Presentación
A nadie escapan las grandes dificultades que esta
Comunidad Autónoma, a lo largo de los bruscos reveses de su historia, ha tenido
a la hora de proteger, convenientemente, la riqueza del legado
patrimonial de sus antepasados, ese amplio cúmulo de objetos y piezas que
acumulan en su existencia los mil avalares de nuestra Historia. A nadie escapan
porque es fácil consensuar multitud de
razones que hacen de esta empresa, la de proteger nuestro patrimonio histórico
artístico, una de las más difíciles y arriesgadas que caben al hombre
moderno, al hombre que vive inmerso en estos
raudos tiempos que parecen no dejar espacio para la reflexión, para el pararse
a pensar lo que debe hacerse y lo que ya es necesidad perentoria y no
puede obviarse ni un segundo más. En lo que
a protección y conservación del patrimonio histórico se refiere, siempre navegamos
a contracorriente, luchando contra el tiempo que impasible avanza sin darnos un
momento de respiro, escarbando y
tratando de sepultar con gruesas capas de olvido lo que ya fuimos, lo que quienes nos precedieron en la vida nos legaron.
A sabiendas de que luchamos contra el tiempo todopoderoso, sabemos que somos capaces de ir, poco a poco,
sustrayendo al desamparo del olvido
algunos restos de ese pasado que nos entusiasma y que nos revela pistas a
través de las que acercarnos después a nuestra identidad, a los
contornos reales de nuestro pasado. Es por eso
que hechos como el que ahora nos ocupa, la recuperación a través de este
catálogo de las piezas que a su vez Hermógenes Afonso, Hupalupa,
sustrajo a ese tiempo perverso que alimenta el
olvido, sirven para felicitarnos por haber ganado una batallita más a ese
tiempo que a menudo nos parece que
todo lo puede.
Hermógenes Afonso, Hupalupa, fue un hombre que desde
el principio creyó en esa necesidad de
salvaguardar de las garras del olvido el legado de nuestros antepasados,
aquellos aborígenes canarios sobre los que aún se ciernen las brumas
del misterio. Con su dedicación y su entusiasmo, Hupalupa logró reunir una hermosa coleccción, ahora reintegrada a
la Comunidad Autónoma Canaria, que
gracias a su pertinaz esfuerzo ya puede ser disfrutada por todos los canarios y estar a disposición de todos aquellos
investigadores que en ella quieran apoyarse para profundizar en el conocimiento de la cultura canaria
prehispánica. Ejemplos como el de Hupalupa Vienen como
anillo al dedo para requerir más solidarios gestos de este tipo y que todos los
coleccionistas privados que aún
existen en Canarias —y fuera del Archipiélago— se animen a donar a esta Comunidad Autónoma Canaria que somos
todos, lo que a todos nos pertenece: los pedazos ricos de nuestra común Historia.
JOSÉ MANUEL ÁLAMO GONZÁLEZ
Director
General de Patrimonio Histórico del Gobierno de Canarias
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