Cuando en la última parte de los años 70 existían en
Estados Unidos y Europa más de 600
Universidades y Centros con cursos dedicados a
la fotografía así como una línea de profesores de su historia, se inician en Tenerife una nueva serie de actividades en torno a 1 a fotografía y para la fotografía,
continuando hasta hoy con el apoyo de
diversas instituciones públicas y privadas a ideas y proyectos, en muchos casos, sustentados por la entrega altruista de diversos colectivos, conformando de este modo un
camino que a pesar de sus vueltas y sus
cambios de sentido, parece consolidar un nuevo status del medio con distintas lecturas.
La aparición del presente libro constituye un paso
más en la dirección arriba apuntada,
yunnuevo aporteala escasa bibliografía existente sobre la historia de la fotografía en Canarias. En sus páginas seposibilita al lector acercarse
alaintroduccióny desarrollo del "oficio y
técnica" que en muchos casos unido a la sensibilidad de laspersonas que lo ejercen, alcanza el nivel de
arte. Nos aproxima a sus andaduras, a
sus modas, y a las relaciones y actitudes generadas en la sociedad que acoge el nuevo invento.
El trabajo de Guillermina Casanova, describe cómo en estos añosla fotografíase define así misma principalmente,
como entidad comercial no exenta de
competencia entre sus profesionales que renuevan ofertas y estilos con la incorporación de nuevos formatos y técnicas atractivas para su clientela. Los
trabajos en sus distintas vertientes, tienen
como pilar fundamental la actividad retratística, proliferando más tarde, trabajos realizados por fotógrafos locales y extranjeros, en forma de álbumes, postales, guías y
libros, destinados a la incipiente industria
turística, haciendo evidente todo ello, la incorp oración de la imagen fotográfica como fuente de la historia.
Antonio Vela
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