viernes, 7 de junio de 2013

CANARIAS EN LA MITOLOGIA





1. INTRODUCCIÓN
Escribir una historia mitológica de las Islas Canarias en los tiempos en que estamos y cuando tanto se ha escrito sobre ella a lo largo de su pasado, parece un contrasentido. Sin embargo, no lo es por dos razones fundamentales. Primero, porque el mito, por su vitalidad en las ciencias del espíritu (las vitaminas de las letras, como alguien lo ha calificado), si­gue estando de perenne actualidad como fuente inagotable del pensa­miento y la tradición literaria. En un mundo tan científico y tecnificado como el nuestro asistimos, no obstante, a una continua "mitificación" en todos los órdenes de la vida. En segundo lugar, porque esa supuesta "mitologización" que se ha apoderado de la historiografía canaria desde sus comienzos aparece muchas veces tergiversada de tal manera que resulta necesario hoy un estudio como el que pretendemos a continua­ción, para, en la medida de nuestras posibilidades, arrojar un poco de luz en un terreno tan presto a la manipulación.
Un título como el de Canarias en la Mitología precisa varias aclara­ciones previas para que el lector sepa qué pretendemos con él. Si por mitología entendemos, como debe entenderse, "colección de mitos" o "explicación de los mitos", es evidente que nuestra primera tarea es in­tentar definir lo que es un mito, lo cual resulta muy problemático. En efecto, puede decirse que hay tantas concepciones de mito como estu­diosos del mismo. A ello se añade el hecho de que coloquialmente se le suele emparejar con otros términos más o menos sinónimos como leyen­da, fábula, cuento, etc. Para muchos autores estos conceptos designa­rían lo mismo. Sin pretender aquí dejar zanjada esta cuestión terminoló­gica diremos, siguiendo la autoridad del profesor García Gual, que un mito es un relato memorable y tradicional que se refiere a unos hechos y actuación de personajes extraordinarios en un tiempo prestigioso y leja­no. La leyenda, en cambio, habría que entenderla como narración popu­lar basada en hechos históricos y con personajes precisos y definidos. La fábula y el cuento quedan mucho más alejados, ya que la primera suele entenderse o bien como narración protagonizada por animales o bien como ficción alegórica, mientras que el segundo sería un relato de tipo maravilloso basado en una trama novelesca. En cualquier caso, a veces resulta imposible distinguir en el lenguaje coloquial lo "mítico" de lo "fabuloso" o de lo "maravilloso". Ahora bien, cuando hablamos de mi­tología canaria puede entenderse dos cosas: o los mitos clásicos y me­dievales de ascendencia greco-latina, o los mitos aborígenes de los anti­guos Canarios. Nuestro estudio se ocupa de los primeros. Para los segundos disponemos ya de excelentes monografías como las del profe­sor Tejera Gaspar, que citamos en la bibliografía. Una prueba de que la distinción que acabamos de hacer no siempre se respeta, la tenemos en obras como las de S. Martín y F. Duarte, en las que, al lado de leyendas aborígenes, como las de Gara y Jonay, Zebensui, Mayántigo, etc., se co­loca lo que nosotros entendemos como mitos, a saber, Atlántida, Cam­pos Elíseos, Islas Afortunadas, Jardín de las Hespérides, etc.
Por consiguiente, Cananas en la Mitología es un intento de análisis de todas las tradiciones míticas de origen fundamentalmente griego que de una u otra manera se han relacionado con nuestro Archipiélago a lo largo de su historia. Si bien es cierto que nuestras islas, para bien o para mal, no sufrieron los efectos de las colonizaciones griegas o romanas, por lo que la huella arqueológica de esas civilizaciones entre nosotros es mínima, sin embargo, debido a su posición occidental y extrema del mundo conocido entonces, recayó sobre ellas un extraordinario arsenal de mitos clásicos que los antiguos vagamente ubicaban por estos lares. De esta forma, puede decirse que Canarias se vio "míticamente" heleni-zada como pocas zonas del planeta.


1.1. Mitologización del Archipiélago Canario
La hermosa naturaleza de las Islas Canarias ha propiciado que sean aptas para engendrar mitos más que para ser habitadas por el hombre, de forma que, como ha expresado recientemente el profesor Tejera Gas­par, parece como si "los términos de mito y mitología estuvieran ya aso­ciados para siempre con Canarias". Todo aquí da la impresión de estar bajo los efectos del mito: su raza aborigen, sus montañas, sus árboles, hasta incluso su propio nombre. Por otro lado, prácticamente no hay His­toria de Canarias que no contenga uno o varios capítulos referidos al mundo antiguo. En ellos es frecuente encontrarse con una serie de tópi­cos, repetidos una y otra vez, sin apoyo documental serio, que suelen iniciarse con el conocimiento homérico de estas islas y terminar con la leyenda de San Brandan y su búsqueda del ansiado Paraíso, pasando por la referencia a los consabidos fenicios, cartagineses, gaditanos, grie­gos y romanos que, según sus autores, anduvieron por aquí desde el si­glo V a.C., por lo menos. Entre esos tópicos está también una serie de temas míticos greco-latinos que no suelen faltar en las introducciones históricas a nuestro pasado: Campos Elíseos, Islas de los Bienaventura­dos, Islas Afortunadas, Jardín de las Delicias, Jardín de las Hespérides, Atlántida, etc. Alguno de ellos sigue todavía con absoluta vigencia. Ca­bría preguntarse por qué tantos mitos en nuestro suelo. Quienes han es­tudiado el fenómeno coinciden en señalar que hay tres lugares muy pro­picios para situar en ellos las cosas más extraordinarias y maravillosas que se puedan imaginar: las islas, las montañas y los "extremos" de la tierra. La isla es un universo cerrado donde lo mítico existe por sí mismo fuera de las leyes habituales. Por eso no es de extrañar que un pueblo tan rico en islas como el griego haya desarrollado una mitología insular tan abundante como no se encuentra en ninguna zona terrestre. La isla es siempre un lugar privilegiado para el acontecer de fenómenos natura­les, para el nacimiento de situaciones humanas inusuales o para el desa­rrollo de lo exótico y milagroso. Hasta el Descubrimiento de América en el siglo XV Canarias era el extremo occidental del mundo conocido y es sabida la proliferación de pueblos y hechos fabulosos que se situaban en estos extremos, como explicamos en el capítulo dos. Por último, también las montañas son proclives a desarrollar misterios y fenómenos insólitos. Canarias participa de estos tres aspectos: es terreno insular, montañoso y fue en su momento extremo del mundo. De ahí, pues, su predisposi­ción al mito.
1.2. Geografía mítica
Los mitos clásicos referidos a Canarias que vamos a estudiar en nuestro trabajo suelen encuadrarse en lo que desde hace algún tiempo viene llamándose geografía mítica. Las relaciones entre la mitología y la geografía constituyen un dominio inmenso que abarcaría el origen de las divinidades que personifican pueblos y lugares, así como la gran canti­dad de mitos en relación con las colonizaciones y fundaciones de ciuda­des. En estas relaciones encontramos una influencia del tiempo en dos aspectos. De un lado, se añaden episodios y detalles que no siempre re-[…]


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