Josefa Falcón Abreu
Domingo de un frío día de
invierno, ni siquiera se ha visto el sol, el frío es muy grande, casi gélido.
Mi pueblo tiene fama de tener uno de los climas más fríos de la isla, claro que
también en verano el calor hace estragos, las medianías del norte de Tenerife
son así de extremas, mucho frío en invierno y calor en verano. Pero mi pueblo
tiene, además de un clima extremo, otras muchas cosas, tiene un monte maravilloso:” El Monte Frío”, siempre vestido
de gala con el pino canario, las hayas, los brezos…también tiene un cerro lleno
de cultivos, “El Cerro Gordo”, en el que predomina la papa bonita, manzanos,
castaños, ciruelos, perales…cuando es la época de la floración es una maravilla
caminar por el lugar, ver mezclados el verde y blanco de su vegetación es algo
inigualable. La Guancha,
mi pueblo, también tiene belleza en sus calles y plazas, en su iglesia y si nos
vamos hasta la costa nos embriagaremos de más belleza aún la mirada
contemplando “El Charco del Viento”, lugar en el que he disfrutado cientos de
veces bañándome en sus aguas cristalinas, el lugar es, para quien no lo
conozca, como una hermosísima piscina natural, apenas unas rocas separan a
medias el mar del “charco”, las olas entran y salen constantemente por lo que
el agua siempre está limpia…Los pueblitos de mi isla son así de hermosos, desde
el más chiquitito al más grande, yo por ser guanchera hablo de mi pueblo pero
podría hablar perfectamente igual de San Juan de la Rambla que es mi otro
pueblo, de Icod de los Vinos, de Los Realejos, Garachico…en fin de todos los
queridos pueblitos de mi tierra a la que adoro…Tamaragua amigos…
Febrero de 2014.
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