miércoles, 10 de abril de 2013

BIBLIOTECA DE ARTISTAS CANARIOS





Colección de 32 tomos dedicados a pintores criollos canarios, con documentados estudios biográficos y de las obras de los artistas tratados.



TRAYECTORIA ARTÍSTICA Y PRINCIPALES ADVOCACIONES

A lo largo de su existencia, a caballo entre dos centurias, José Lujan Pérez consiguió el reconocimiento que a su maestría dieron sus contemporáneos. Sus primeros biógrafos Bartolomé Martínez de Escobar, su yerno, y Agustín Millares Torres fueron quienes sacaron a la luz pública, a mediados de la pa­sada centuria, los primeros datos referidos tanto a su vida como a su obra1. Posteriormente se han escrito otras biografías, publicadas en el presente siglo, como la de Santiago Tejera Quesada (1914), José Miguel Alzóla (1981) y Pedro González Sosa (1990)2. A ellas hay que sumar los innumerables trabajos apa­recidos en la prensa y revistas insulares, en los que se ha tratado sobre todo su producción escultórica, que han servido para que, poco a poco, se vaya configurando y esclareciendo su personalidad.
José Lujan Pérez nace en Guía (Gran Canaria) en el pago de Las Tres Pal­mas el 9 de mayo de 1756. Sin embargo, este hecho fue accidental ya que la residencia habitual de la familia se encontraba en la misma Guía, en una casa situada en la llamada calle de Enmedio3. Fue el segundo de los cinco hijos del matrimonio compuesto por José Lujan Bolaños y Ana Pérez Sánchez. De joven, dado que mostraba ciertas aptitudes artísticas, fue llevado por su pa­dre a estudiar dibujo a Las Palmas, siguiendo las recomendaciones de D. Blas Sánchez de Ochando, teniente del regimiento de Guía de las Milicias Provin­ciales. En este sentido, D.José Miguel Alzóla opina que en torno a 1770 pudo el joven Lujan comenzar a tomar lecciones de dibujo de manos del pintor ti-nerfeño Cristóbal Afonso Díaz4; pero no todos los estudiosos coinciden en esta apreciación. Es cierto que el maestro Afonso se casó en Gran Canaria con Petra Naranjo5, pero permaneció poco tiempo en la isla, de modo que en 1770 se hallaba nuevamente en Tenerife, concretamente en Icod, habién­dosele llamado para pintar el retrato de la fundadora de la capilla de los Do­lores D.a Bernarda Isabel Pérez Domínguez, y cinco años más tarde, en 1775, se traslada a La Orotava donde nacerán sus tres hijos6. Así pues, llegados a este punto, no parece probable que el contacto entre ambos artistas se produ­jera por estas fechas sino unos años después, quizás en la década de los 80. Sea como fuere, pensamos que muy poco pudo haberle enseñado Cristóbal […]

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