COMIENZA EL DIA

El sol duerme aún y me despierto con prisas… poco a poco el olor a café invade la estancia… el día arranca lentamente con su bostezo salino.
Me espabila el buchito de café y despierto del sueño que es aún sueño de lo soñado.
El agua recorre mi cuerpo quitándome los restos de la noche… me miro al espejo… siempre la misma imagen: tez curtida, quemada por el sol ayudado por los prismas del mar… en la profundidad de mis ojos se vislumbra el paso del tiempo, un tiempo que no da tregua a nadie… un tiempo que castiga con su lentitud.

Me incorporo a la vida, la luz tenue de las farolas no alcanzan a iluminar las calles de mi pequeño pueblo pesquero… lleno mis pulmones con una gran bocanada de aire fresco… olor a marisco… olor a cabra… a campo… se mezcla en el silencio el canto del madrugador gallo que nos anuncia, que pronto despertará el día… esta es mi tierra.

Como si de una fotografía se tratara, la bahía se exhibe ante mi… las falúas fondeadas nos recuerda que estamos en época de pesca… mar tranquila, la quietud con la que se presenta simula un espejo que refleja la belleza del firmamento… en el horizonte se funde el mar y el cielo… sus colores son tan similares que no se puede distinguir quién es que.

Siluetas comienzan a moverse en la playa del Muelle Chico, las chalanas emprenden su camino deslizándose sobre los callaos para chocar contra las tímidas olas que acarician la orilla… es hora de enfrentarse a la realidad… es hora de enfrentarse a la mar… el chirriar de los remos se mezclan con el silencio del amanecer… solo se habla de pesca… carnada… nasas… palangres… chinchorros.
De improviso el ensordecedor ruido del motor de la falúa rompe repentinamente la tranquilidad de la penumbra y despierta al sol de su letargo… como si de una sincronización se tratara… comienza a asomarte tímidamente por el horizonte el Astro Rey… nuestras sombras se alargan hasta enredarse entre las calles de Puerto Cabras.

Comienza el día… es hora de enfrentarse a la mar.

Fernando Barrera D’Amico

Marzo de 2013.