martes, 25 de junio de 2013

ENTREVISTAS





Si para un periodista es siempre una gran alegría y una satisfacción pre­sentar la tarea, una muestra de la tarea profesional bien hecha de otro perio­dista, para un profesor universitario no lo es menos a la hora de prologar un libro en el que esa muestra del buen hacer profesional se recoge.
En el Dr. Ricardo ACIRON ROYO se dan, en simbiótica y feliz conjun­ción, las dos circunstancias de ser un gran profesional del Periodismo espa­ñol y un gran maestro de periodistas, que ejerce su magisterio como Profesor Titular y Director del Departamento de Ciencias de la Información en la Uni­versidad de La Laguna.
Puedo decir —y me parece que es la primera vez que lo digo por escrito y en una situación así, la de presentación de un botón de muestra de su cali­dad periodística, como entrevistador—que al Dr. ACIRON se le debe, por par­te de todos cuantos colaboramos en la Facultad de Ciencias de la Informa­ción de la Universidad de La Laguna, de los alumnos que aspiran a ejercer el Periodismo y han tenido el privilegio de seguirle en las aulas, y por parte de toda la isla de Tenerife, de la Universidad de La Laguna y de todo el Archi­piélago, un homenaje público por su tenacidad.
Como primer Decano de la Facultad canaria y como periodista vocacio-nalmente entregado a tan apasionante y en ocasiones ingrata tarea, al igual que el autor del libro que prologo, sé muy bien cuánto valor y cuánto empeño y cuánta paciencia y cuánta insistencia hacen falta para llegar a una meta soñada como era la de que en Canarias, en la Universidad Canaria de La La­guna, hubiese una Facultad de Ciencias de la Información que pudiese conti­nuar, mejorándola si posible fuese, aquella Sección de Periodismo de hace más de lustro y medio que ACIRON contribuyó a mantener en su auténtico espíritu universitaria
Tras cartorce años de espera, un buen día, por la ilusión y entrega del Dr. ACIRON, que fue explicando su tesis a más de un Rector y la hizo llegar a más de un político influyente, el Rector Magnífico de La Laguna, Dr. José Carlos ALBERTO BETHENCOURT pudo decirle: ya tenemos Facultad.
Me parece que es de justicia recordar ahora, al recogerse en este libro unas cuantas piezas maestras del género periodístico entrevista, el carácter de pieza básica, cimiento de la Facultad canaria de Ciencias de la Informa­ción del Dr. ACIRON. Puedo decir, porque comparto con él tareas, ilusiones y también sinsabores, que su tarea y empuje iniciales y la continuidad de su entrega a la Universidad son elemento indispensable para comprender el por­qué, al fin, tenemos en Canarias una Facultad de Ciencias de la Información.
En ella, en esa Facultad universitaria cuyo objetivo es formar buenos pro­fesionales de la Comunicación en general y de la Información en particular, enseñamos los dos no sólo lo que hemos estudiado, no sólo lo que es fruto de nuestra investigación, sino —y pienso que es lo más importante— lo que hemos venido practicando durante muchos años, y es vida de nuestra vida, y carne de nuestra paciente carne periodística.
Del Dr. ACIRON se puede decir que es un buen entrevistado^ y por tanto está capacitado para enseñar a sus alumnos qué es una entrevista, porque muestra con su ejemplo cómo se entrevista.
Un buen profesor de Ciencias de la Información no es aquel que especu­la más o menos brillantemente sobre cualquier tema relacionado con el ejer­cicio del Periodismo, sino quien, conociendo la profesión por dentro, conoce igualmente sus bases teóricas y relaciona constantemente teoría y práctica.
De la misma manera que no se puede ser buen profesor de Cirugía sin ser cirujano, entiendo, tampoco se puede ser buen profesor en una Facultad de Ciencias de la Información, especialmente si se hace referencia a la rama de Periodismo, si no se domina la profesión, si no se escribe bien, se titula bien, se entrevista bien, o se redacta bien un editorial.
El Dr. ACIRON es un gran profesional, que está atento —como entrevista-dor igualmente— a la actualidad diaria, y sabe descubrir el acontecimiento y sabe bien lo que puede y debe ser noticia. Y eso que lleva en la-sangre, esa vibración ante el acontecimiento —en alguna ocasión he dicho, sin duda con frase cursi, que el periodista, el periodista que nace periodista, indepen­dientemente de su formación necesaria, el periodista de raza, es aquel que se emociona ante el acontecimiento como el adolescente ante su primera novia— le hará estar en constante vigilia informativa y, al tiempo que tiene un resultado concreto en los diarios para los que trabaja, se traduce en una buena lección de cátedra.
Aquí se observa ese interés por estar en la pomada, que se dice ahora, es decir, por vibrar, por recoger la actualidad. ACIRON ha entrevistado — pienso que no me equivoco si afirmo que este es su tercer volumen que re­produce trabajos periodísticos y el séptimo de sus libros— a quienes se veía que tenían algo que decir e interesaba que lo dijesen, en el momento en que el periodista —fiel intérprete del interés de su público— juzga que deben decirla
Entrevistas con los presidentes de Canarias, con el alcalde de Santa Cruz de Tenerife— a ACIRON le contó HERMOSO lo de las dos Universidades ca­narias, que levantó y sigue levantando tanta polvareda—, con eurodiputados, […]

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