La expansión Atlántica europea iniciada a finales del siglo XV y la
situación geoestratégica del Archipiélago Canario convirtieron a nuestras
islas en una imprescindible plataforma para las
embarcaciones que se dirigían a los continentes americano y africano. Estas
exploraciones cumplían inicialmente ambiciones puramente
coloniales -políticas y económicas- y progresivamente se
incorporaron a sus fines acciones de carácter científico como consecuencia de la exigencia y necesidad de poseer un mayor
conocimiento sobre el Archipiélago.
A lo largo de los siglos XVIII y XIX se
gestaron desde los puertos ingleses y franceses un
gran número de expediciones con una definida orientación
científica. Muchos de esos viajes tenían como primer punto de escala a las
Islas Canarias, consideradas por los
investigadores, naturalistas y viajeros como área atractiva
donde realizar estudios etnográficos, geográficos, geológicos,
botánicos, zoológicos, etc. Este fuerte interés se plasmó en diversos trabajos desarrollados por un elenco de científicos europeos de primera fila entre los que destacan Louis Feuillée, A. Humboldt, Leopoldo de Buch, Ch. Sainte-Claire
Deville, Charles Lyell, Charles P. Smyth, Mauger, Ledru, John
Edward Gray, Thomas Huxley, Philip Barker Webb, S. Berthelot,
R. Verneau, etc.
El
desarrollo de la ciencia médica y su preocupación por la curación de determinadas enfermedades pulmonares, estomacales, etc, centró durante el siglo XIX la atención en la búsqueda de estaciones de salud que presentasen una idoneidad climática en relación a un adecuado tratamiento terapéutico. De este modo, Europa, y muy especialmente Inglaterra, fijaba su punto de mira sobre
Canarias, donde se practicaron diversos estudios estadísticos, climatológicos y atmosféricos, cuyos resultados recomendaban y exaltaban las excelencias curativas del Archipiélago por su benignidad climática y señalaban a La Laguna, La Orotava, el Puerto de la Cruz y Güímar como los principales centros de salud de Tenerife.
La proliferación de esta literatura médica en la última década del XIX fomentó una activa campaña de Canarias en el exterior como estación sanitaria que, además, coincidió con la fase
inicial del despegue turístico del Archipiélago. Estas publicaciones
científicas junto a la aparición de artículos en la prensa insular, nacional y europea relacionados con el ámbito de la salud, desempeñaron indirectamente toda una actividad propagandística por lo que pueden considerarse como antecedente inmediato de los folletos y guías de la incipiente industria terciaria.
Otro cauce de
difusión exterior se realizó a través de los comentarios,
relaciones y publicaciones de libros de viajes (Olivia Stone, Alfred Samler, Elizabeth Murray, etc.) que
motivaron un progresivo interés
fuera de nuestras fronteras y una significativa afluencia de visitantes foráneos. Esta creciente demanda se constata en la elaboración de guías sobre Canarias,
en lengua inglesa, a cargo de
determinados establecimientos tipográficos e impresores insulares, como Vicente Bonnet y José
Benítez, que editaron "The Vale of Laguna. The elysium ofthe
guanches"', "The Vale of Güímar
onte the lee and sunny side ofTeneriffe " y "The only mountain resort in Tenerife.
The Guanche Paradise Laguna".
El
valle de La Laguna: El Elíseo de los Guanches fue
publicado en 1890 y 1893 por una de las imprentas con
mayor tradición insular, establecida por Vicente Bonnet
Isern en 1834, padre del editor. Esta obra recoge
una recopilación y selección de textos extraídos de las
principales obras literarias de viajeros y estudios
médicos (Chapman, Wangüemert, E. Murray, Leclercq, Mitcalfe,
Samler Brown, Wharry, Bassols, Humbolt, Bory de Saint-Vicent,
E. Hart, G. Pérez, Bernard Rowe, Charles Edwardes,
O. Stone, Francis Coleman, Webb, Berthelot, Pegot-Ogien,
Ellerbeck, E. Hart, H. Christ, D'Urville, Lindley Norman,
Henry W. Acland, Spencer Thompson, Eduard Sparks, J.A.
Ross, B.R. Osborne, Chistopher Lake, Richard B. Taylor, J. Henry Bennet, etc.) y artículos periodísticos publicados en diferentes diarios y revistas inglesas (The Times, Pictorial World, Liverpool Mercury, British Medical Journal, ...).
A través de las páginas de este libro se exaltan las características del espacio natural lagunero, sus valores paisajísticos, sus excepcionales condiciones climáticas como estación de salud, descripciones y apuntes sobre su patrimonio histórico-ar-tístico, etnográfico, etc. En suma, muchos y variados son los temas abordados a lo largo de este volumen que nos impiden realizar un detallado comentario, ya que sobrepasaría los estrechos límites fijados para estas líneas introductorias. No obstante, nos detendremos
en llamar la atención del lector sobre tres elementos, que a nuestro juicio, son relevantes.
De gran valor antropológico es la descripción sobre la celebración festiva de la "Carrera de los barcos" que anualmente
tenía lugar en las cercanías de una pequeña ermita
ubicada en Las Mercedes. Esta actividad lúdica consistía en una competición entre carretas tiradas por una yunta de bueyes que iban equipadas como veleros y dirigidas por campesinos ataviados con trajes de
marineros.
Otro elemento destacado es el referido al análisis que sobre el pleito insular-local nos ofrece B. R. Osborne, cuyo juicio no
estaba condicionado por una connivencia con los núcleos locales, como fue el caso de otros autores, que toman partido por uno[…]
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