Prólogo
El tiempo, como una fuente eternamente aplicada a su destino, cae,
implacable, sobre todo lo que somos, empeñado en erosionar nuestra memoria. Nos afanamos en luchar contra sus
reglas feroces y para ello nos refugiamos en el conocimiento, en la sabiduría
que nos trae explicaciones que quieren evitar el
olvido y desvelar nuestra cara más anónima.
En este contexto se asienta uno de los deberes inesquivables de la Dirección
General de Patrimonio
Histórico del Gobierno de Canarias: salvaguardar todo el legado que pervive
atado a nuestra memoria más íntima como
pueblo. Esta empresa se encauza a través de diversas
iniciativas, como la restauración, la investigación, la educación y, también, la edición de libros y revistas.
Textos que guarden todos aquellos trabajos que nuestros especialistas hayan
conseguido esbozar a través de muchos años de investigación y reflexión. Es en
este marco en el que hoy presentamos con orgullo la publicación de este
libro titulado Pervivencia de la lengua guanche en el habla común de El Hierro, de Maximiano Trapero, extensa monografía que ordena y resume, con
acertada perspectiva histórica y filológica, las numerosas contribuciones registradas a lo largo de la historia en relación al vocabulario usado en El Hierro, acaso la
isla más emblemática del Archipiélago por sus variopintas peculiaridades,
verdadero manantial de misterios y
suculento manjar para la inteligencia de cualquier investigador curioso.
Queda claro que el libro es una de las principales vías para ofrecer información a la sociedad en general y a la
comunidad científica en particular, sobre
todo porque a través de sus páginas se avanza con pie
firme por el tortuoso camino de la concienciación de nuestro pueblo cara a proteger su patrimonio. Se maltrata lo que se desconoce y por eso difundir y conocer cada vez mejor los
valores patrimoniales de nuestro Archipiélago
es una de las tareas que con mayor entusiasmo
enfrenta esta Dirección General de Patrimonio Histórico del Gobierno de
Canarias.
Es evidente que la necesidad de divulgar nuestro
patrimonio, en cualquiera de sus órdenes,
incluido el patrimonio léxico, objeto del actual trabajo de Maximiano Trapero,
investigador cuyas capacidades están fuera de
toda duda, es una de las más urgentes tareas que
nos asedian en la actualidad, para que así,
juntando todas las aportaciones, podamos esclarecer
el cuadro todavía incompleto de nuestra historia. Esta tarea se logra a través
de la edición de estudios tan rigurosos como el que ahora nos
ocupa, porque este libro aborda concienzudamente numerosos aspectos del patrimonio
léxico de El Hierro, tan importante además
para descifrar las claves lingüísticas de
muchas peculiaridades del habla de otras islas del Archipiélago. Es por eso que sólo nos cabe, para finalizar estas
palabras preliminares, felicitar al profesor Maximiano Trapero, por su
dedicación y entusiasmo, y también por su generosidad, porque ahora cualquier
interesado podrá acceder a sus investigaciones
y seguir edificando entre todos el mapa de nuestra cultura, la cartografía
apasionante de nuestro pasado y
nuestra historia. Sólo así podremos un día navegar el mar de nuestra memoria sin temor alguno al
naufragio.
José Manuel Alamo Gonzalez
Prólogo
El tiempo, como una fuente eternamente aplicada a su destino, cae,
implacable, sobre todo lo que somos, empeñado en erosionar nuestra memoria. Nos afanamos en luchar contra sus
reglas feroces y para ello nos refugiamos en el conocimiento, en la sabiduría
que nos trae explicaciones que quieren evitar el
olvido y desvelar nuestra cara más anónima.
En este contexto se asienta uno de los deberes inesquivables de la Dirección
General de Patrimonio
Histórico del Gobierno de Canarias: salvaguardar todo el legado que pervive
atado a nuestra memoria más íntima como
pueblo. Esta empresa se encauza a través de diversas
iniciativas, como la restauración, la investigación, la educación y, también, la edición de libros y revistas.
Textos que guarden todos aquellos trabajos que nuestros especialistas hayan
conseguido esbozar a través de muchos años de investigación y reflexión. Es en
este marco en el que hoy presentamos con orgullo la publicación de este
libro titulado Pervivencia de la lengua guanche en el habla común de El Hierro, de Maximiano Trapero, extensa monografía que ordena y resume, con
acertada perspectiva histórica y filológica, las numerosas contribuciones registradas a lo largo de la historia en relación al vocabulario usado en El Hierro, acaso la isla
más emblemática del Archipiélago por sus variopintas peculiaridades, verdadero
manantial de misterios y suculento
manjar para la inteligencia de cualquier investigador curioso.
Queda claro que el libro es una de las principales vías para ofrecer información a la sociedad en general y a la
comunidad científica en particular, sobre
todo porque a través de sus páginas se avanza con pie
firme por el tortuoso camino de la concienciación de nuestro pueblo cara a proteger su patrimonio. Se maltrata lo que se desconoce y por eso difundir y conocer cada vez mejor los
valores patrimoniales de nuestro Archipiélago
es una de las tareas que con mayor entusiasmo
enfrenta esta Dirección General de Patrimonio Histórico del Gobierno de
Canarias.
Es evidente que la necesidad de divulgar nuestro
patrimonio, en cualquiera de sus órdenes,
incluido el patrimonio léxico, objeto del actual trabajo de Maximiano Trapero,
investigador cuyas capacidades están fuera de
toda duda, es una de las más urgentes tareas que
nos asedian en la actualidad, para que así,
juntando todas las aportaciones, podamos esclarecer
el cuadro todavía incompleto de nuestra historia. Esta tarea se logra a través
de la edición de estudios tan rigurosos como el que ahora nos
ocupa, porque este libro aborda concienzudamente numerosos aspectos del patrimonio
léxico de El Hierro, tan importante además
para descifrar las claves lingüísticas de
muchas peculiaridades del habla de otras islas del Archipiélago. Es por eso que sólo nos cabe, para finalizar estas
palabras preliminares, felicitar al profesor Maximiano Trapero, por su
dedicación y entusiasmo, y también por su generosidad, porque ahora cualquier
interesado podrá acceder a sus
investigaciones y seguir edificando entre todos el mapa de nuestra cultura, la
cartografía apasionante de nuestro
pasado y nuestra historia. Sólo así podremos un día navegar el mar de nuestra memoria sin temor alguno al
naufragio.
Jose Manuel Álamo Gonzalez
Director General de Patrimonio Histórico del
Gobierno de Canaria
Director General de Patrimonio Histórico del
Gobierno de CanarjJ
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