martes, 13 de agosto de 2013

RECUERDOS DE UN JUEZ




PRÓLOGO
Gamo esas hojas, que caen, melancólicas y amarillas, en el otoño, también del árbol de mi vida, se han despren­dido estos recuerdos, que fueron publicados, domingo tras domingo, en las acogedoras páginas del "Diario de Avi­sos", de esta capital.
Ahora, y para evitar que el viento de cada día, los esparza y desvanezca, he seleccionado muchos de ellos, atenta mi memoria, primordialmente a personas que vivie­ron, y a hechos que ocurrieron en Canarias, porque en esta tierra transcurrió la mayor y mejor parte de mi carrera profesional, y aquí es donde —espero— culmine, definitivamente, mi existencia.
Son retazos de mi alma, expuestos con un acento lírico, no muy común en un hombre de leyes, y cuyo acento he preferido, impulsado, no sólo por una oculta y frustrada vocación, sino porque estimo que la dura y fría realidad del acontecer jurídico, debía de ir envuelta, con palabras que lleguen al corazón de quien las lea.
Aquí, pues, va el ayer, cada vez más lejano, unido a la serena confianza en nuestro común mañana. Porque, como dijera con sobrada emoción, don Miguel de Una-muno, "quien no tiene recuerdos, no tiene esperanzas".
josé Luis sánchez parodi
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