Colección de 32 tomos dedicados a pintores criollos
canarios, con documentados estudios biográficos y de las obras de los artistas
tratados.
TRAYECTORIA ARTÍSTICA Y PRINCIPALES ADVOCACIONES
A lo
largo de su existencia, a caballo entre dos
centurias, José Lujan Pérez consiguió el
reconocimiento que a su maestría dieron sus contemporáneos. Sus
primeros biógrafos Bartolomé Martínez de Escobar, su yerno, y Agustín Millares
Torres fueron quienes sacaron a la luz pública, a mediados de la pasada centuria, los primeros datos referidos tanto a
su vida como a su obra1. Posteriormente
se han escrito otras biografías, publicadas en el presente siglo, como la de Santiago Tejera Quesada (1914), José
Miguel Alzóla (1981) y Pedro González
Sosa (1990)2. A ellas hay que sumar los innumerables trabajos aparecidos en la prensa y revistas insulares, en los
que se ha tratado sobre todo su
producción escultórica, que han servido para que, poco a poco, se vaya configurando y esclareciendo su personalidad.
José Lujan Pérez
nace en Guía (Gran Canaria) en el pago de Las Tres Palmas el 9 de mayo de
1756. Sin embargo, este hecho fue accidental ya que la residencia habitual de
la familia se encontraba en la misma Guía, en una casa situada en la llamada calle de Enmedio3. Fue el segundo de los
cinco hijos del matrimonio compuesto por José Lujan Bolaños y Ana Pérez
Sánchez. De joven, dado que mostraba ciertas
aptitudes artísticas, fue llevado por su padre a estudiar dibujo a Las Palmas, siguiendo las recomendaciones de D.
Blas Sánchez de Ochando, teniente del regimiento de Guía de las Milicias Provinciales.
En este sentido, D.José Miguel Alzóla opina que en torno a 1770 pudo el joven
Lujan comenzar a tomar lecciones de dibujo de manos del pintor ti-nerfeño Cristóbal Afonso Díaz4; pero no
todos los estudiosos coinciden en esta
apreciación. Es cierto que el maestro Afonso se casó en Gran Canaria con Petra Naranjo5, pero permaneció poco
tiempo en la isla, de modo que en 1770 se hallaba nuevamente en
Tenerife, concretamente en Icod, habiéndosele
llamado para pintar el retrato de la fundadora de la capilla de los Dolores D.a Bernarda Isabel Pérez
Domínguez, y cinco años más tarde, en 1775, se traslada a La Orotava donde nacerán sus tres hijos6. Así
pues, llegados a este punto, no parece probable que el contacto entre ambos
artistas se produjera por estas fechas sino unos años después, quizás en la
década de los 80. Sea como fuere,
pensamos que muy poco pudo haberle enseñado Cristóbal […]
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