PRESENTACIÓN
Históricamente el habitat del ser humano ha sido
comprendido como una fuente inagotable de
riquezas y recursos de los que se podía disponer de acuerdo a la necesidad, incluso al antojo, de la sociedad y de sus miembros.
El aprovechamiento intensivo del medio, alentado
por una cultura basada en la productividad y el consumo como factores de progreso, ha conducido a un modelo de desarrollo que se ha
revelado incapaz de equilibrar las condiciones
de vida de la población humana y, a su vez, ha supuesto un deterioro progresivo
del Planeta, de las especies y de los
elementos esenciales de la vida: la tierra,el agua y el aire. Al calor de esta realidad objetiva, la formación y
divulgación acerca del correcto entendimiento
entre los seres humanos y su entorno cobra una relevancia extraordinaria en la
actualidad.
Desde los modestos medios a su alcance, el Organismo
Autónomo de Museos y Centros (OAMC) del
Cabildo Insular de Tenerife, que presido, desarrolla de facto una labor
continuada desde hace tiempo que entronca directamente con el espíritu que le
es propio a un complejo que integra
materias como las Ciencias Naturales o el estudio del propio Cosmos. En esta línea de trabajo, el Museo de la
Ciencia y el Cosmos organiza con carácter anual un
curso monográfico que revisa en profundidad durante más de cinco meses una
cuestión de vigorosa actualidad. En la
edición pasada, correspondiente al año 1998, el Museo acogió el curso «Cananas
y la Ecología: Un reto para el siglo XXI», entre cuyos resultados, ve la luz hoy
esta publicación, compendio de las conferencias y charlas que se impartieron en
ese tiempo.
En el transcurso de esos cinco meses, el Museo tuvo
el orgullo de recibir a prestigiosos expertos
y estudiosos pertenecientes a las dos universidades cananas y contó,
igualmente, con la presencia de
especialistas de reconocimiento nacional e internacional que, sin duda, completaron una oferta formativa de calidad
contrastada. Este esfuerzo no hubiera sido posible sin la colaboración entusiasta del Centro de Profesores de La
Laguna, dependiente del centro superior homónimo, y del conjunto
de trabajadores del Museo de la Ciencia y el Cosmos,
con su director a la cabeza, Don Juan Antonio Belmonte.
Estoy convencida de que la labor desarrollada ha
resultado fructífera, como atestigua que la matrícula de asistentes al curso
-1 50 personas- se completase en apenas unos días,
y confío en que nuestra humilde aportación a una cuestión tan palpitante como
ésta haya rendido finalmente un servicio a la
sociedad a la que nos debemos.
Carmen Rosa García Montenegro Presidenta del Organismo Autónomo de Museos y
Centros
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