miércoles, 19 de junio de 2013

ITINERARIOS: FUERTEVENTURA






Fuerteventura, isla sin atributos, puede ser captada en blanco y negro. Otras islas no. ¿Por qué?
Lanzarote, tan cercana, precisa para ser explicada de, al menos, tres colores: negro, blanco y verde.
Otras islas reclaman aún más espacio en el espectro cromático: los tonos pasteles multi­
colores de las casas; el verde, por supuesto; los colores de todas las flores; la gama telúrica
de sienas y ocres...                                                      ' •
Fuerteventura no. Fuerteventura quedó vista y canónicamente fijada por ¡a mirada de Unamuno.
La Maxorata sin bosques, sólo tintada en primavera por un sutil velo de yerbas y flores efímeras; con las fábricas y las casas de los hombres de la misma textura y color de la tierra que las sustenta... La Maxorata no precisa de colores para desnudar su alma:
La Maxorata es esencia sin atributos, sin medias tintas, sin semitonos.
De la palmera lo esencial es su desafío vertical en medio de una naturaleza echada.
Las cabras adquieren sus cincuenta nombres por las oposiciones binarias de sus man­chas. Las cabras, en blanco y negro, no pierden nada.
De la higuera lo esencial es su sumisión al viento. El majorero es un ser ético, no cromático. De la aulaga importa la trama, no el color.
Las montañas, fondo atlántico emergido por azar, se sacuden, una y otra vez, la inva­sión multicolor de lo orgánico.
La Maxorata pertenece a Apolo, no a Dyonisos. Los valles son insólita inmensidad, no color.
Las playas son silencio y desolación, no manchas de color. El día es luz total y sombra, no color.
... Pero no para el hombre que casualmente mira, sino para el que, como Carlos A. Schwartz, sabe ver.
miguel cabrera cabrera

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