lunes, 17 de junio de 2013

ESE ODIOSO AFAN DE DOMINAR EL MUNDO



 

Josefa Falcón Abreu
Siempre que muere alguien conocido nos sentimos afectados, nos afecta el hecho de conocer a esa persona pero sobre todo nos afectamos todavía más si esa persona es un joven o un niño, entonces es doblemente impactante. A mí me resulta inconcebible que haya gente que tenga que morir a temprana edad, que haya niños y jóvenes que tengan que sufrir terribles enfermedades que les van mermando las fuerzas y les van convirtiendo en un despojo humano, eso es muy cruel… las familias también se van agotando, destrozando, van muriendo un poco con ellos, sus vidas se convierten en un calvario, la falta de esa persona insustituible hace que ya nada vuelva a ser igual y lo que un día fue un hogar feliz acaba convertido en un triste y destrozado hogar. La lucha que la medicina de investigación lleva desde hace tantos años para acabar con enfermedades como el cáncer, el alzheimer, el parkison etc, avanza pero, no termina por vencerlas, y a estas se suman cada día otras enfermedades nuevas, son las llamadas enfermedades raras que afectan, dicen, a pocas personas y que por ello, por ser pocas, la investigación apenas si puede dedicarles tiempo, curiosamente si fueran enfermedades muy extendidas sí parece posible dedicar esa tiempo pero, al ser pocos casos como que no es rentable, que pena, si nos ponemos en el lugar de esas personas y de esas familias, probablemente, nos sentiríamos tan desplazados y tan solos como ellos pero, las cosas marchan así. Algo tan grande como vivir es también muchas veces poco respetado por el mismo género humano, la vida de mucha gente es arrebatada cada día no ya por las enfermedades sino por los propios seres humanos: violencia de género, terrorismo y por los que se afanan en enfrentarse en absurdas guerras, esos conflictos, que se podrían resolver cívicamente, ellos los prefieren resolver de esa otra manera, destrozando ciudades, masacrando poblados…sin mirar siquiera si en esas batallas pueden morir niños…Esto es realmente terrible pero, sigue pasando en pleno siglo XXI, y es que el ansia de poder, el querer ser más fuerte que nadie, el odioso afán de dominar el mundo sigue existiendo, nos tienen continuamente angustiados con amenazas que a todos nos podrían afectar, hay mucho loco que al frente de un país es capaz de todo por demostrar quién es y ese sueño de ver y vivir en un mundo en paz es cada vez más utópico, está cada día más lejano…Buen día amigos…
Junio de 2013.

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