NEGRO FUTURO
Josefa Falcón Abreu
Negro futuro el que espera a nuestros jóvenes,
después de prepararse con ilusión para un día acceder al mercado laboral,
después de hincar los codos en horas y horas de estudio, de pasar nervios ante
los exámenes, de sacrificar diversiones, de que la mayoría de padres
sacrificaran a su vez muchas cosas estirando de aquí y allá para poder darles
esos estudios, después de todo eso ahora no tienen nada más que un título
colgado de la pared. Les vemos desesperados, deambulando de un lado a otro
llevando curriculums que van a parar…quién sabe dónde… Puede que al tocho de
los curriculums o quizás a la papelera…es demencial la situación. En nuestras
islas tenemos un altísimo índice de paro, alto índice de paro que no lo sería
tanto si los puestos de trabajo que hay aquí estuvieran ocupados por gente de aquí, solo que no es así, que las cosas tienen
que cambiar para que eso ocurra y ya sabemos cómo, haciendo que Canarias sea
dueña de sí misma y así libremente poder dar a los suyos lo que les
corresponde. Lo cierto es que es sorprendente lo que vemos cuando vamos a
cualquier oficina de la administración, el personal es casi todo de fuera, o
sea, peninsular, en los hospitales un alto porcentaje de médicos y enfermeros
son peninsulares, yo tuve la ocasión de comprobarlo la semana pasada en una
consulta hospitalaria, de cinco sanitarios que había en ese momento allí cuatro
eran peninsulares, tremendo…Nuestra gente quiere trabajar, necesita trabajar,
necesita tener un medio de vida aquí, en su tierra, todos los que ahora mismo
están parados, los jóvenes y los no tan jóvenes merecen trabajar porque es un
derecho. Pero no hay manera de que esto cambie, vivimos rodeados de corruptos y
esos son los únicos a los que parece sonreírles la vida, corruptos que la hacen
una y otra vez y tienen la suerte de que no se les cierran puertas, al
contrario, y mientras, aquí, nuestra gente está empezando a irse a trabajar al
extranjero, volviendo así a la emigración, aquella de los años también
difíciles, la que tuvo lugar en los 50-60, cuando también nuestra gente tuvo
que emigrar unos a Venezuela, otros a Cuba y en condiciones poco legales. Hasta
hace solo unos pocos años, 3 o 4, estas islas tenían el atrayente de ser un
lugar en el que se podía aspirar a una vida mejor, para muchos inmigrantes
africanos y sudamericanos Canarias era como una especie de tierra prometida y
en apenas esos pocos años transcurridos todo se ha vuelto del revés y ahora
hasta los nuestros se ven obligados a hacer lo que esas personas hicieron en su
día. Triste panorama, incierto futuro, ojalá pudiéramos ser optimistas y ver
las cosas de otra manera pero tenemos los pies en el suelo, somos realistas y
la realidad es la que es y así tenemos que afrontarla, pero no pasivamente sino
haciendo que nuestra voz se escuche, protestando, reclamando, exigiendo,
indignándonos y nunca, NUNCA callándonos…Buen día amigos…
10-4-2013.
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