Prólogo
probablemente este libro, "Pinolere.
Historia y tradición" no agrade a quienes
creen que cualquier tiempo pasado fue mejor.
Tampoco puede que satisfaga a aquéllos que desprecian
los saberes populares como un anacronismo del mundo
contemporáneo. Pero sin duda despertará el interés de los
que entienden la cultura actual como el resultado de la adaptación, a veces convulsiva y siempre
problemática, entre lo viejo y lo nuevo,
entre la tradición y la modernidad.
A primera vista los contenidos
del libro hacen pensar en un estudio de
historia local. Y en buena medida su interés reside en analizar el devenir histórico de Pinolere. Pero es
sin embargo una historia local poco común.
En muchos apartados de los diferentes capítulos es patente que
la preocupación de los autores se sitúa más
allá, en la necesidad de que esa historia se inserte en la vida cultural del barrio, aspecto éste que no
es frecuente en las historias locales
al uso. Tampoco es habitual el intento de establecer y desentrañar las conexiones entre temas tan diversos como el medioambiente, la evolución de los
asentamientos, la educación o las
creencias religiosas. Y más aún cuando, como es el caso, el libro es resultado de numerosas aportaciones individuales
en las que siempre es difícil aunar criterios y línea argu-mental.
Este libro es, también, una
historia de la marginación. I» de lo que los
autores han reseñado sobre la falta de instalación eléctrica, teléfono o colegios, pudiera parecer exagerado, o to
menos distorsionado, para fechas tan recientes como 1 se detallan. Pero para quienes hemos conocido "tos alte Valle de La Orotava no muchos años atrás, estos
textos no sino reflejar, en
ocasiones de manera contenida, las duras ciones de vida de estos barrios aún en el pasado inmedia permito recordar esta circunstancia para resaltar
que los a conocen muy de cerca,
algunos desde hace varias décadas que
ha significado para los vecinos de barrios como Pinolere ganar salarios de miseria, no tener escuelas, s monte por pinocha, o bajar a trabajar a las
plataneras casas de los ricos.
Precisamente porque este
pasado ha permanecido des< do es por lo que
este libro contribuye también a hacer ver medida la riqueza del Valle de La Orotava se asentó en la tradición y la marginación de "los altos".
En este sentido, si primera preocupación
ha sido el barrio y sus vecinos, i constituye asimismo una
aportación notable a una mejor terización de
la historia del Valle, cuyo pasado necesíta en
muchos sentidos, reescribirse con las aportaciones y el punto de las
historias como la de Pinolere.
Por otra parte, el conjunto de
estos trabajos tienen un h ductor que merece ser destacado y justamente apreciado,
dición oral ocupa en este libro un lugar privilegiado, insj la argumentación de todo el texto. Afortunadamente,
1 ción oral, hasta hace relativamente poco tiempo única atendida por la
etnografía y la antropología, se ha ido mirando
a otras disciplinas, especialmente a la historia. Acertamos encontrar muy buenos ejemplos de la relevancia
c elementos fundamentales de la cultura, no sólo patente patrimonio vivo, sino también como un recurso
básico investigación de nuestro pasado. Así, esta oralidad, histaria colectiva recuperada, es, al mismo tiempo, un
acto dedicación y un ejercicio de coherencia intelectual.
El considerable número de
aspectos que se abordan, medioambientales,
arqueológicos, etnológicos, demográficos e históricos, han supuesto un importante esfuerzo de síntesis, al tiempo que se ha tenido muy presente el objetivo de que
fuera útil al mayor número de lectores
posible. "Pinolere. Historia y tradición"
tiene, además la singularidad de que sus
autores no han estado simplemente interesados en una investigación académica, sino que han tenido la clara y explícita
intencionalidad de plasmar la visión de los propios vecinos a través de
numerosos testimonios personales y colectivos. Esto, si cabe,
representa un valor adicional a unas investigaciones, por lo demás hechas con
rigor y auténtico apasionamiento científico.
"Pinolere.
Historia y tradición" refleja,
finalmente, la vitalidad y dinamismo de este
barrio. Con sus diez ediciones, la Feria de Artesanía de Pinolere expresa muy elocuentemente la importancia
que los vecinos siguen dando a los saberes, conocimientos y productos
tradicionales. Lejos de la estéril nostalgia del pasado, ésta y otras muchas iniciativas como la
recuperación de los pajares o la
propuesta de creación de un Museo de la Cestería, parten de una concepción
dinámica de la cultura popular, un elemento de primer orden en la cohesión
social y el desarrollo comunitario.
Fernando Estévez González
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