Prólogo
En la tierra descansa gran parte de lo que hemos
sido. La tierra atesora infinitos secretos
sobre nuestro pasado y el tiempo, capa a capa,
los va sepultando, como queriendo hurtarnos esa parte de nosotros mismos que es difícilmente registrable en libros, en documentos, en pruebas irrefutables. En esa tarea casi
imposible nos empeñamos, validando así un destino que implica cavar en el propio
destino, desentrañar las raíces del pasado para poder explicar, también, lo
que en el momento presente somos. Cruce de pasados remotos e intuición de futuro, el hombre insiste en
saber del hombre que fue. Así también el
hombre canario, que quiere escarbar en su identidad, reconocer los componentes
de la pasta de que está hecho, los misterios que conforman la naturaleza que lo
forjó y le dio existencia, sobre estos
peñascos atlánticos, remotos e inexplicables, que viven
antiguos a la espera de que les pongamos verdad científica a sus indescifrables caminos.
Y
desenterrar trozos de nuestro pasado es lo que se propone, en esencia, este trabajo firmado por Ernesto Martín
Rodríguez, que, por fin, ve la luz de la edición
de la mano de la Dirección General de Patrimonio
Histórico del Gobierno de Canarias: La Zarza, entre el
cielo y la tierra. Las interesantes y complejas estaciones
rupestres de La Zarza y La Zarcita, ubicadas
en el municipio palmero de Garafía, revisten un enorme interés científico por
múltiples motivos, entre los que cabe destacar, simplemente, la gran cantidad
de grabados que en esta zona se localizan. El documentado trabajo de Martín
Rodríguez sobre este yacimiento merecía la publicación y, estamos seguros, supondrá un verdadero paso de gigante en el
tortuoso camino de la investigación de la prehistoria insular. La satisfacción
por haber logrado poner en manos de lectores e investigadores este libro hay que unirla ahora a los denodados esfuerzos que hace
esta Dirección General de Patrimonio
Histórico del Gobierno de Canarias para dotar, a cada una de las islas, de infraestructuras capaces de soportar el peso de los respectivos patrimonios
arqueológicos insulares. Y este es el
caso de La Zarza y La Zarcita, cuyo Centro de Interpretación Arqueológica es ya
una realidad palpable y en marcha.
Con
la suma de esfuerzos, paciencia y trabajo sistemático, estamos consiguiendo, poco a poco, poner las piezas
difusas de ese puzzle que un día, no muy
lejano, reflejará, como un espejo, nuestro verdadero rostro, la
cara que por fin podrá observarse y descubrir sus rasgos, la identidad que la hace particular y que nos
ayudará a explicar lo que somos y,
sobre todo, lo que en el pasado fuimos, lo que en épocas prehistóricas fueron quienes nos precedieron sobre
estas islas atlánticas. Desde el
Gobierno de Canarias sólo podemos alentar a los que proponen invertir tiempo y esfuerzo en esa tarea
bella y necesaria, que también demanda
la sociedad canaria del futuro. Garantizar el correcto recibimiento de este amplio legado cultural es
tarea que nos concierne y que no
podemos hurtar a las generaciones venideras. Este libro de Ernesto Martín Rodríguez contribuye así,
de manera decisiva, al avance de las
investigaciones que nos conducen a saber más de nosotros mismos y, en definitiva, a recuperar para
nosotros un pasado que sólo a nosotros pertenece y que sólo a nosotros cabe
preservar.
josé manuel álamo
gonzález
Director General de Patrimonio Histórico del
Gobierno de Canarias
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