1. UNA PREHISTORIA INSULAR 1.1. Prehistoria y hecho insular
La etapa prehistórica del
Archipiélago Canario corresponde al periodo de tiempo transcurrido desde el asentamiento
de los primeros
pobladores hasta el momento de la incorporación de las islas al mundo europeo, poseedor de una
cultura y civilización superiores de carácter histórico, proceso éste que tiene lugar
durante el siglo XV de nuestra Era mediante una acción de conquista.
Durante ese tiempo se
desarrollan en las islas diversas culturas que, aun teniendo escritura, la parquedad y el
propio carácter de los textos conocidos impiden que puedan convertirse en
documento informativo conducente al conocimiento de las mismas, circunstancia que supone su
catalogación de prehistóricas. Se trata, por otro lado, de manifestaciones culturales
desarrolladas por gentes procedentes del vecino continente africano y que, en su proceso
de asentamiento y posterior
desarrollo, permanecerán con un carácter residual y marginal frente a la evolución
histórica de los circuitos más cercanos del Norte de África, Mediterráneo y Europa.
Estas comunidades prehistóricas ocupan, en el
momento de producirse la conquista, las siete islas del Archipiélago, manteniéndose aisladas entre si, hasta
el punto de que en cada una de ellas se hablan dialectos que impiden la comprensión
mutua. Esta circunstancia no parece corresponder a una situación
exclusivamente tardía en el desarrollo de la cultura aborigen, sino que los
estudios arqueológicos
proporcionan materiales suficientes para su confirmación en estadios anteriores, de tal manera
que podemos afirmar, sin
ninguna duda, que estamos ante culturas eminentemente insulares que funcionan como tales, es decir
aisladamente. Sin embargo, es bien
cierto, como veremos más adelante, que también aparecen algunos rasgos concomitantes o similares, pero son
siempre los menos, y parecen obedecer
más a una tradición común en los puntos
de origen de la población y a soluciones convergentes frente a un medio físico semejante, que a relaciones
directas interinsulares. Por ello
decimos que la Prehistoria de Canarias es una Prehistoria insular, lo que supone aceptar que los grupos de
población que arribaron a las islas
desarrollarían inicialmente un reconocimiento del medio con la finalidad de captar sus recursos y
llevar sobre los mismos estrategias
de subsistencia que les permitiesen consolidarse en un territorio que, al serles suficiente para sus necesidades, no generaría su proyección al exterior, por lo que
van a evolucionar aisladamente y,
con frecuencia, sin demasiados aportes renovadores exteriores, consolidándose,
en todo caso, como culturas eminentemente
insulares.
1.2. Bases para el conocimiento
Las circunstancias ya
señaladas, culturas prehistóricas y contemporaneidad -sincronía- con civilizaciones
más evolucionadas, permiten que el conocimiento de la Prehistoria del Archipiélago se apoye en fuentes diversas.
En primer lugar, cabe destacar
la existencia de fuentes escritas. Se trata de documentos de índole variada que
recogen, con mayor o menor intensidad, noticias generales sobre el Archipiélago, sus habitantes y cultura, lo cual
permite tener acceso a una información importante sobre la organización
socio-política, el mundo mágico religioso y la estructura económica, datos que
generalmente resultan de muy difícil interpretación a partir de los hallazgos
arqueológicos, máxime
si tenemos en cuenta que muchos aspectos del comportamiento humano no dejan huella
material. Sin embargo, estas fuentes escritas, si bien son importantes, resultan
bastante escasas numéricamente, lo que es evidencia del aislamiento y marginación del Archipiélago
respecto a las civilizaciones históricas contemporáneas. Junto a ello debe
tenerse en cuenta que esta información es, en ocasiones, muy superficial, reiterativa y
ofrece la visión de unas culturas en
su momento final (proceso de conquista y colonización), sin posibilidad de conocer la variabilidad interna de sus manifestaciones y el proceso de evolución de las mismas.
Las más antiguas noticias sobre
el Archipiélago proceden de textos greco-latinos que recogen menciones, a veces poco precisas, a la existencia de islas
en el Atlántico y a las "Makaron Nesoi" (Islas Afortunadas), siendo el texto de Plinio
el Viejo en el que se hace especial referencia al Archipiélago Canario, cuya descripción
alude al conocimiento que del mismo tuvo el rey luba II de Mauritania. La arqueología, hasta el
momento sólo ha permitido atestiguar la existencia de algunos materiales
romanos (ánforas), quizás liga-[…]
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