PONGAMOS QUE ESTO SEA UN
PROLOGO
En el principio, el libro que el lector tiene bajo
su vista, fue un trabajo de curso universitario
de quinto de carrera, en la asignatura de Historia de Canarias
que impartimos entonces, con tanta ilusión. Porque, el lector, tanto en el
Instituto como en la
Universidad y sus profesores —no todos, por desgracia—
plantean algunas ideas como Trabajos de Curso, posibles temas de investigación, susceptibles de ser publicados; casi
siempre (por culpa del profesor o del alumno ¿quién sabe?) es arar en
la mar. nuestro Atlántico rotundo y
sonoro, insondable. Otros, los menos, no. Es entonces, sólo entonces, cuando como ese trigo que avenía nuestro sufrido
agricultor germina; cuando esto
sucede, como sucedió con este trabajo, uno se dice a sí mismo, con emoción: me merece la pena ser profesor universitario
(vale decir, impartir docencia e investigación,
a la vez. ¿Queda claro?).
Que uno aprende cuando enseña es una verdad como la
catedral (sic) de Arucas, donde tiene su placenta
el Profesor Doctor D. Gregorio J. Cabrera Déniz; el alumno más inteligente y capaz bien nacido que hemos tenido en
nuestros 20 años de actividad profesional, en exclusiva, universitaria. ¡Cuánto
me enseñó de alumno! ¡Y cuánto me enseña ahora! Especialmente, en esa difícil
asignatura de la amistad, que casi siempre, nos
queda pendiente para septiembre; porque la amistad, canaria-o, es algo más que un libro (de Alberoni).
Con la amistad seguimos (El: Gregorio, y Carmen
Julia, su mujer y también ex-alumna y
amiga; su contrapunto necesario. Sólo me han dado satisfacciones y esa alegría, que tienen de vivir.
Emocionado estoy, pero no voy a escribir la
tontería de que es la pareja perfecta, porque la perfección —dice el clásico—
es un defecto; un defecto que da sus frutos, como Adrián: su primogénito, que cuando la última "Feria del
Libro" de Santa Cruz, todo lo que gana en la Hasta ahora hemos escrito con el corazón y sin
partitura; ahora lo haremos con la
cabeza fría y dejamos la emoción allá arriba, por escrito. Con el alma.
La Laguna en el último cuarto de siglo XK: 1875-1900, tiene estructura de Partenón: sólida; sin grietas.
¿Y su arquitecto? Por su obra le conoceréis:
fecunda e intensa, pese a su juventud; o mejor, gracias a ella. En mis
manos tengo su curriculum científico que le pedí y
no creo que tenga luces para hacer una síntesis.
Egresado, en Geografía e Historia, por la Universidad de La Laguna, en junio de 1984; venció notablemente todas las
asignaturas. También en La Laguna se hizo, bajo nuestra dirección, Doctor en julio
de 1992; Tesis Doctoral a la que a pocos meses se le daría el prestigioso premio de
Investigación Histórica "Viera y
Clavijo".
Es su más importante galardón pero no el único, ni
el último: en 1984, obtiene el
"Elias Serra Rafols" —que es el trabajo que prologamos—; y en 1986, el del "Centro de la Cultura Popular
Canaria". Tres premios como tres soles.
Por otra parte, y por méritos propios, ha sido
siempre becado: por el Cabildo Insular de Gran Canaria; por el Ministerio de
Educación y Ciencia; por la Universidad de La
Laguna (Plan de Formación del Personal Investigador); por la Consejería de la Presidencia del
Gobierno de Canarias, y por la
Fundación Universitaria
de Las Palmas.
Y aparte de todo eso, que tiene su importancia, ha
hecho lo que todo isleño ha de hacer si
quiere ser un canario completo antes de morir: ha volado, en dos
ocasiones, a Cuba, en 1987 y 1989; para investigar en sus archivos y conocerse mejor (igual que yo, que fui en 1977 y
en 1980, y casi en 1986, cuando me
perdí la audiencia con Fidel Castro: otra vez será).
Libros dados a la estampa tiene uno: "Cine y
control social en Canarias" (1990). Su
"opera prima" y no es casualidad que verse sobre el séptimo arte; así como también su primera investigación académica,
su memoria de Licenciatura, en la que
tuve el honor de formar parte del Tribunal que la juzgó con la máxima
calificación académica; dirigida por el Profesor Fernando Gabriel Martín; al que más tarde le canto un punto cubano.
Tiene publicados artículos en las Islas Canarias;
Barcelona; Madrid; entre 1990 y 1992. Suman
seis. Y ha participado entre 1984 a 1993, en Congresos y Coloquios (de Canarias, Madrid y Barcelona) con
ponencias y comunicaciones. Su última
comunicación en La Palma,
marzo de 1993, aún no he tenido ocasión de leerla: "Protaganismo palmero
en la emigración canaria a Cuba, 1831-1931".
Finalmente ha sido un espectador atento en
Congresos, Jornadas y Cursos celebrado en
Canarias, Asturias y Aragón con el siguiente leu motiv: la historia y el arte de Canarias, en particular, y de
España, en general.
alcancía. Es, Carmen Julia y Gregorio, vuestro mejor
libro; porque está encuadernado —diría Fernando Savater— en piel, y porque la
literatura, o la historia, no lo es si no se escribe en la piel. Con amor, que
es lo único —y no las ideas— que mueve al mundo,
que sigue siendo redondo como una naranja). Se mueve ¿o no?.
Yyo, con Ud., me pregunto: ¿De dónde saca tiempo
este hombre? Profesor Agregado de
Instituto para más envidia. Gregorio, y uno miente cuando se calla una verdad, es cinefilo como su maestro
primero: el citado Profesor Doctor D.
Fernando Gabriel Martin, espejo del universitario canario, espejo de impaciencia, humanidad. El mejor, con distancia,
profesor universitario que se nos ha dado a conocer.
Yo, en la distancia, procuro imitarle y presumo,
siempre que puedo, de haber sido
compañero suyo de carrera. Es Fernando Gabriel, tan inteligente, y le quieren tanto sus alumnos, que jamás se lo
perdonarán los mediocres.
Por último, (y volvemos a la estructura que dejamos
abandonada más atrás) mención aparte y
sintética —porque no conviene desvelar al lector los misterios de un libro; a la obra: "La Laguna en el último cuarto
de siglo XIX:
1875-1900".
Lo adelantamos ya, una estructura de Partenón,
teniendo en consideración que es una
primera investigación con distintas fuentes contrastadas.
Tantas, y tantas, cuestiones nos ha sugerido la
lectura atenta de este libro que expresarlas por
escrito —y ya con las pruebas de imprenta corregidas esperándome— no es posible. Me las guardo en mi archivo y diré
solamente, para concluir y que me
satisface cómo el autor ha vertebrado su libro; metodológicamente de recibo. En tres partes: Poder, Economía y Sociedad
(que encierran epígrafes de gran atractivo: la
crisis finisecular Cuba versus España; la administración municipal —origen de la obra—; agricultura y
actividades industriales y demografía y
pobreza). Léalo —usted—lector, y no me lo agradezca. Sí a Gregorio, profesor y
amigo. Compañero.
Fraternalmente
Julio Hernández Islas
Canarias. Primavera de 1993
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