1. La vida y la obra de J. A.
Álvarez Rixo
El siglo XIX es en Canarias especialmente rico en personalidades de gran
talento e inquietud científica. Son hombres en cuya obra y actitud se advierte
el mensaje que subyace en diversos trabajos de José de Viera y
Clavijo: la realidad propia y las circunstancias del entorno son aspectos
merecedores de seria consideración y adecuado análisis. Este
planteamiento explica la labor de personas como Juan Bautista
Lorenzo Rodríguez, Antonio Pereira-Pacheco, Gregorio Chil y Agustín
Millares Torres, entre otras. De esta nómina también forma parte
José Agustín Álvarez Rixo.
En el
verano de 1796 nace José Agustín Álvarez Rixo en el Puerto de la Cruz. El acta
de su bautismo está recogida en la parroquia de Nuestra Señora de la Peña de
Francia1:
En treinta
dias del mes de Agosto de mil septesientos noventa y seis as
yo D" Juan Agustín de Chaves Prest»0 con Liza del Sor
D n Josef Davila, Ve B do Propio desta lgla
Parroquial de N to Sra de la Peña de Francia del lugr
y Puerto de la Cruz de la Orotava, Examor syne deste Obispado
bautizé a Josef Agustín, Hijo legmo de D n Manuel
Albares, Natural de la Villa de Chaves, en el Reyno de Portugal, y
de D na Gregoria de Rixo, Natural de la Villa de la Orotava en
la feligrecia de la Consepcion y Vnos deste dho. lugr y Puerto. Ab los
Pats D n Josef Antonio Alvares y D fla
Sebastiana Maria Alvares, Vecinos de dha. Villa de Chaves. Abs
Mat8 D n Franc0 Rixo y D ña
Catalina Estefana de Chaves, Vnos de este
dho. lugr y Puerto. Nació el dia veinte y ocho del mes corrte.
Fue su madrina D ña Francisca Rixo, vecina deste dho. Puerto,
a q n advertí la cognación espiritual y demás obli-ges.
Tiene oleo y chismas, y lo firmé.
Juan Agustín Davila
Los primeros años de su existencia transcurren en
cuatro paisajes
cercanos. En primer lugar, en la localidad del norte de Tenerife en la que
viene al mundo; luego en la Villa de Arrecife de la que su padre D.
Manuel José Álvarez llega a ser alcalde y a donde el pequeño José Agustín se
traslada cuando tiene tres años de edad2; más tarde, en la ciudad de
Las Palmas de Gran Canaria, en cuyo Seminario Conciliar estudia; y,
con posterioridad, en la isla de Madeira, donde reside entre 1812
y 1814. En 1816, cuando cuenta veinte años, se establece de modo definitivo en el
Puerto de la Cruz, y a partir de entonces su tiempo quedará ocupado
por la vida familiar, la actividad ciudadana y la investigación, la
recopilación de materiales y la creación, todo ello hasta 1884, fecha en la
que concluye una larga existencia de ochenta y siete años3.
A Álvarez
Rixo le toca vivir en una época a la vez cambiante, difícil y
hermosa. Su infancia y juventud saben de los intentos para enterrar el
Anden Régime y de los esfuerzos por impedir que esto no
sucediera, de la problemática evolución de la experiencia republicana
francesa, de la repercusión de las ideas liberales en la sociedad
española de principios del siglo XIX, y de la emancipación de la América hispana, que
en apenas catorce años deja reducido el imperio colonial
español en América a las islas de Cuba y Puerto Rico.
En los
primeros tramos de su vida ocurren hechos de especial trascendencia,
como el golpe de estado del 18 Brumarío (1799) la coronación de Napoleón
(1804), la batalla de Trafalgar (1805), el nombramiento de José
Bonaparte como rey de España y el levantamiento popular en 1808, la
proclamación de la Constitución liberal (1812), la restauración
monárquica con Fernando Vil dos años después y la batalla de Waterloo (1815).
En una existencia tan dilatada como la suya, Álvarez Rixo llegará a ver
sentados en el trono español a siete monarcas, desde Carlos IV a Alfonso XII, todo ello dentro de un período especialmente
agitado de la historia nacional.
También
tendrá ocasión de ver el rápido y esperanzador progreso del hombre. Los
descubrimientos e invenciones se suceden imparablemente en los campos de la
física, la química, la astronomía, la biología, la mecánica y la geología, y
entre los avances más […]
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