Josefa Falcón Abreu
Siempre he querido poder escribir algo interesante, hermoso, que llegue al corazón de la gente, que tenga un contenido humano, real, algo que tenga que ver con esta tierra, con gente de aquí, con historias de nuestra gente, la de antes, la de ahora…Cuando hablo con la gente mayor (Octogenarios hacia arriba )y me cuentan cómo fue su infancia, lo duro que era antes todo, como vestían, cómo apenas podían ir al colegio (entonces escuela), lo pronto que se tenían que levantar para hacer tantas cosas y luego ir a aprender a leer y a escribir, como dicen ellos, que era a lo más que aspiraban, a no quedarse analfabetos, oyéndoles contar sobre sus diversiones, sus noviazgos, como tenían que hacer para verse , para salir entre ellos…son esas cosas que a la gente de hoy nos parecen tan increíbles…Con cualquiera de esas historias bien se podría escribir un libro, y estoy segura que resultaría muy interesante, cuando menos curioso. El solo hecho de saber que para ir desde este pueblo, La Guancha, hasta Icod de los Vinos o Los Realejos tenían que hacerlo caminando, incluso para ir al médico, porque no habían guaguas y ni siquiera existían carreteras, ahora, para quienes hemos nacido con todo eso ya resuelto, nos resulta casi imposible de creer, pero ahí están ellos, con sus memorias y sus vivencias para hacernos saber que sí, que ha habido una evolución, que hubo un antes y un después, un ayer y un hoy. ¿Cualquier tiempo pasado fue mejor? Quizás no, pero ahora, pese a toda esa evolución siguen habiendo problemas, penas, miserias, no son como las de entonces pero son problemas y muy duros, y es que la vida siempre será ese calvario que hay que recorrer y que para unos será más o menos fácil y para otros todo lo contrario…Tamaragua amigos…
Febrero
de 2014.
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