Josefa Falcón Abreu

Una tarde en la remota antigüedad, cierto navegante mercader llegaba de las costas mediterráneas en busca de sangre de Drago producto muy en boga y de gran importancia en la elaboración de ciertas preparaciones de la farmacopea, y desembarcó por la playa de San Marcos, de Icod de los Vinos para llevar a efecto su lucrativo propósito. Estando ya en la playa sorprendió allí a unas infantas o damas de esta tierra, que conforme al rito tradicional se bañaban solas en el mar aquella tarde veraniega. El intruso navegante las persiguió, logrando apoderarse de una de ellas. Esta trató astutamente de conquistar el corazón del extraño viajero para lograr huir, y con signos de consideración y amistad le ofreció algunos hermosos frutos de la tierra. Para aquel navegante que venía detrás de la sangre del Drago, y traía metido en la imaginación y en el alma el mito helénico de las Hespérides, los frutos que aquella dama de esta tierra le ofreciera, pudieron muy bien parecerle las manzanas del mítico jardín. Mientras él comía gustosamente desprevenido, la bella aborigen saltó ágil al otro lado del barranco, y velozmente huyó hacia el bosquecillo cercano escondiéndose tras la arboleda. El viajero sorprendido en principio trató de perseguirla de cerca, pero vio con sorpresa que algo se interponía en su camino, que un árbol extraño movía sus hojas como dagas infinitas, y que el tronco parecido al cuerpo de una serpiente se agitaba con el viento marino y entre sus tentáculos se ocultaba la bella doncella guanche. El navegante lanzó un dardo que llevaba en sus manos, contra lo que a él se le figuró un monstruo, con gran miedo y asombro y al quedarse clavado en el tronco, del extremo de la jabalina empezó a gotear sangre líquida del Drago. Confuso y atemorizado el hombre huyó laderas abajo, se metió en su pequeña barca y se alejó de la costa; porque iba pensando en su corazón, que había sorprendido en el jardín a una de las Hespérides a la que salió a defender el mítico Dragón...

Noviembre de 2014.

lunes, 3 de noviembre de 2014

En la caverna de un Drago (Leyenda guanche)


