domingo, 5 de mayo de 2013

ICOD DE LOS VINOS: HISTORIAS Y TRADICIONES





PROLOGO
Trabajar por reconstruir el pasado es, sin duda, trabajar para fortalecer el futuro.
Cada información social, cada pueblo, consolida el porve­nir en la medida en que resalta, recupera e investiga su propio pasado.
Los estudios de historia local se convirtieron, en los últi­mos años de la década de los setenta, en uno de los centros de interés principal de la historiografía en todo el ámbito del Estado Español. Fue, en aquel contexto histórico, la respuesta en una fase incipiente de asentamiento del Estado de Derecho, fue la respuesta a una importante necesidad de pluralidad en un marco político cambiante, con un enorme esfuerzo para aglutinar objeti­vos y reagrupar fuentes documentales fraccionadas y dispersas.
La investigación sobre la Historia de Canarias ha registra­do avances en los últimos años. Al calor de las líneas de investi­gación impulsadas por las dos Universidades Canarias, y de un sinfín de investigadores/as individuales, se ha ido reconstruyendo los pedazos de nuestro pasado.
Uno de los períodos históricos que mayor atractivo pre­senta para la investigación es el tramo temporal que transcurre entre la mitad del siglo XIX, años en los que, en medio de vaive­nes políticos producidos por la Restauración, se consolida un nuevo modelo económico y social para Canarias, que consagra su papel de encrucijada internacional.

Las páginas que se desgranan a continuación suponen una jugosa aportación cualitativa para la reconstrucción del cuadro histórico de la isla de Tenerife. Quiero hacer mención especial al autor de este libro, José Fernando Díaz Medina. En unos mo­mentos de tránsito de modelo educativo en Canarias, complejos y difíciles, gratifica comprobar la dedicación docente y la inquie­tud investigadora de un profesor del Instituto de Enseñanza Se­cundaria "San Marcos".
Sin duda, un hombre enraizado y comprometido con su pueblo, con la contribución de rescatar su pasado, de conocer paisajes y paisanajes icodenses entre finales del siglo XIX y el inicio de la II República, son retazos del puzzle pasado capaz de recomponer vivencias, estructuras económicas y relaciones so­ciales.
Para el profesorado, para la investigación, para cualquier canaria o canario que quiera degustar las líneas que siguen supo­ne reencontrarnos con un pueblo de Tenerife y de Canarias, pero supone sobre todo afianzar la senda de nuestra identidad a través del conocimiento.
Milagros Luis Brito
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