Pedro González Cánovas
[Canarias es una nación sin estado, con una dependencia
administrativa de la política colonialista española. Un estado que tiene
vendida el alma a la influencia capitalista internacional y su mercado globalizado.
Este archipiélago continúa amarrado, por los intereses de unos pocos burgueses,
a esa dependencia foránea a la que no le interesa que progresemos de forma que
podamos emanciparnos.]
Todos somos testigos de
cómo el sector turístico ha aumentado repetidamente el número de visitantes, la
ocupación hotelera, el número de vuelos, etc., al tiempo que el desempleo sigue
creciendo en el archipiélago. El turismo puede ser un filón por moldear, para
que de verdad deje beneficios en esta Tierra, pero nunca será el sustento del
cien por cien de la población activa, por lo que diversificar y fortalecer la
economía Canaria es un sueño que ni se vislumbra entre los actuales gestores
políticos.
Canarias es una nación
sin estado, con una dependencia administrativa de la política colonialista
española. Un estado que tiene vendida el alma a la influencia capitalista
internacional y su mercado globalizado. Este archipiélago continúa amarrado,
por los intereses de unos pocos burgueses, a esa dependencia foránea a la que
no le interesa que progresemos de forma que podamos emanciparnos. Eso es lo
único que justifica que nuestro proceso de autodeterminación e independencia se
haya atascado en el tiempo y los vacíos de ciertos discursos nacionalistas que
nada tienen que ver con los trabajadores y trabajadoras de este Pueblo.
Según los datos
trimestrales de la EPA, en Canarias aumentó casi un 6% el paro desde el primer
trimestre de 2011 hasta el mismo de 2013. Mientras tanto el Producto Interior
Bruto se ha incrementado hasta un 1,7% en el mismo periodo. O sea que alguien
se está llevando de esta tierra más que antes, en plena crisis. Mientras que
cada vez más Canarios aumentamos el número de personas
sin recursos o en riesgo de exclusión social.
La solución es cambiar
el modelo económico y fiscal del archipiélago. Cosa harto difícil con la
dependencia administrativa actual. Por eso, está claro que el primer paso es
reclamar y asumir todas las competencias, sin que ello signifique renunciar al
encuentro de la soberanía nacional. Lo segundo es hacer ese camino en la senda
del reparto de la riqueza, para que Canarias goce de
una igualdad social que comprometa a sus ciudadanos y los haga partícipes de
los presupuestos y la política local.
Todo ello me lleva a
pensar que no hay referente de futuro en ese Parlamento, en el que sobra
demagogia y sólo nos lleva a buscar símiles en aquello de que "son como
Dios y la policía, que está en todos lados, pero siempre llega tarde.".
Estamos necesitando otra política; otros partidos; otras formas: otra gente al
frente.
* Miembro
de ANC
Tomado de: www.elcanario.net
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