jueves, 8 de agosto de 2013

LOS FRUTOS Y LOS DIAS





La vida siempre se ha considerado la gran escuela donde aprendemos diariamente. En sus calles, corno a través de los años, se desgranan las lecciones certeras que debemos asimilar, porque vivimos en un entorno que nos circunscribe y conforma, que nos instruye y modela. Saber mirar y comprender lo que vemos es la única manera de explicar a otros nuestras propias conclusiones. Todo tiene su causa y su consecuencia, nada ocurre al azar, por ello, para poder entender cada avatar que se nos presenta, debemos tener presente que hay cuestiones que nos afectan directamente otras que se nos escapan y el ritmo que imponemos, en ese sentido, a nuestras exigencias, marca el exponente de nuestro destino, una de las principales cuestiones que plantea Javier Lucea en este libro.
oaber vivir, saber disfrutar, paladear cada una de las estaciones del año, las etapas que traen consigo los meses y los días, la diversidad y riqueza de las tareas impuestas y la sabiduría para afrontar los obstáculos que se nos presenten son los factores que van a delimitar la riqueza de nuestro vivir. Esa es la esencia de esta publicación, que contiene valiosas sentencias y enseñanzas sobre el camino personal, y en la que, como en un juego de espejos, las palabras van tomando forma a través de las páginas trayéndonos ecos y resonancias que nos envuelven como si provinieran de aquellos que nos rodean y nos quieren. Tan sólo es necesario que activemos todos nuestros sentidos y agudicemos el pensamiento para conseguir llevar a buen puerto nuestro aprendizaje, que es a la vez tarea y premio, porque nos reporta las mayores satisfacciones.
í'l'n este libro que tienen entre sus manos se contiene esto, y mucho más. Lo sencillo y lo complejo, lo superficial y lo profundo se dan la mano conformando una simbiosis fructífera y perfectamente armonizada en la que la forma y el fondo se intercambian según las necesidades del lector. Estoy seguro de que quien se acerque a estas páginas impregnadas de interesantes y sabias sentencias disfrutará con las disertaciones filosófico-existenciales que el autor nos brinda como un regalo auténtico y necesario.

No hay comentarios:

Publicar un comentario