Ser
comunista y ser independentista para nada es incompatible. Es lo más
comprometido y justo cuando se forma parte de una nación oprimida.
Desde
ciertos sectores de la izquierda se ha tendido a la inercia dogmática de pensar
que el integracionismo es siempre bueno y el independentismo es siempre malo.
Pero estos sectores deberían plantearse que sentido tiene defender el
integracionismo en un Estado, el español, cuya esencia es tan reaccionaria.
El Estado
español es un estado artificial creado por intereses y en base a la imposición
a los pueblos que hay en su interior. “España” nunca existió como pueblo. Fue
fruto de la alianza de terratenientes y oligarcas que crearon un mercado
unificado, constituyéndose en emporio comercial y político al que dieron el nombre
de España.
Este
estado artificial creado necesitaba parecer una nación y para ello crearon una
administración centralizada y anuladora de toda diferencia. Se apropiaron del
castellano para utilizarlo como instrumento de dominación política y le cambiaron
el nombre a español.
El actual
Estado Español es una superestructura imperialista y capitalista, un estado
cárcel de pueblos. Una estructura nada homogénea y formada por un conglomerado
de pueblos, de naciones oprimidas. Nacido de la negación de los pueblos por
sometimiento militar y conquista.
Eso que
llaman “España” nunca cuajo bien, siempre estuvo llena de contradicciones e
intereses contrapuestos, jamás logró articular eficazmente sus diversos
territorios y pueblos.
La
nación española es un fracaso histórico. “España” no es una nación, sino un
Estado opresor que ha mantenido la cohesión mediante un régimen de imposición.
Es
sarcástico que en la realidad opresiva de los pueblos que es el Estado español
haya sectores que reclamándose “comunistas” y de “izquierdas” defiendan la
unidad de “España”, que defiendan esta estructura opresiva y reaccionaria.
Los
republicanos españoles quieren maquillar de socialismo al estado opresor
español. Todo lo español, ya sea monárquico o republicano, es heredero del
viejo imperio, es heredero y continuador del orden imperial.
La
relación de cordialidad y solidaridad entre los pueblos tiene que basarse en la
libertad e independencia de esos pueblos. Mientras los pueblos no sean libres e
independientes no habrá solidaridad ni internacionalismo entre pueblos.
Así mismo
es de destacar que quienes más consecuentemente se han enfrentado al Estado
capitalista español y quienes le han asestado golpes más duros han sido
movimientos de liberación nacional e independentistas.
Ya desde
los tiempos de Franco se veía al rojo-separatismo como el mayor enemigo y el
más grave peligro para el Estado español. Destacado fue el papel de vanguardia
que jugo la Resistencia
vasca en el combate del franquismo.
Actualmente
los movimientos independentistas de izquierdas siguen siendo los que más
consecuentemente se enfrentan al Estado capitalista español, destacando el
papel del Movimiento de Liberación Nacional Vasco.
Cantabria
es una nación oprimida por el Estado español que ha sido sistemáticamente
agredida cultural, histórica y políticamente. Fue utilizada por los sucesivos
gobiernos españoles como cortafuegos entre Asturias y Euskal Herria. Como
comunista y como cantabro es una obligación luchar por la liberación nacional y
social de mi tierra.
En el
aspecto ideológico también quiero denunciar que much@s que se ponen la etiqueta
de “comunistas” en realidad de comunistas tienen bien poco y que lo único que
hacen es desprestigiar y ensuciar al comunismo.
El
comunismo es una teoría revolucionaria y no reformista, que desde una posición
de clase de vanguardia del proletariado, busca destruir la actual sociedad
capitalista y edificar otra radicalmente nueva en la que se darían los pasos
necesarios para propiciar la desaparición del Estado y las clases sociales con
el objetivo final de llegar a la sociedad comunista
Comunismo
no casa con Reformismo ni con conciliación de clases. L@s comunistas tenemos
como objetivo irrenunciable final la conquista del poder político por el
proletariado y la organización de la sociedad comunista. L@s comunistas somos
revolucionarios, no buscamos reformar el sistema sino destruirlo y construir
algo radicalmente nuevo.
L@s
comunistas defendemos que la fuerza motriz de la historia es la lucha de
clases. Frente a la conciliación oponemos el derrocamiento violento de las
clases opresoras, de la burguesía.
Ahora
esta muy de moda por ciertos sectores que se ponen las etiquetas de
“comunistas” y “revolucionarios” defender posiciones que en realidad son
Reformismo y Socialdemocracia. Edulcoran la teoría revolucionaria del
proletariado, defienden la validez únicamente de las formas de lucha pacificas,
defienden las tesis keynesianas, defienden la economía mixta, alimentan
ilusiones acerca de la capacidad de lograr reformas profundas en la estructura
del sistema sin cambiar la base, sin ir a la raíz.
En
realidad sus tesis no van más allá de reformar el capitalismo, son verdaderos
colchones que desactivan la lucha anticapitalista a favor de reformas. Teorías
reformistas que se las viste de un ropaje socialista. Pretenden un cambio
radical sin alterar el capitalismo ni la propiedad privada.
Un
ideólogo destacado de estas teorías es Heinz Dieterich, el cual además se
destaca como defensor del actual régimen chino, régimen que no tiene nada de
comunista y si mucho de capitalismo salvaje gestionado por un aparato
burocrático. Quien defiende a la
China actual se retrata así mismo. Las ideas verdaderamente
comunistas de Mao fueron vilmente traicionadas por los actuales dirigentes.
Artículo extraido de la
revista 'Nós', órgano de expresión de la organización socialista/cantabrista
'Abora'
Publicado por
cantabria_proletaria@yahoo.ca
Etiquetas: ANÁLISIS,
CANTABRIA
- PULÍTICA
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