lunes, 3 de junio de 2013

LOS ABORIGENES





1. UNA PREHISTORIA INSULAR 1.1. Prehistoria y hecho insular
La etapa prehistórica del Archipiélago Canario corresponde al periodo de tiempo transcurrido desde el asentamiento de los prime­ros pobladores hasta el momento de la incorporación de las islas al mundo europeo, poseedor de una cultura y civilización superiores de carácter histórico, proceso éste que tiene lugar durante el siglo XV de nuestra Era mediante una acción de conquista. Durante ese tiempo se desarrollan en las islas diversas culturas que, aun tenien­do escritura, la parquedad y el propio carácter de los textos conoci­dos impiden que puedan convertirse en documento informativo con­ducente al conocimiento de las mismas, circunstancia que supone su catalogación de prehistóricas. Se trata, por otro lado, de mani­festaciones culturales desarrolladas por gentes procedentes del ve­cino continente africano y que, en su proceso de asentamiento y posterior desarrollo, permanecerán con un carácter residual y mar­ginal frente a la evolución histórica de los circuitos más cercanos del Norte de África, Mediterráneo y Europa.
Estas comunidades prehistóricas ocupan, en el momento de producirse la conquista, las siete islas del Archipiélago, mantenién­dose aisladas entre si, hasta el punto de que en cada una de ellas se hablan dialectos que impiden la comprensión mutua. Esta cir­cunstancia no parece corresponder a una situación exclusivamente tardía en el desarrollo de la cultura aborigen, sino que los estudios arqueológicos proporcionan materiales suficientes para su confir­mación en estadios anteriores, de tal manera que podemos afirmar, sin ninguna duda, que estamos ante culturas eminentemente insula­res que funcionan como tales, es decir aisladamente. Sin embargo, es bien cierto, como veremos más adelante, que también aparecen algunos rasgos concomitantes o similares, pero son siempre los menos, y parecen obedecer más a una tradición común en los pun­tos de origen de la población y a soluciones convergentes frente a un medio físico semejante, que a relaciones directas interinsulares. Por ello decimos que la Prehistoria de Canarias es una Prehistoria insular, lo que supone aceptar que los grupos de población que arri­baron a las islas desarrollarían inicialmente un reconocimiento del medio con la finalidad de captar sus recursos y llevar sobre los mis­mos estrategias de subsistencia que les permitiesen consolidarse en un territorio que, al serles suficiente para sus necesidades, no generaría su proyección al exterior, por lo que van a evolucionar ais­ladamente y, con frecuencia, sin demasiados aportes renovadores exteriores, consolidándose, en todo caso, como culturas eminente­mente insulares.
1.2. Bases para el conocimiento
Las circunstancias ya señaladas, culturas prehistóricas y con­temporaneidad -sincronía- con civilizaciones más evolucionadas, permiten que el conocimiento de la Prehistoria del Archipiélago se apoye en fuentes diversas.
En primer lugar, cabe destacar la existencia de fuentes escritas. Se trata de documentos de índole variada que recogen, con mayor o menor intensidad, noticias generales sobre el Archipiélago, sus ha­bitantes y cultura, lo cual permite tener acceso a una información importante sobre la organización socio-política, el mundo mágico re­ligioso y la estructura económica, datos que generalmente resultan de muy difícil interpretación a partir de los hallazgos arqueológicos, máxime si tenemos en cuenta que muchos aspectos del comporta­miento humano no dejan huella material. Sin embargo, estas fuentes escritas, si bien son importantes, resultan bastante escasas numéri­camente, lo que es evidencia del aislamiento y marginación del Ar­chipiélago respecto a las civilizaciones históricas contemporáneas. Junto a ello debe tenerse en cuenta que esta información es, en ocasiones, muy superficial, reiterativa y ofrece la visión de unas cul­turas en su momento final (proceso de conquista y colonización), sin posibilidad de conocer la variabilidad interna de sus manifesta­ciones y el proceso de evolución de las mismas.
Las más antiguas noticias sobre el Archipiélago proceden de textos greco-latinos que recogen menciones, a veces poco preci­sas, a la existencia de islas en el Atlántico y a las "Makaron Nesoi" (Islas Afortunadas), siendo el texto de Plinio el Viejo en el que se hace especial referencia al Archipiélago Canario, cuya descripción alude al conocimiento que del mismo tuvo el rey luba II de Maurita­nia. La arqueología, hasta el momento sólo ha permitido atestiguar la existencia de algunos materiales romanos (ánforas), quizás liga-[…]



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