PRÓLOGO
Carlos Acosta me sorprendió gratamente cuando
me comunicó si quería prologar su
Historia de Garachico. Dicha sorpresa era natural por ser un tema que cae fuera de mi especialidad y porque
las múltiples y variadas
responsabilidades políticas podrían alargar eternamente la entrega del mismo,
rompiendo los esquemas trazados para su publicación y posterior presentación.
Los lectores tendrán que
disculpar mi atrevimiento, pues las únicas razones para aceptarlo serían las mismas que confluyen en el autor: el denominador común del amor a nuestra tierra y el
esfuerzo por mostrar a nuestras gentes algo más del conocimiento de nuestra
Historia, utilizando como pretexto el
magnifico trabajo de Carlos Acosta sobre el devenir histórico de Garachico. Mis palabras deberán ser las de
un lector que va hojeando con cariño, las
páginas de un diario íntimo inundado por la emoción de un garachiquense fuera de lo común, en el que el autor ha ido reuniendo datos, recuerdos, imágenes, juicios y
opiniones producto de la recopilación o de
la investigación.
Para un enamorado de su tierra,
es siempre una alegría y una satisfacción presentar y prologar el trabajo de un esforzado investigador de
los hechos de su pueblo, un libro que nos lleva a
contemplar en el presente un pasado que con
él revivimos.
Este libro, si algún propósito
anida en sus páginas, será el de la añoranza y quizás también en la presentación de algunos hechos el desconsuelo, la frustración ante determinados
acontecimientos, promesas incumplidas, incomprensiones, que hacen rezumar, aquí
o allá, el amargo sabor de todas aquellas conductas y actuaciones que hayan
borrado caracteres peculiares al pueblo o a
sus hijos. Pero ello no ha sido obstáculo para
que Carlos Acosta haya llevado a las páginas de Historia de Garachico. como no podía ser menos, su sentir y su personal
manera de ver las cosas, lo que no ha sido óbice
para hacerlo con más absoluta objetividad.
El autor nos muestra, con
agudeza y maestría, los diferentes acontecimientos que han ido conformando su querida Villa. Rincones, gestos y personas que cobran vida real en el devenir de los
acontecimientos, justas descripciones de
sus conventos, iglesias y ermitas, de sus calles y plazas,... junto a ello nos
presenta su historia económica y desarrollo urbanístico, la evolución de su población, todo lo relacionado con
la vida cultural y educativa, el
desarrollo de las comunicaciones tanto orales como escritas, la rivalidad
con los Silos, la amistad con Santa Cruz, los títulos de nobleza, la injusticia de los repartos, la historia inacabada
de la comunicación con la Palma, sus
hechos singulares, fiestas y costumbres populares,...
También se refiere a
la emigración, a las relaciones con Venezuela y, si se nos permite, tomando
como símbolos de esa intercomunicación, de esa
especie de cordón umbilical que une espiritualmente a Garachico con Venezuela
y viceversa, a Simón Bolívar y a los Amigos de Garachico en Venezuela que, unidas a tantas vivencias, han
logrado una especie de fusión, de
sentimiento común entre los dos pueblos.
EL VOLCAN Y EL
MAR, su tratamiento en relación a Garachico, no pueden faltar en su Historia, porque son consustanciales con la propia
esencia del pueblo garachiquense. Carlos
Acosta así lo entiende y les da el tratamiento
que se merecen, los hace entrar de forma aguda y casi imperceptible en la conciencia del lector, que saca sus
propias consecuencias, que se engarzan y
pasan a pertenecer a la conciencia histórica del pueblo, dejando nítidamente claras sus aportaciones, sus
destrucciones y, sobre todo, sus frustraciones, pues el autor, en esa especie
de renovación del tiempo y el espacio que le
rodea, ha captado de forma especial todo aquello
que forma parte de la idiosincrasia, de la ciencia, de su gente, a la que conoce profundamente.
La Historia de Garachico de
Carlos Acosta es un libro para todos, para los especialistas que encontrarán en él datos y sugerencias nuevas,
que rectifican ideas viejas o advierten nuevos puntos de vista y para el gran público que encontrará en él coleccionados, ordenada
y sistemáticamente, todo un material variado e interesante que va a representar
para nuestros mayores la afirmación de su
pasado, de su infancia y juventud. Para los más
jóvenes alegrarle el alma recorriendo el pasado que, aunque no le pertenezca, está aquí, entre las páginas de este
libro. Así van a entender mejor su vida
actual, sus raíces como pueblo, sus rasgos diferenciales, la liberalidad de sus gentes, sus peculiaridades, su
cosmopolitismo.
Las "historias
locales" son piezas insustituibles de un complejo proceso de conformación histórica de la Isla y, por
consiguiente, del Archipiélago. La Historia
de Canarias no estará definitivamente escrita hasta que no se escriba la historia particular de cada pueblo o por
lo menos de aquéllos,
como es el de Garachico, que tienen mucho que
aportar a esa Historia General. Serán hoy
esas historias particulares el lazo invisible que eslabone cada raza, cada nación, cada pueblo a la historia
general de la humanidad, como muy bien se
expresa en la Introducción al Tomo I de la Historia General
de las Islas Canarias de Agustín Millares Torres.
Y para terminar aludiré a dos cuestiones:
- La correlación entre el autor y su obra. Bajo ningún
concepto puede
extrañar que un Maestro de profesión aparezca con afanes de historiador,
pues si hay alguien que pueda calar en el alma de su pueblo es aquél
que, después de dedicarse a uno de los trabajos más nobles que se pueda
realizar, destina su tiempo libre, como lo ha hecho Carlos Acosta, a traba
jar desinteresadamente por dar a conocer hechos relacionados con el
pueblo que le vio nacer.
extrañar que un Maestro de profesión aparezca con afanes de historiador,
pues si hay alguien que pueda calar en el alma de su pueblo es aquél
que, después de dedicarse a uno de los trabajos más nobles que se pueda
realizar, destina su tiempo libre, como lo ha hecho Carlos Acosta, a traba
jar desinteresadamente por dar a conocer hechos relacionados con el
pueblo que le vio nacer.
- El apoyo de las Instituciones a este tipo de
trabajos. En el caso con
creto que nos ocupa el "Cabildo de Tenerife y la Asociación Amigos de
Garachico en Venezuela". Creo conveniente reseñarlo por lo que puede
servir de ejemplo para otras publicaciones y para otras Instituciones, Aso
ciaciones, Entidades Culturales,...
creto que nos ocupa el "Cabildo de Tenerife y la Asociación Amigos de
Garachico en Venezuela". Creo conveniente reseñarlo por lo que puede
servir de ejemplo para otras publicaciones y para otras Instituciones, Aso
ciaciones, Entidades Culturales,...
Hacemos firmes propósitos para
que el ejemplo de Carlos Acosta sea siembra de
otras aportaciones en la investigación de los hombres y de la tierra
canaria.
MARCOS BRITO GUTIÉRREZ Santa Cruz de Tenerife, Noviembre de 1.994
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