jueves, 25 de julio de 2013

LA HISTORIA DEL 25 DE JULIO DE 1797 A LA LUZ DE LAS FUENTES DOCUMENTALES



PRESENTACIÓN

Meses antes de la publicación de Fuentes Documentales del 25 de Julio de 1797, la Tertulia de Amigos del 25 de Julio lanzó la idea de que, apo­yándose en su recopilación, transcripción y notas, se podría redactar una Historia del 25 de Julio que se acercara lo más posible a los hechos, pues todos los historiadores acudían a la Relación de José de Monteverde.
La consulta de las relaciones, memoriales, narraciones y poemas -sin quitar mé­ritos al "castellano" de San Cristóbal- permitía dudar de la veracidad de muchas de las afirmaciones que se vertían en la narración cuasi-oficial de la batalla, y casi todos los historiadores se habían apoyado en ella. Recordemos a Pedro de Prado Torres (1858), Francisco María de León (1868), José Desiré Dugour (1875), Felipe Poggi y Borsotto (1881), Agustín Millares Torres (1876-91), Mario Arozena (1897), Leopoldo Pedreira (1897), Antonio Rumeu de Armas (1947), Francisco Lanuza Cano (1955), Alejandro Cioranescu (1977-79) y Juan Arencibia (1995). La labor a desarrollar por Luis Cola Benítez y Daniel García Pulido era ardua, pues había que constatar casi minuto a minuto la secuencia de los combates según las versiones de los numerosos participantes en los acontecimientos, bien directamente o como me­ros testigos, inclinándola cada uno a su conveniencia.
Muchas han sido las preguntas que han tenido que contestar, otras quedan en el aire: ¿Existió el Virrey de México del que hablaba el Capitán Troubridge? ¿Era un barco o se trataba del Marqués de Branciforte, Comandante General de Canarias en­tre 1784 y 1789, que ejerció el cargo de virrey de México el 11 de julio de 1794 has­ta el 13 de marzo de 1798?
¿Cuáles eran las intenciones británicas? ¿Por qué atacó Nelson Santa Cruz? ¿Quería conquistar las Islas Canarias o venía exclusivamente a robar?
Entre las últimas disposiciones y la tensa espera, figura la de abrir una tronera pa­ra colocar un cañón con el que batir la playa; ¿de quién fue la idea? ¿Dónde se colo­có exactamente?
¿Cuándo se producen los primeros enfrentamientos? ¿Quién hundió el cúter Fox? ¿Dónde cayó herido Horacio Nelson? Las dudas al respecto son resueltas por los autores.
Otra pregunta que queda resuelta de forma minuciosa es: ¿Cuál fue la interven­ción del Batallón de Infantería de Canarias?
A la hora del recuento de los muertos, hay que hacer constar que el tertuliano Juan Carlos Cardell Cristellys, tras una rigurosa investigación, presentó a la Tertulia un do­cumentado trabajo sobre los muertos habidos en la batalla. Aunque la relación sigue siendo de 24, hay que suprimir a Bernardo García Valladares, que falleció el 18 de ju­lio de 1797, según consta en el correspondiente libro de la Parroquia de la Concep­ción, y añadir a Salvador Rodríguez Mallorquín, que falleció el 17 de agosto del mis­mo año a resulta de las heridas, según consta en el libro de la parroquia de San Juan Bautista de La Orotava. Igualmente hay que suprimir a Juan Amarilis ya que se trata del "alias" de Juan de Regla. La nueva relación actualizada es la que figura en esta Historia y en la placa de bronce situada en la gola del monumento a los Héroes del 25 de Julio, recientemente inaugurado.
Debo agradecer la amabilidad que ha tenido el señor Colin White, director del Real Museo Naval del Reino Unido, al remitirnos un nuevo libro y así poder dispo­ner de la valiosa información que proporciona la relación del capitán Miller, co­mandante del buque insignia de Horacio Nelson, el Theseus, encontrada reciente­mente por Kirstie Buckland entre los documentos de Sir Thomas Molyneaux, em­parentado con una hermana del capitán.
Para que este trabajo fuera completo, tal y como ya anunciábamos en la intro­ducción del catálogo La Gesta del 25 de Julio de 1797, sólo haría falta conocer la res­puesta que, por "'oficio triplicado del20 de octubre', dio don Antonio Gutiérrez a la pregunta que le hiciera el ministro Alvarez: "Así mismo, espera S.M. que VE. embíe, como ofrece, en primera ocasión noticia más circunstanciada del referido favorable suce­so, con expresión de las circunstancias que le hayan movido a capitular con los coman­dantes ingleses, el no embarazar o perseguir a sus tropas en el reembarco'. Este impor­tante documento cerraría la línea de investigación que abrió la Tertulia con la edi­ción de las Fuentes Documentales.
