jueves, 1 de agosto de 2013

LA ZARZA: ENTRE EL CIELO Y LA TIERRA




Prólogo
En la tierra descansa gran parte de lo que hemos sido. La tierra atesora infinitos secretos sobre nuestro pasado y el tiempo, capa a capa, los va sepultando, como queriendo hurtarnos esa parte de nosotros mismos que es difícilmente registrable en libros, en docu­mentos, en pruebas irrefutables. En esa tarea casi imposible nos empeñamos, validando así un destino que implica cavar en el propio destino, desentrañar las raíces del pasado para poder explicar, tam­bién, lo que en el momento presente somos. Cruce de pasados remo­tos e intuición de futuro, el hombre insiste en saber del hombre que fue. Así también el hombre canario, que quiere escarbar en su iden­tidad, reconocer los componentes de la pasta de que está hecho, los misterios que conforman la naturaleza que lo forjó y le dio existen­cia, sobre estos peñascos atlánticos, remotos e inexplicables, que viven antiguos a la espera de que les pongamos verdad científica a sus indescifrables caminos.
Y desenterrar trozos de nuestro pasado es lo que se propone, en esencia, este trabajo firmado por Ernesto Martín Rodríguez, que, por fin, ve la luz de la edición de la mano de la Dirección General de Patrimonio Histórico del Gobierno de Canarias: La Zarza, entre el cielo y la tierra. Las interesantes y complejas estaciones rupestres de La Zarza y La Zarcita, ubicadas en el municipio palmero de Garafía, revisten un enorme interés científico por múltiples motivos, entre los que cabe destacar, simplemente, la gran cantidad de grabados que en esta zona se localizan. El documentado trabajo de Martín Rodríguez sobre este yacimiento merecía la publicación y, estamos seguros, supondrá un verdadero paso de gigante en el tortuoso camino de la investigación de la prehistoria insular. La satisfacción por haber logrado poner en manos de lectores e investigadores este libro hay que unirla ahora a los denodados esfuerzos que hace esta Dirección General de Patrimonio Histórico del Gobierno de Canarias para dotar, a cada una de las islas, de infraestructuras capaces de soportar el peso de los respectivos patrimonios arqueológicos insulares. Y este es el caso de La Zarza y La Zarcita, cuyo Centro de Interpretación Arqueológica es ya una realidad palpable y en marcha.
Con la suma de esfuerzos, paciencia y trabajo sistemático, esta­mos consiguiendo, poco a poco, poner las piezas difusas de ese puzzle que un día, no muy lejano, reflejará, como un espejo, nuestro verda­dero rostro, la cara que por fin podrá observarse y descubrir sus rasgos, la identidad que la hace particular y que nos ayudará a explicar lo que somos y, sobre todo, lo que en el pasado fuimos, lo que en épocas prehistóricas fueron quienes nos precedieron sobre estas islas atlánti­cas. Desde el Gobierno de Canarias sólo podemos alentar a los que proponen invertir tiempo y esfuerzo en esa tarea bella y necesaria, que también demanda la sociedad canaria del futuro. Garantizar el correc­to recibimiento de este amplio legado cultural es tarea que nos con­cierne y que no podemos hurtar a las generaciones venideras. Este libro de Ernesto Martín Rodríguez contribuye así, de manera decisiva, al avance de las investigaciones que nos conducen a saber más de noso­tros mismos y, en definitiva, a recuperar para nosotros un pasado que sólo a nosotros pertenece y que sólo a nosotros cabe preservar.
josé manuel álamo gonzález
Director General de Patrimonio Histórico del Gobierno de Canarias

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