EL TERCER VIZCONDE DE BUEN PASO
Don Juan Primo de la Guerra y del Hoyo, tercer
vizconde de Buen Paso, nació en La Laguna,
en la bella casa, que bien puede merecer el calificativo de palacio, dentro de
la arquitectura civil insular, que
construyó su padre en la entonces llamada calle del Agua o de las Canales del Agua, que por ella pasaban y hoy titulada de Nava-Grimón, el viernes 9 de junio de 1775;
recibió el bautismo en la parroquia de los
Remedios, hoy catedral de la diócesis
tinerfefia, seis días después, y lo apadrinó su tío paterno, el memorialista don Lope Antonio de la Guerra y Peña1.
Su padre, don Fernando de la Guerra, ocupaba elevada posición en la sociedad isleña: Coronel del Regimiento
de Forasteros desde 1765, uno de los
fundadores y primer censor de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife, primer prior del Real Consulado Marítimo y Terrestre de Canarias
y calificado de «instruido hasta la
filosofía» por el historiador don José de Viera y Clavijo, su contertulio en
las ilustradas reuniones del quinto marqués de
Villanueva del Prado, don Tomás de Nava. Su madre, doña Juana del Hoyo, era hija única del famoso primer vizconde de Buen Paso, bien conocido por su
atrabiliario carácter, volterianas
ideas y chispeantes aventuras, sin duda la personalidad isleña más interesante del siglo de las luces y de la dama gallega doña Teresa Rajó Suárez de Deza. Doña Juana
heredó de su padre, junto con el
marquesado de la Villa de San Andrés y el vizcondado de Buen Paso, buena parte de sus rasgos físicos y de su
ingenio y su casa fue lugar de reunión de una de las tertulias cultas de finales del xvín y comienzos del xrxs.
Don Fernando de la Guerra, que murió cuando su hijo
tenía veinticinco años cumplidos, por lo que bien
pudo influir —o al menos debió
intentarlo— en su educación y manera de ser, era hijo
del doctor en Derecho don Domingo Miguel de la Guerra, colegial y rector en la Universidad de Salamanca,
quien, entre otros importantes cargos,
ejerció el de auditor de la comandancia general de Canarias, y de su primera esposa doña Antonia del Hoyo, hija de los condes de Siete Fuentes, de la que
solo tuvo un hijo, el citado don Fernando.
Muerta doña Antonia, don Domingo Miguel de la Guerra casó de nuevo con doña
Josefa de la Peña Saavedra, de la que tuvo dos
hijos, don Lope Antonio y doña María de los
Remedios de la Guerra y Peña, ambos nacidos en 1738, el primero el 15 de febrero y la segunda el 28 de diciembre3.
Aunque doña Juana del Hoyo, la madre de don Juan
Pruno y doña Antonia del Hoyo, su
abuela paterna, pertenecieran a la misma
familia, hay que remontarse a mediados del siglo xvi para hallarles un abuelo común.
Don Lope Antonio de la Guerra, al igual que su
hermano, destacó en la sociedad lagunera:
fue otro de los fundadores de la Real
Sociedad de Amigos del País de Tenerife, regidor perpetuo de la isla, de los conspicuos asistentes a la
tertulia del marqués de Villanueva del
Prado y es autor de unas interesantes memorias que abarcan del 1760 al 1791.
Don Fernando de la Guerra y doña Juana del Hoyo
tuvieron tres hijos: doña María de los
Remedios, nacida en 1764; doña Teresa, en 1769, y
nuestro biografiado don Juan Primo de la Guerra.
Se educó el autor
del Diario en el ambiente de una familia […]
2 Antonio ruméu de armas, prólogo a La Junta
Suprema de Canarias, .de Buenaventura
Bonnet, La Laguna, 1948, pág. XLVI.
8 Nobiliario de Canarias, ed.
J. Régulo, vol. I, págs. 689-694, en la historia de
la familia de Guerra y en la de la casa del Hoyo, por Andrés de lorenzo-CAcBRES, vol. III, págs. 1002-1016. Fernández de
Béthencourt, que historió a los Guerra, no cita
a doña María de los Remedios de la Guerra y Peña. Para el conocimiento de esta familia, vid. Alejandro cioranescü, Antonio de Viana, Obras, II, Conquista
de Tenerife, ed. del «Aula de Cultura» del Cabildo Insular de Tenerife, 1971, págs. 53-57.
1 Don Lope
dice en sus memorias del 1775: «En viernes 9 de junio, a las once y media, nació un niño de mis hermanos, que es
el primer varón que tienen y fue con
toda felicidad. Adminístresele el santo sacramento del bautismo el 14 del
mismo, a medio día, en la parroquial de los Remedios, por don Juan de Niebla,
beneficiado de dicha iglesia, siendo yo su padrino, y
se le pusieron los nombres de Juan, Primo, Domingo, Cristóval, Miguel, Benito, Francisco de Paula. Fue víspera de Corpus el
día de dicho bautismo.» Memorias, ed. de «El Museo Canario», Las Pahuas, 1955, pág.
75.
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