En la ciudad de Las
Palmas, a tres de marzo de mil novecientos treinta y cuatro, se reunieron los
compañeros que componen las cinco Comisiones o representaciones que han de
integrar el Comité de Frente Único, con el fin de estudiar la Plataforma que
presentan la Juventud
y el y que es la siguiente:
BASES SOBRE LAS QUE
SE CONSTITUYE EN LAS PALMAS EL FRENTE ÚNICO REVOLUCIONARIO POR LAS
ORGANIZACIONES FIRMANTES
Los momentos
decisivos por que atraviesa la revolución española, la ola de terror
desencadenada por los Gobiernos de la República de “trabajadores”, desde los asesinatos
en masa y las deportaciones, hasta la quema de los obreros y los campesinos
vivos sin excluir el encarcelamiento de cerca de 15 mil revolucionarios, el
peligro de una nueva guerra de rapiña y bandidaje en Marruecos o contra
cualquier potencia imperialista a la que pretende arrastrarnos el imperialismo
español, en colaboración con el francés, para intentar a costa de la sangre y
el hambre y la miseria de las masas trabajadoras resolver la crisis económica
cada día más agudizada, que ha socavado los cimientos más firmes de su bestial
régimen capitalista, y la creciente amenaza del fascismo, que se organiza bajo
la paternal benevolencia del gobierno monárquico-republicano de Lerroux-Gil
Robles, la instauración de cuya dictadura fascista será el arma que la gran
burguesía y los terratenientes utilicen para ahogar en sangre la protesta de
las masas y poder arrastrarlas a la guerra, demuestran con claridad meridiana
la necesidad inaplazable de llegar a formar un sólido bloque que se oponga a
tales designios y luche revolucionariamente por la conquista de las necesidades
diarias de las masas oprimidas y explotadas, como medio de reforzar la unidad
de los trabajadores a través de de cuyas batallas serán movilizadas las capas
más atrasadas de la clase obrera y los campesinos, quitando así la base en que
aspira a poyarse el fascismo para implantar su dictadura criminal, y preparemos
a la clase obrera y el campesinaje para las batallas finales por el
derrumbamiento violento del régimen capitalista y la restauración de la
dictadura revolucionaria de los obreros y los campesinos, único poder que
colmará las aspiraciones de los trabajadores y aplastará a la burguesía como
clase dominante, destrozará hasta las raíces de su aparato estatal y apoyándose
en los Consejos (Soviets) de delegados Obreros, Campesinos y Soldados impulsará
la revolución.
Por todo lo expuesto,
y partiendo de la necesidad inmediata del Frente Único Revolucionario, se
procederá rápidamente en todas las fábricas, empresas, talleres, cortijos,
fincas, etc., así como en las barriadas por los parados, a la elección
democrática, por todos los trabajadores, de Comités de Frente Único para
organizar la autodefensa de los obreros y campesinos por la vía de las acciones
determinadas: manifestaciones, huelgas y agitación, con vistas a la preparación
y organización de la huelga general. Las tareas de estos Comités es la de
emprender inmediatamente la lucha por las reivindicaciones siguientes:
Primera.-
Contra toda clase de
despidos.
Por el aumento
general de los salarios en un 25 por ciento.
Por el subsidio a los
parados del 75 por ciento de su jornal con un mínimo de tres pesetas diarias,
pagadas por los patronos, el Estado y los municipios, excepción del pago del
alquiler, luz y agua. Pago del salario semanal íntegro a los parados parciales.
Por la jornada de 7
horas y 40 semanales sin rebaja de salarios.
Por ocho horas de
servicios y tres pesetas de haber para los soldados e igual derechos políticos
y de asociación que los paisanos.
Segunda.-
Abolición absoluta de
toda clase de deudas e impuestos que pesen sobre los obreros industriales y
agrícolas, campesinos pobres, arrendatarios, medianeros, pequeños industriales
y pequeños comerciantes.
Confiscación de los
víveres de los grandes almacenes y distribución entre los necesitados.
Expropiación sin
indemnización de la tierra de los señoríos, latifundios, campesinos ricos y la Iglesia y su distribución
inmediata entre los obreros agrícolas y campesinos pobres.
Tercera.-
Por el desarme y
disolución de la Guardia
civil y de Asalto y la creación de las Milicias Obreras y Campesinas.
Por el desarme y
disolución de todas las organizaciones monárquicas y fascistas.
Por la expulsión de
los jesuitas y la confiscación de todos sus bienes y los de la Iglesia en favor de los
parados.
Cuarto.-
Por la liberación de
los 14 mil presos revolucionarios, por una amplia amnistía de clase.
Por la liberación de
Canarias de la opresión del imperialismo español y el derecho a la
autodeterminación hasta su constitución en estado independiente si tal fuese su
voluntad.
Por la transformación
de la guerra imperialista en guerra civil si a pesar de nuestros esfuerzos
llegase a estallar.
Por la concesión del
voto a todos los mayores de diez y ocho años.
Por la anulación de la Ley de Orden Público, Vagos y
demás leyes represivas y por una amplia libertad de prensa, asociación,
reunión, manifestación y huelga.
En señal de
aprobación y haciéndonos responsables ante todos los trabajadores y la
revolución, firmamos el presente en Las Palmas a tres de marzo de mil
novecientos treinta y cuatro.
Aprobada la Plataforma anterior y
después de tomarse diversos acuerdos relacionados con la campaña de prensa y
mítines (el primero de los cuales se celebrará el próximo domingo día once) se
dio por terminada la reunión, no sin antes haberse señalado la conveniencia de
invitar para la próxima entrevista a una delegación de las Juventudes
Libertarias al objeto de insistir una vez más acerca de ellos y no dar por
rotas las relaciones hasta tanto se hayan agotado cuantas gestiones amistosas
puedan efectuarse para conseguir la unificación de todos los sectores clasistas
en un frente que propugne por la revolución social.
Delegación de la Juventudes Comunistas.
Delegación de las
Juventudes Socialistas.
Delegación de la Federación Provincial
de Sindicatos Obreros de Las Palmas.
Delegación del
Partido Socialista.
Delegación del
Partido Comunista.
(Publicado en Avance el sábado, 10 de marzo de 1934)
[Documento aportado
por el historiador Agustín Millares Cantero]
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