sábado, 8 de junio de 2013

EN BUSCA DE LA LONGITUD: VIAJE HECHO POR ORDEN DEL REY EN 1768 Y 1769





EL VIAJE A tenerife del conde claret de fleurieu
Las expediciones científicas del siglo XVIII y Canarias
Durante el Siglo de las Luces se produce, en sintonía con el progreso de las ciencias y del expansionismo polí­tico y económico mercanrilista de las grandes potencias europeas, el auge de las expediciones científicas que ex­ploran el planeta con el afán de llenar los vacíos carto­gráficos y conocer los recursos botánicos y geológicos susceptibles de ser explotados por los poderes colonia­les. Poderes que, por otra parte, se redefinen en esa épo­ca, cuando Inglaterra y Francia desbancan a España de la posición de primera potencia colonial que hasta en­tonces había detentado. Si bien es cierto que detrás de estas expediciones encontramos intereses meramente geopolíticos y estratégicos de k época como agentes propulsores de estas expediciones, también lo es que los viajes de circunnavegación del siglo XVIII convirtieron el mundo entero en el campo de k investigación cientí­fica. Como apuntamos en otra parte, durante el siglo XVín se suceden a un ritmo vertiginoso nuevos descu­brimientos: las ciencias naturales conocen un éxito sin precedente, incluso entre el gran público; los estudios de antropología física y etnográficos inician su singladura como ciencia; se resuelven problemas científicos, hasta en­tonces insolubles, en el campo de k geografía, k astrono­mía y, en consecuencia, de k cienck de la navegación.
Las Islas Canarias jugarán un papel determinante en esta carrera por descubrir nuevas rutas marítimas, ampliar las perspectivas del conocimiento y sentar las bases de la ciencia moderna. Su situación estratégica convierte a Canarias en paso obligado para las expe­diciones científicas y comerciales de las potencias eu­ropeas. Los puertos canarios, en especial el de Santa Cruz de Tenerife, ofrecen la ventaja de ser una escak donde hacer aguada, y avitualkr las naves antes de cru­zar el Atlántico o bordear la costa occidental africana en la ruta hacia el Pacífico. Estas circunstancias provocarán que, a k larga, las Islas Canarias se consideren también una escak científica atractiva «en razón de su naturaleza volcánica, a su peculiar vegetación yak presencia del legendario Teide, durante tiempo conocido por los na­vegantes como la montaña más elevada del globo», se­gún apunta Herrera Piqué1. Abundando en ese mismo sentido,]. Montesinos2 señala que:[…]
1.   Herrera Piqué, Alfredo: Las Islas Canarias, escala científica en el Atlántico,
Rueda-Cabildo Insular de Gran Canaria, Madrid, 1987.
2.    Montesinos Sirera, José y Renn, Jürgen: Expediciones científicas a las Is­
las Canarias en el periodo romántico (1770-1830), http://humboldt.mpiwg-
berlin.mpg.de/10b.monte.htm.
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