Debo felicitar a los autores por el magnífico trabajo de síntesis realizado, convir­tiendo un enmarañado conjunto de relatos casi indescifrables en un texto ameno, fluido y, sobre todo, equilibrado. Los grandes acontecimientos los describen los grandes historiadores, pero la pequeña historia, la que escriben los aficionados, es a veces igual de profunda, pues conocen los detalles, se recrean en los acontecimien­tos y el tiempo corre más lento. Este es el caso de los autores, verdaderos divulgado­res, proclamadores, publicistas y propagadores de la Gesta del 25 de Julio, que lo han hecho al estilo de Le Corbussier.
En nombre de los autores y de la Tertulia de Amigos del 25 de Julio queremos expresar nuestra gratitud al insigne catedrático y maestro de historiadores, el doctor don Antonio Rumeu de Armas, Director de la Real Academia de la Historia, por el magnífico prólogo, que convierte el inicio del libro en la antesala del Olimpo.
No hubiera sido posible la publicación de este libro sin la colaboración del Cabildo Insular de Tenerife y, en especial, de su consejera de Cultura Dña. Dulce
Xerach Pérez, y de la Caja General de Ahorros de Canarias en la persona de su Director D. Alfredo Oran Cury, que atendieron magníficamente al tertuliano don Sebastián Matías Delgado en la siempre ingrata labor de arañar fondos para la cul­tura; a DISA Corporación Petrolífera y a su director D. Rodolfo Rull Buixadera, que fue persuadido con su paciencia y exquisito tacto por el tertuliano don Luis Martínez Conejero días antes de que éste entrara en el "gozo" de la jubilación; y al Ayunta­miento de Santa Cruz de Tenerife, Organismo Autónomo de Cultura, presidido por el Teniente de Alcalde don Fernando Ballesteros Ballester que accedió a participar para completar el mecenazgo de la edición. A todos ellos nuestra gratitud.
Queremos también expresar nuestro agradecimiento a Dña. Isabel Borges Esté-vanez, a Dña. Carmen Cruz, viuda de Rivera, a Dña. Susana Groth de Iglesias, a don Alfredo Reyes Darias y al tertuliano don José Delgado Salazar por haber cedido imá­genes de sus archivos e, igualmente, a don César López Salvador, de librería Anti­cuaría Astrolabio, a la British Library, a la Biblioteca Nacional de París, a doña María del Carmen Duque, del Museo Municipal de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife, al Greenwich National Maritime Museum, al Mariner's Museum de Newport News, Virginia, al Museo del Ejército y al Servicio Histórico Militar. También de­bemos incluir en el capítulo de agradecimientos a don Mauricio González González, párroco de la iglesia de Nuestra Señora de la Concepción, por facilitar el acceso a los archivos de la parroquia.
Sería injusto no citar a los tertulianos D. Pedro Ontoria, D. Jesús Botana, D. José Luis García, D. Coriolano Guimerá y D. José Manuel Ledesma que, junto a los ya citados en este preámbulo, han mantenido viva la llama que ha permitido sacar ade­lante un sinnúmero de proyectos de entre los que debemos mencionar el Monumento a los Héroes del 25 de Julio de 1797.
Por último, quiero expresar mi gratitud a los autores por la confianza depositada al permitirme conducir esta obra y darme carta blanca en el cuidado de su presenta­ción. Dos son los motivos que indujeron a reproducir las 67 imágenes que se pre­sentan en este libro: en primer lugar permitir al lector seguir la narración y revivir los acontecimientos; en segundo lugar, volver a presentar las imágenes que ya fueron reproducidas en el catálogo, agotado, La Gesta del 25 de Julio de 1797, editado con motivo de la exposición organizada para celebrar el bicentenario. La muestra se ha completado con el retrato de Luis Marqueli, recientemente localizado, y con los di­seños realizados con ayuda de ordenador de los movimientos de las lanchas inglesas, el recorrido que realizaron los británicos y los movimientos del Batallón de Infante­ría de Canarias por el interior del viejo Santa Cruz.
juan Tous meliá
Coronel Director del Museo Militar de Canarias


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