Todos nos ponemos a hacer cuentas cada dos por tres.

Josefa Falcón Abreu

Todos nos ponemos a hacer cuentas cada dos por tres: Factura de la luz, del teléfono, del agua, la basura, compra para llenar la despensa y la nevera, ropa, calzado, cuadernos, gasolina…ufffffffffff….¡cuánto dinero hay que sacar…! Si ya sale más que entra…y hasta se hace muy común escuchar eso de: Me sobra mes a fin de sueldo….a todos nos pasa lo mismo, los sueldos se reducen y todo se encarece, es como una contradicción y así no hay quien viva. Para muchos es una auténtica odisea pasar el mes, para la mayoría de la gente una auténtica agonía…vamos, que tras pasar todo el día haciendo milagros llega la hora del descanso y nos vamos a dormir con todos los problemas, intentar conciliar el sueño así no es fácil y tras conseguirlo y pasadas unas pocas horas nos despertamos y ahí están de nuevo ellos, se adueñan de nuestra mente y vuelta a empezar de nuevo, decimos adiós al descanso y venga a pensar y pensar, nuestra mente se ha vuelto hiperactiva y así pasa siempre con todo tipo de problemas, es inútil tratar de evitarlos porque ellos parecen saber cómo adueñarse de nuestra mente. Nos pasamos la vida buscando soluciones, la propia vida se encarga de traernos cada día todas esa cosas que se entretejen entre sí para que no tengamos paz, hay también por supuesto cosas buenas, pero siempre nos parecen que abundan más las menos buenas y las malas. Tal vez también es que ya nos quejamos por todo, nos hemos vuelto un poco inconformistas y tenemos que pensar que la vida es así, que siempre ha tenido, tiene y tendrá cosas que nos complican nuestra existencia pero también esas otras que nos traen y dan satisfacciones, que también son muchas, lo importante es que siempre estemos dispuestos a afrontar todo y a saber separar unas cosas de otras para que así esas buenas cosas, podamos disfrutarlas plenamente. Vivimos una época complicada, complicada para todo. Vemos como cada día algo se desmorona, empresas que cierran, otras que echan a la calle a muchos de sus empleados…nuestra gente sufre carencias de casi todo, nos duele lo que tienen que vivir los más débiles, nos sentimos impotentes ante tanta desgracia y vivimos esperando que quienes tienen el poder y el deber de buscar soluciones lo hagan pero, las soluciones no llegan, está todo demasiado revuelto y ya ni saben por dónde tirar, en cambio vemos cada día como aparecen entre ellos mismos cosas que restan mucho que desear, esos asquerosos entramados que atesoran millones y millones a costa de todos nosotros pero que al final, por ser ellos quienes son terminan como si nada y mientras tanto todo eso va afectando la vida de los demás, la nuestra, y nosotros solo podemos alzar la voz y gritar nuestra disconformidad, nuestros derechos, pero debemos hacerlo juntos, así se nos oirá mejor, seremos indignados, aunque a mí me gusta más que nos llamen: Alzados… Buen día amigos…