sábado, 22 de junio de 2013

CASTELLANO DE SAN CRISTOBAL



1577 Febrero 1.
Eligió el Cabildo de Tenerife el primer Alcaide del Castillo de San Cristóbal que fue el Capitán D. Pedro Fernández Campos, que había desempeñado por dos veces igual cargo en la fortaleza vieja; el 28 siguiente acordó el Cabildo adquirir la casilla que estaba junto a la fortaleza, propiedad de los herederos del Regidor Pedro de Vergara, «...y es de poco monto y sirve de padrasto a la Fortaleza, de donde podría recibir daño.

Se encargó de ello á Alonso de Llarena y Francisco de Coronado, y que se pague lo que concertaron...» (Libro 14, oficio lo, folio 189).

En Octubre de 1577 al cesar D. Juan Alvarez de Fonseca y entregar el cargo al Capitán D. Juan de Leyva, podía asegurarse que la fortaleza se hallaba casi terminada pues sólo faltaba cubrir los aposentos que daban a la parte de tierra y sobre cuyo envigado habría de extenderse parte de la plaza de armas. Prosiguieron las obras y en sesión del Cabildo de 30 de Noviembre de 1578, en la que fue elegido segundo Alcaide de San Cristóbal D. Tomás de Cangas, se acordó dar por finalizadas las obras, extinguiéndose el cargo de Veedor y desautorizando cualquier nuevo gasto en la fortaleza.

En Octubre de 1579 volvió a ser designado Gobernador D. Juan Álvarez de Fonseca y echó de ver imperfecciones en la obra de Leyva, ya que el envigado de la fortaleza la había construido de tea y debió ser de barbuzano, la que comunicó al Monarca en carta de 8 de Agosto de 1580, y en su opinión, todo la ejecutado por Leyva «era obra impertinente y falsa», que hacía inhabitable el Castillo y amenazaba con un próximo hundimiento. En años siguientes se habilitaron nuevos créditos. (José María Pinto de la Rosa, 1996)


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