Para mi entrañable amigo
Cándido Hernández Rodríguez
(F. Raimundo), portuense que vale
 I
Drago
Parece ser que en Tamaide, vivían dos encantadoras princesas las que nacieron con cabellos de oro y a los que el Magec les llego  a temer.
Ramagua y Dacila tenían por nombres las tales princesas de los cabellos de oro, hadas envidiadas a quienes su madre amaba con frenesí.
En aquellos cabellos, Hañagua, trenzas tejía de noche y día, adornándolos con finos collarcillos de conchas marinas muy graciosamente combinados. ¡Cuan enamorada estaba la reina, de los cabellos de oro de sus hijas!
A Hañagua, se le había transtornado el juicio; ella no pensaba sino en tejar las trenzas de noche, y trenzas de día, muchas trenzas a Ramagua y a su Dacila…
Hañagua cantaba y gritaba a solas: ¿Cabellos de oro? ¡Oh! me enamoran…¡Ramagua !¡Dacila….
Nuestras trenzas son del Alcorahán… en  luz, en días, una pupila… A tamaña grandeza e maravilla tan sin igual todo el pueblo taorino le ponderaba. Los cabellos de oro, eran la fecunda inspiración de los vardos y las mayores y encantadoras maguas de las púdicas sacerdotizas, prisioneras en el Alfalibor.  Por los cabellos de oro, hubo en Taoro algaradas serias, muchas y ruidosas disputas y algunos torneos fuera del Tagoror.
Por la dicha de obtener las trenzas de las princesas, dieron fin a sus días gallardos  mancebos…,
¡Ramagua.! ¡Dacila….!
vuestros cabellos de oro me enamoran…
son luz y días de una pupila
que del Alcórahan atezoran.
 II
El padre de aquellas deidades, lo era el mencey y señor del valle, el dueño del Jardín de Arautapala donde el viento había plantado «El árbol de la sangre» También era el propietario del palacio de Tamaide en el que moraban las princesillas, su esposa Hañagua y un gran número de cortesanos.
Este mencey, vivía para la patria y solamente se esforzaba en proporcionar el bien a sus  súbditos, sin detenerse ni preocuparse en admirar, de los pedazos de su corazón, los entrenzados cabellos de oro, los fulgentes cabellos, que el Magec mismo les temía a aquellos dorados hilos, que trastornaron el cerebro de Hañagua tan locamente; en fin, las trenzas bellas  y alabadas incesantemente en la jurisdicción de su poderío terrenal.
Y la leyenda conservada entre los campesinos del pago de Heija nos habla lo propio que la de Chichirá:
«Junto al jardín del mencey
años mil y en tiempo añejo,
para enseñarnos la ley
el viento en él, plantó un drago.
A este árbol, «Centinela
y guardador de secretos»,
los guanches, con gran cautela,
le ofrecieron sus respetos.
 III
Todas las mañanas al  salir el Magec las princesas paseaban, bordeando el anden del verde barranco de Pinito o bien a la diestra, en el otro llamado fuanábana, por donde se extendía la asequia vieja de los guanches.
Las gentes, a su paso, deshojaban flores y cubrían las sendas que las princesas hollaban tenuemente con sus plantas diminutas, ocultas dentro de majos provistos de guaicas, tan albos como las nieves del Echeyde…
 Y sigue la leyenda higalense:
«Un día, el rey de Taoro
(él padre de dos princesas
con los Cabellos de oro)
ordenó del drago quitar cortezas,
Por el guanaben agorero,
en aquel árbol se abrió
una caverna, ¡agujero,
donde a las princesas metió!
IV
Ya la madre de las princesas había dejado de existir; las trenzas desordenadas un tanto, yacían sueltas, cubriendo las espaldas en señal de luto.
En esta linda postura, aquellas deidades poseedoras de los codiciados cabellos, se mostraban más interesantes.
Cierto día de Abril, con asombro de la corte, y por haberse dado cuenta el mencey, se presentó apresurado en la estancia real, el agorero Guañabén (llamado por S. M.) a quien fue consultada la manera de hacer variar de color los cabello» de las princesillas.
El viejo pronosticador y sabio alquimista meditó, y luego, alegremente, dijo al monarca:
—¿V. M. estáis solo?
—Si, si Guañabén—repuso el dueño absoluto de vidas y haciendas.
—Pues… abrid en el tronco del anciano drago de vuestro jardín, una gran concavidad, y luego… luego, presto, mandad a las princesas pernocten dentro, en su fonda, dos noches con dos días, y al tercero…, si, al tercero, tan pronto el Magec salga, veréis que los cabellos de oro ya habrán variado de color.
Y Guañabén fue despedido, y el mencey, retirado en su estancia, determino la forma que mejor creyó se socábase el Árbol  sagrado.
 Con la sabia de este árbol
por goteros muy constantes
se pintaron de arrebol
las trenzas de oro—ondulantes
y así pudo el rey Benchomo
confundir a los causantes
de motines, y con aplomo
conjurar las apremiantes.
 V
Vemos ya que el tronco del grueso drago fue socabado, y que las princesas dentro de él se encerraron silenciosamente. Fueron tapiadas en la caverna de las transformaciones milagrosas…
Guañabén permaneció de vela todo el tiempo que duró el cautiverio de las hadas sobre la plana laja que como Ara sostenía el árbol legendario.
El árbol derramaba gotas de sangre, manchando los cabellos de las princesas, durante el plazo que había profetizado el agorero, pero aún faltaba la anciosa salida del astro rey.
Por fin vino la apetecida mañana, más… ¿y el Magec?— ¿el Magec, donde se detenía, que no presentaba su cara al Valle?
La salida del Magec todos los taurinos la anunciaban. Grandes nubarrones negruscos, ocultaban el naciente del “Calentador de las nieves”, del “Monarca de los rayos luminosos”, de aquel que a las fértiles tierras del Valle hacía germinar millares de plantas.
Las aguas del cielo caían a torrentes, cuando opacamente apareció sobre les crestas del cerro Chichimani el Magec tan deseado.
Pronto desapareció y aun creía existiesen de las princesas, los cabellos de oro; aun les temía y por ello se ocultaba el Magec.
Mazas de gente se habían reunido en el jardín del anciano milenario para conocer y adivinar las misteriosas habilidades del agorero.
¡Cuanta sorpresa! ¡Cuanta ingenuidad!
Y la lluvia cesó de caer, y el pueblo rodeó el tronco del árbol; entonces el mencey dirigiose a la caverna, destapió a sus hijas y mostrándoles a aquel. Con las trenzas transformadas en cabelleras sanguinolentas, aterrada, elevo al altísimo chaman ferviente plegaria de arrepentimiento, plegaria sublime. Luego el Magec volvió a calentar las doradas mieses ya en él había desaparecido el temor a los que fueran cabellos de oro, y un rumor lejano que el viento atraía, dio a conocer a los congregados que tristemente lloraban, Ramagua y Dacila, juntas al herido DRAGO DE ARAUTAPALA, que también seguía llorando, seguía desgotando su sabia, su vida paulatinamente, y sin haber un ser que le prestase auxilio, que le consolase.
 EPILOGO
En la caverna de aquel árbol, terminó la envidia de los hombres, suceso que fue contado de generación en generación, para ejemplo y como única apoteosis donde se encierra la moraleja de esta leyenda ejemplar, cuando finaliza el romance trascripto.
 Más… pronto, todo concluyó,
viendo los guanches por suerte,
sabio ejemplo; su rey probó
que “Oro en sangre se convierte”.
El Barón de Imobach

