jueves, 16 de mayo de 2013

LA DANZA DE GUAMASA





INTRODUCCIÓN
Guamasa es una pequeña localidad agrícola situada en el nordeste de la isla de Tenerife, perteneciente al municipio de La Laguna, y que linda con el de Tegueste (véase el mapa ns 1); se trata de una zona bastante llana, que se sitúa en las medianías, entre los 500-600 m de altitud. Dentro del pueblo podemos distinguir varios sectores: la parte central del mismo, Santa Rosa (donde actualmente se ubican el colegio y la iglesia), Tabares, Carimba, El Boquerón, La Cañada, El Majano, Carretera General, La Cruz Chica y La Cordillera.
La abundancia de zonas llanas y fértiles propició el desarrollo de una importante actividad agraria. Ha sido hasta hace apenas unas décadas un pueblo eminentemente agrícola, donde predominaban los cultivos de subsistencia propios de las medianías insulares (papas, cereales, viña, frutales...). Sin embargo, en los últimos años, debido al retroceso generalizado de este sector económico, la población de esta área se ha integrado en gran medida en actividades no primarias, en especial en las ciudades más cercanas, La Laguna y Santa Cruz, pasando a convertirse la agricultura en una dedicación a tiempo parcial. Por otra parte, su atractiva ubicación -a muy escasos kilóme­tros de estos centros urbanos- y su carácter rural, han atraído a las clases altas y medio-altas, procedentes en su mayoría de las urbes, que fijan aquí su residencia definitiva, o bien de carácter secundario, contribuyendo de esta forma a la expansión y crecimiento del pueblo, a la vez que provocan también una importante revalorización del terreno, que está perdiendo con una gran rapidez su antigua dedicación agraria.
Y va a ser precisamente ese cambio que conoce esta comarca -al igual que lo sufre todo el Archipiélago-, el responsable de que gran parte de las viejas tradiciones se hayan ido perdiendo a marchas forzadas. La transformación socioeconómica que se experimenta en nuestras Islas en las últimas décadas, mucho ha influido en la alteración paulatina de costumbres muy arraigadas antaño. Las distrac­ciones antes eran escasas; en la actualidad se han incrementado notablemente (la televisión, el cine, el vídeo, las salas de juego, las discotecas, etc.), resultando mucho más atractivas páralos jóvenes de hoy, que dejan relegados y a veces olvidados por completo los antiguos entretenimientos, los bailes y juegos tradicionales. En el olvido ha quedado también la Danza, que tan sólo es recordada ya por los más viejos del lugar, siendo desconocida para la juventud.
La Danza de Guamasa -conocida también como Danza de las Flores o de los Arcos- surge en un contexto muy diferente del actual, en el que la población campesina era mayoritaria, el trabajo duro y las diversiones escasas. Sus orígenes se remontan a los años treinta del presente siglo, manteniéndose con cierta regularidad hasta la década de los sesenta; con posterioridad, diversos acontecimientos relaciona­dos con lo anteriormente expuesto, hacen que se vaya perdiendo el entusiasmo que había antaño por la misma y que se había transmitido de padres ahijos a lo largo de varias generaciones. Representó durante muchos años una tradición muy querida y respetada por todos. Año tras año, en la celebración de las principales fiestas guamaseras, primero en Santa Rosa de Lima (septiembre) y luego también en la romería de San Isidro (junio), hizo acto de presencia en las mismas, constituyendo siempre uno de los mayores atractivos de los festejos.
Este trabajo pretende rendirle homenaje a esta Danza y en especial, a todos los que, de una u otra forma, la vivieron.
Por otra parte, queremos destacar el hecho de que prácticamente la totalidad de la información que presentamos nos ha sido facilitada por personas del pueblo, la mayoría bailadores de la Danza, a quienes les estamos profundamente agradecidos, ya que sin su colaboración no hubiera sido posible realizar este modesto estudio. En este sentido, hemos de hacer hincapié en la importancia que tienen los testimonios orales, sobre todo de las personas mayores, quienes guardan en su memoria numerosos hechos y relatos que nos servirán para poder reconstruir muy diversas parcelas de nuestra historia y cultura, de las[…]

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