INTRODUCCIÓN
Cuando el historiador viaja por el tiempo con el
científico afán de confirmar hipótesis,
reducir a conclusiones o convertir en gráficos y cifras lo que antes
de él fue simple asunto cotidiano, actúa casi siempre con el alejamiento propio de un profesional insensible a la poesía
del pasado. ¡Cuantas sugerencias y, también, que valiosos datos nos ofrece la
contemplación de una postal amarillenta!
El monóculo y la leontina, los trajes de lino, el cabello claro... un grupo numeroso... es la colonia inglesa que
posa para el fotógrafo en el Hotel Pino de Oro.
Casi
cien años más tarde y una pequeña foto se ha convertido ya en el testimonio más expresivo de un fenómeno histórico,
cuya relevancia no es aún
suficientemente conocida: las actividades extranjeras en Canarias. La amplitud
de un tema así entendido hubiera rebasado, sin duda, de inmediato nuestras posibilidades investigadoras; más aún,
considerando su dispersión geográfica y la antigüedad de su existencia, no en
vano, los antecedentes más remotos
datan, en sentido estricto, de los instantes mismos de la conquista. Así,
pues, sin reparo alguno, decidimos cortar el hilo de la historia entre 1880 y
1919, reservando para nuestro estudio una hebra de cuarenta años de apretado tejido. También resultó prudente reducir el
marco geográfico del trabajo ciñéndonos
al que ofrecía la isla de Tenerife. Esta doble limitación, sin embargo, no
afectó sensiblemente a la entidad del tema, ya que, tanto espacial como temporalmente, la actividad extranjera demuestra
la autonomía suficiente para ser
abordada bajo las coordenadas elegidas.
En el tiempo, la crisis de la cochinilla y la
consiguiente postración que sufre el Archipiélago a partir de la
segunda mitad de la década de 1870, confieren
a nuestro periodo un amplio margen de independencia respecto de la etapa anterior. Al otro extremo, el
desencadenamiento de la I
Guerra Mundial supuso una interrupción tan brusca y
total de la actividad económica isleña, que
por sí sola constituye un paréntesis obligado con el que se cierra toda
la fase de crecimiento anterior. Es este, pues, un periodo bien acotado y claramente definido, no en vano, el desarrollo de
lo que ha dado en llamarse […]
No hay comentarios:
Publicar un comentario