Prólogo.
BURTON, EL OTRO INGLÉS
El título es
toda una advertencia; una advertencia que
tiene como principal objetivo alertar al lector que en breve se dispone a leer
un texto erudito y socarrón como ningún
otro de los muchos hilvanados a lo largo del siglo XIX por un explorador autonombrado Cheir Abdalah, y
en cuyo pasaporte británico rezaba bajo
Richard Francis Burton, renombrado Sir. A la
par hacemos dicha advertencia para
predisponerle de antemano, pues de un tiempo a esta parte el público español, y más concretamente el canario, se
encuentra con cierta frecuencia con las traducciones de
algunos textos escritos por viajeros históricos que han visitado por varios motivos (comerciales y científicos, principalmente) nuestro Archipiélago.
Libros que nos sorprenden con
lecturas más o menos bondadosas que
vienen firmadas por apellidos como Murray1, Scory2, o Du Cañe3, e incluso con algunas
traducciones secuestradas que haber/as...
Pero lecturas al fin y al cabo que han sido
realzadas desde un doble prisma inequívocamente decimonónico: la perspectiva anglosajona de la tierra insular y la bondad espiritual de aquellos europeos
que quisieron llevar hasta sus últimas
consecuencias la teoría rousseauniana del
"buen salvaje".
Advertimos pues, que el texto de Burton es un trabajo que en tal sentido se sale de la norma literaria
dejando en la más pura evidencia las concesiones gratuitas que a otros tantos socorrieron para confirmar el género
decimonono conocido por literatura viajera. Burton aprovechó la ocasión para provocar la denuncia, ya que durante
su estancia en Canarias, en Tenerife, durante "sus" veinticuatro horas, demuestra un conocimiento profundo de
la realidad insular que pone en tela de juicio algunos valores que formaban parte de la tradición. Así, en su
cuaderno de notas dejó para la
historia una frase solemne que más tarde
publicaría con estas palabras: Seguro que e I gran viajero —refiriéndose
a Humboldt— describió Santa Cru% (de Tenerife) como (quisieron) sus paisanos, según
Goethe, describiría un camello.
Utilizó este símil de forma
tajante adelantándose a un método usado frecuentemente por los viajeros
decimonónicos que pretendían escribir algún
texto sobre las Islas
[…]
1 ElÍ2abeth
MURRAY: Sixteen years of an Artist's Life in Marocco, Spain and
the Canary Island. lindan, 1859 (traducción moderna por José Luis Garda
Pérez. Santa Cruz de Tenerife, 1992).
the Canary Island. lindan, 1859 (traducción moderna por José Luis Garda
Pérez. Santa Cruz de Tenerife, 1992).
2 Francisco Javier
CASTILLO: "El texto de Sir Edmund Scory sobre Te
nerife". Tahona, La Laguna, 1992-1993.
nerife". Tahona, La Laguna, 1992-1993.
Florence DU CAÑE: The Canary Island. London,
1911 (traducción española por Ángel
Hernández. Santa Cruz de Tenerife, 1993).
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