DOS VARAS DE MEDIR, UNA PARA POBRES Y OTRA PARA RICOS
Josefa Falcón Abreu
En estos días hemos vuelto oír hablar de justicia
con cierto descontento, bueno, mejor digamos que de injusticia, hemos vuelto a
comentar lo poco justa que es la justicia con según que “clases sociales”: “La
justicia es igual para todos”, claro que no, así debería ser pero, de eso nada.
Entre las “clases sociales” estamos los que si pagamos nuestra deuda con ella y
muchas veces injustamente, basta con saber que hay
pruebas que nos puedan inculpar y que no tengamos ninguna coartada que
presentar a nuestro favor y ya está, el hecho de ser una persona de clase
obrera influye mucho, es como si eso nos facilitara la condena, otra cosa sería
el ser de clase “alta”, o sea, de élite, entonces la cosa cambia porque, claro,
esas son gente de “buena familia”, de “alta cuna”, no importa si son los peores
sinvergüenzas, nada que un caro abogado no pueda solucionar, eso no es
problema, tiene un apellido ilustre y eso facilita mucho las cosas ¡Y a mí qué
me importan los apellidos ilustres de nadie! Mis apellidos o los de ustedes son
igual de importantes, mi cuna o la de ustedes es igual de alta, mi familia o la
de ustedes es igual de buena, mi condición humana o la ustedes es la misma que
la del resto de las personas sean de la “clase” que sean, mi honestidad o la de
ustedes, eso, es lo que cuenta. El que la hace que la pague, si se es inocente
que se les reconozca esa inocencia y si se es culpable que paguen sus culpas,
si somos iguales ante la justicia que se demuestre, que el dinero no pueda
comprar la inocencia porque, eso, eso no es un objeto, eso es algo que, cuando
ocurre así, daña a uno para beneficiar a otro y eso no es justo justicia. La
dignidad humana es mucho más que un apellido, que una “clase social”, la
dignidad humana es ese respeto y estima que cada uno siente por sí mismo y que
merece que otros también le tengan, no que le arrebaten y, mucho menos, la
justicia…Buen día amigos…
No hay comentarios:
Publicar un comentario