viernes, 8 de marzo de 2013

Hugo Rafael Chávez Frías: asesinado por el imperialismo yankee y la bastarda CIA.


  •  ¡Gloria eterna al Comandante de la República Bolivariana de Venezuela, el Comandante del pueblo revolucionario y socialista!

  • La misma mañana en que el mundo amanecía ya sin la presencia física, que no ausencia moral, de Hugo Chávez, tuve que pararle el carro a un escuálido venezolano que estaba faltando el respeto a la revolución bolivariana de su patria, como traidor escuálido que es. Le escuché ladrando mentiras a dos colonizados canarios ignorantes, y me acerqué, diciéndole; ¿Tú eres venezolano?, pregunté. Sí, contestó. Tú eres una mierda, le dije en su cara y delante de los otros dos individuos. El escuálido salió diciendo que eso lo era yo, y que yo era un marica. Me volví nuevamente y lo seguí hasta el cajero automático hacia donde se dirigía, y abriendo la puerta en donde iba a encerrarse, con el rabo entre las piernas, le dije que no se atreviera a insultarme en mi tierra, que él no es más que un escuálido. No hay que imaginar mucho para escuchar como la oligarquía y todos estos escuálidos imbéciles que confunden el hambre con las ganas de comer, chocan sus copas, brindando por la muerte de Hugo Chávez. Pero no tardarán en pudrirse en el olvido de la historia miserablemente, mientras la alargada sombra brillante y luminosa de Chávez seguirá siendo eterna, así como el amor y el valor del pueblo que supo apoyar y responder, sin vacilar, dando incluso su vida por él, y al ímpetu de un líder histórico y sus deseos revolucionarios de transformación social, justicia, igualdad y socialismo.
  • El imperialismo capitalista desde Estados Unidos, con el gobierno yankee de Obama a la cabeza, ha vuelto a hacer de las suyas. Todo parece indicar que tras la muerte de Hugo Chávez, desde que se le detectara un supuesto cáncer en un costado pélvico en 2.011, ha estado algún tipo de sustancia inducida por los bastardos servicios de espionaje del imperialismo. No olvidemos que en el año 2.001 la burguesía petrolera en alianza con la CIA trató de derrocar al gobierno legítimo electoralmente de Chávez, haciéndole un golpe de estado, amenazando con matarle si no firmaba la renuncia, cosa que Chávez no hizo.
  • El actual presidente en funciones, por orden de Chávez antes de regresar a Cuba para ser operado en el mes de diciembre pasado, Nicolás Maduro, hacía estas declaraciones horas antes de que se produjese el fallecimiento del Comandate Chávez. El mismo Chávez le había hablado recientemente de que tenía sospechas de que había sido víctima de algún tipo de agresión que le habría causado las dolencias que luego arrastró durante dos años, con varias intervenciones, hasta que la problemática de la insuficiencia cardiaca acabara con su vida.
  • La burguesía y oligarquía capitalista de Venezuela y de otros bastardos gobiernos, han vuelto a dar muestra de su hipocresía. Enseguida se han colocado la sotana del cura, pedido respeto por el cadáver del muerto, y dado el pésame a sus familiares y seguidores, pero no han sido capaces de reconocer que durante los últimos días no han hecho otra cosa que incordiar, tratar de aprovechar la coyuntura, sembrar incertidumbre entre el pueblo, buscar la inestabilidad política, sin reparar humanamente en que un compatriota estaba debatiéndose entre la vida y la muerte, y necesitaba tranquilidad máxima y reposo total para recuperarse. El escuálido líder de la oposición, no ha tardado incluso en tratar de interpretar la nueva situación política como la posibilidad de que el pueblo venezolano por fin va a poder tener esperanza… ¿Esperanza? ¿Olvida el escuálido de turno que el pueblo hace pocas semanas depositó su esperanza en Hugo Chávez Frías? ¿Es este escuálido una opción válida cuando es tan irrespetuoso con las reglas del juego democrático, a pesar de que había reconocido el triunfo otra vez porque quedaba políticamente correcto cuando se conocían los resultados de su derrota?
  • Hugo Rafael Chávez Frías, comandante de la República Bolivariana de Venezuela, ha hecho una tarea histórica que parecía imposible: devolverle la vida digna a las clases sociales más humildes y a la clase obrera de Venezuela, no sólo para reducir la miseria en que estaban ancladas, sino también para aportarles derecho a la salud y a la educación; y para ello no dudó en luchar contra la injusticia, construyendo una sociedad más justa y con mayor igualdad, defendiendo la posibilidad de hacer socialismo, distribuir las riquezas del país que tenían durante siglos secuestras las clases dominantes y sus aliados imperialistas.
  • Hugo Chávez, también excelente padre, compañero, amigo y abuelo, ha hecho mucho por el socialismo en su país y en el mundo; hubiera contribuido sin duda mucho más con su liderazgo, valor, moral y capacidad intelectual, uniendo y fortaleciendo al pueblo que ha amado y que le amará indefinidamente, y además impulsando las transformaciones revolucionarias que todo el sur de América venía necesitando hace siglos, desde que el colonialismo europeo y español, sobre todo, entró allí como una peste que aún perdura.
  • El imperialismo asesinó al Ché Guevara, otro de los grandes revolucionarios a quienes Chávez sin duda alguna amó, prosiguiendo su estela luminosa, y a quien supo igualarse en dignidad, coraje, moral y valor, muriendo en la batalla, como bien dijo estar dispuesto a afrontar que sucediera, y así ha sido.
  • También el imperialismo asesinó a Salvador Allende, el doctor chileno que dejó su vida por el pueblo y la unidad popular. Fidel Castro sobrevivió durante cincuenta años a más de 700 intentos de atentados por parte del imperialismo y de la gusanera cubana, todos ellos ya probados una vez incluso Estados Unidos los reconoció, o según se fueron destapando estas maniobras. Ahora todo parece indicar que el imperialismo ha atentando contra otro líder histórico de la revolución socialista que azotaba justamente contra la burguesía y las clases capitalistas del mundo y de toda América del sur.
  • La sombra de Chávez será brillante y luminosa, larga y eterna, y ha encontrado cobijo en el corazón de todo el mundo, principalmente del pueblo venezolano que ahora necesita nuestro apoyo, nuestra solidaridad, nuestra empatía y nuestras condolencias. El pueblo de Chávez, su partido, el ejército revolucionario que nos lega, y su líder, Nicolás Maduro, pueden contar con todos y con todas los socialistas y las socialistas del mundo, con todos y con todas las comunistas del mundo, con todos y con todas las antiimperialistas del mundo, para levantar el ánimo ante este duro golpe que el imperialismo nos asesta, pero que sabremos devolverles haciéndoles morder el polvo, de donde recogerán su arena anegada en sangre, como en Maceo en Cuba vislumbró.


VolCán7: www.actiweb.es/volcan7
Antonio Javier Gómez Jiménez
Doctor en Sociología.
Tenerife, Islas  Canarias.
6 de marzo de 2.013

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