domingo, 25 de agosto de 2013

EL BANDOLERISMO EN CUBA




[2 TOMOS]
PRÓLOGO
I. LOS CANARIOS EN CUBA
"Cristóbal Colón, en su primer viaje en busca del continente que su ciencia le había revelado, hizo escala en estas islas y embarcó en sus bajeles algunos canarios. Desde entonces, desde el descubrimiento y sumisión de América, no se ha interrumpido en momento alguno, esa corriente de in­migración, que lleva año tras año millares de isleños a fecundizar con su sudor la tierra del nuevo mundo, y a presentar en contraste con los hábitos de abandono que engendra el clima americano la infatigable laboriosidad, la vigorosa resistencia en las rudas faenas del trabajo, y la poderosa ini­ciativa que son el patrimonio de los pueblos del viejo mundo: esa emigra­ción es la causa de que en todas las repúblicas Sud--Americanas, lo mismo que en Brasil y en las Antillas, se cuenten por millares las familias isleñas y el nombre canario tenga muy alta reputación..." Así justificaba en 1878 el Gobernador de Canarias sus gestiones para que Cuba acogiera una población canaria más importante *.
En Cuba, el primer "nombre canario de muy alta reputación" podría ser el de Silvestre de Balboa, primer poeta y primer poeta épico de Cuba, por los años 1608, autor de un largo poema narrativo misteriosamente titulado Espejo de paciencia. Curiosamente este escribano escritor que vivió unos cincuenta años en Cuba no escribió el relato de la conquista española, y en cierta medida cañaría, de Cuba, ni lo hizo nadie más tampoco; este vacío es comparable al que existe en las letras cañarías, que no cuentan con un romancero de la conquista de Cañarías por España.


"Solicitud dBien es verdad que el relato de la conquista de Cuba ya existía, y era tal que no dejaba espacio para una leyenda idealizante: son los múltiples apuntes acusadores de Las Casas, especialmente concentrados en la Bre­vísima relación de la destrucción de Indias, de 1542.
Con dos siglos de atraso aproximadamente, fue cómo las letras ca­narias crearon la epopeya de la conquista del archipiélago por los penin­sulares; concretamente, en 1604 se publicaba el Poema... de Antonio de Viana, que constituye el primer texto de contenido estrictamente canario, muy influido por La Araucana de Ercilla, y cuyos aciertos en la sugestión del paisaje se han señalado repetidas veces 2. No era Viana el único canario poeta entonces, sino que le precedía en pocos años Cairasco deFigueroa, con varias obras entre las que descuella la más salpicada de mar canario, su Templo militante..., de 1602. Resulta pues curioso que Balboa, que completa el trío, que recibió las mismas influencias por los mismos años antes de instalarse en Cuba, no se sintiera atraído por el tema de la conquista de Cuba como prolongación de las gestas isleñas, sino por el de la defensa de una porción del territorio cubano contra un invasor, el pirata francés Girón. Es como si para Balboa el arribo de los canarios, entre otros descubridores, conquista­dores y colonizadores, no fuera acontecimiento para relatar. Como si se si­tuara en tanto que criollo de la Gran Antilla desde siempre. Silvestre de Balboa se casó, en Cuba, con una criolla cuyo padre, Francisco de la Coba, había nacido en Gran Canaria 3. Esta unión se convertirá en elpatrón típico de los Canarios en Cuba: se van "aplatanando" en sus elecciones familiares, pero manteniendo una raíz isleña a medias durante dos o tres generaciones. Precede el relato, el Espejo de paciencia propiamente dicho, una colección de sonetos laudatorios. Entre éstos el de Antonio Hernández "el viejo ", natural de Canarias, dirigido a las ninfas, "aquí donde el amor pesca sin boya", concluye:
Ceñiréis de Silvestre ambas las sienes; pues con sus versos honra y engrandece de vuestra amenidad la patria amada.
el Gobernador de la provincia de Canarias al Capitán General de Cuba para el fomento de la inmigración canaria", Santa Cruz de Tenerife, 4 de abril de 1878 (Archivo Nacional de Cuba, Gobierno General, Miscelánea de expedientes, legajo 411, n° 19454), cit. en Manuel de Paz y Manuel Her­nández: La esclavitud blanca. Contribución a la historia del inmigrante canario en América. Siglo XIX, "Taller de Historia", Cabildo Insular de Fuer-teventura-Centro de la Cultura Popular Canaria, Santa Cruz de Tenerife, 1992, p. 171. […]
2.         V. Joaquín Artíles e Ignacio Quintana: Historia de la literatura canaria, Ca­
bildo Insular de Gran Canaria, Las Palmas, 1978, 389 p.
3.    El padre de Silvestre de Balboa procedía de Baeza, y su madre, Úrsula de Ro­
sales era de Gran Canaria. V. Silvestre de Balboa: Espejo de paciencia, edi­
ción facsímil a cargo de Cintio Vitier, Comisión Nacional Cubana de la
Unesco, La Habana, 1962, nota 7, p. 25.


No hay comentarios:

Publicar un comentario