Fuerteventura,
isla sin atributos, puede ser captada en blanco y negro. Otras islas no. ¿Por
qué?
Lanzarote,
tan cercana, precisa para ser explicada de, al menos, tres colores: negro, blanco
y verde.
Otras islas reclaman aún más espacio en el espectro
cromático: los tonos pasteles multi
colores de las casas; el verde, por supuesto; los colores de todas las flores; la gama telúrica
de sienas y ocres... ' •
colores de las casas; el verde, por supuesto; los colores de todas las flores; la gama telúrica
de sienas y ocres... ' •
Fuerteventura
no. Fuerteventura quedó vista y canónicamente fijada por ¡a mirada de Unamuno.
La
Maxorata sin bosques, sólo tintada en primavera por un sutil velo de yerbas y
flores efímeras; con las fábricas y las casas de los
hombres de la misma textura y color de la tierra que las
sustenta... La Maxorata no precisa de colores para desnudar su alma:
La
Maxorata es esencia sin atributos, sin medias tintas, sin semitonos.
De
la palmera lo esencial es su desafío vertical en medio de una naturaleza
echada.
Las cabras adquieren sus cincuenta nombres por las oposiciones
binarias de sus manchas. Las cabras, en blanco y negro, no pierden nada.
De la higuera lo esencial es su sumisión al
viento. El majorero es un ser ético, no cromático. De la aulaga importa
la trama, no el color.
Las montañas, fondo atlántico emergido por
azar, se sacuden, una y otra vez, la invasión
multicolor de lo orgánico.
La Maxorata pertenece a Apolo, no a Dyonisos. Los valles son insólita
inmensidad, no color.
Las playas son silencio y desolación, no
manchas de color. El día es luz total y sombra, no color.
... Pero no para el hombre que casualmente
mira, sino para el que, como Carlos A. Schwartz,
sabe ver.
miguel cabrera cabrera
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