martes, 19 de marzo de 2013

A TRAVÉS DE LAS ISLAS CANARIAS





PROLOGO
Cuando Don Cipriano de Arribas y Sánchez llegó a Canarias, éstas is­las habían despertado desde hacía años el interés de muchos europeos, unos por motivos científicos, otros en busca de su salud, otros con afán de enriquecerse y otros tantos para satisfacer su romántico espíritu aventurero en unas tierras relativamente cercanas a Europa.
Si bien las Canarias no fueron los campos Elíseos de los romanos, sin duda lo fueron para los europeos.
Esta empatia sentida por las islas era alimentada aún más por las tantas publicaciones de viajes y descripciones geográficas que se estaban haciendo so­bre las mismas: Grau-Bassas, Webb, Berthelot, Boris Saint Vicent, Verneau, Lendrú, etc.
A éstos escritores quiso sumarse el Sr. Arribas con su obra utilizando más fuentes orales que documentales para su cometido, ¡Cuántas veces se apar­ta y deja paso a los mismos informantes para que describan los hechos utili­zando sus propias palabras!.
El panorama tan paradisíaco que, a la vista de los europeos, presentaban las Canarias, no lo era para el isleño. Este, para subsistir, tenía que herir constan­temente la tierra, única fuente de alimentos.
La tierra no era un don del cielo, era el resultado de la abnegación del campesino que ha tenido que construir fuertes paredes para retenerla en las fal­das de las pendientes.
Los pueblos isleños estaban separados entre sí por profundos barrancos y apenas comunicados por veredas por las que circulaban mulos y camellos.
En cuanto a carreteras se refiere la parte más afortunada durante la época en que nos visitó de Arribas era el Norte de la isla de Tenerife desde Santa Cruz hasta Icod de los Vinos, los tramos hasta Garachico y los Silos se esta­ban construyendo aún en 1921 tal como podemos comprobar en los periódicos de esta época.
La falta de comunicaciones empujaba a los pueblos a una situación de autosubsistencia; casi todos se caracterizaban por una población diseminada ya que cada cual hacía su humilde casa de lo que pudiera y lo más cercana a sus cultivos.[…]

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