Rambla de Castro, Abril, 1922

Los guerreros Guanches


Los Cichiciquitzos o los guerreros (destinados al manejo de las armas) obedecen a un Sigoñe (jefe militar) y van armados con banot (lanza de madera), con piedras bien pulidas para que sus bordes sean afilados, son verdaderos maestros en el lanzamiento de estos proyectiles, también cuentan con teniques, piedras envueltas en piel y sujetas con correas, que utilizan como peligrosas masas, en sus tácticas de guerra no figuraba la persecución, se consideraba vencido el enemigo si huía y no se perseguía para su exterminación.
Demostraron su fuerza y valor durante las luchas de colonización, sorprendiendo incluso a los militares españoles, en 1494 en Tenerife un grupo de solamente trescientos guerreros guanches de los Tabores de Taoro dirigidos por el Sigoñe Chimenchia Tinguaro se enfrentan a ochocientos soldados bien armados, derrotando y destruyendo a casi todo el ejercito, el pueblo donde se llevo a cabo este enfrentamiento se conoce hoy como La Matanza de Acentejo. Otra de las grandes batallas fue La batalla de las Peñuelas en Tegueste donde participo el mencey Tegueste y el archimencey Zebensui con mil doscientos hombres en contra del ejército español. Se conoce que muchos de los guanches vencidos se precipitaban desde lo alto de las rocas sagradas para no verse reducidos a cautiverio, uno de los hechos mas conocidos fue el de la masacre de Aguere en los acantilados de Anaga donde cuando los españoles tenían cercados a los guerreros guanches y al mencey Behenaro estos se arrojaron al vacío ante la mirada de los españoles, los cuales lo bautizaron como el rey loco.
Durante los años de lucha los 9 menceyatos de Tenerife se dividieron en menceyatos de guerra (Tegueste, Tacaronte, Taoro, Acoden y Daute) y menceyatos de Paz (Anaga, Guimar, Abona y Adeje). En 1496 termino la Conquista de la Isla de Tenerife, fue en Los Realejos donde tuvo lugar la rendición de los valerosos menceyatos de guerra guanches.
http://www.tenerife-guanches.com/sp/guerreros.aspx
Publicado por: Josefa Falcón Abreu
Noviembre de 2014.


sábado, 1 de noviembre de 2014

A PESAR DE TODO SUS ESPIRITUS VITALES CONTINUAN CON NOSOTROS




Josefa Flacón Abreu

Hoy es un día especial para el recuerdo de nuestros seres queridos que ya no están con nosotros, aunque cada día les recordamos hoy lo hacemos de manera especial, es bonito que haya este día dedicado a su memoria, aunque en realidad es mañana el Día de los Difuntos es hoy, día de Todos los Santos, cuando todos visitamos sus tumbas, les ponemos esas flores, esa velita y les dedicamos esa palabras tan especiales en forma de oración demostrándoles cuanto les echamos de menos...Hasta el cielo mando un beso y todo mi cariño a Papá, mamá....y todos mis seres queridos....

Noviembre de 2014.