Historia.
En esta isla de Tenerife unos afirmaban que no había en los cuerpos alma racional, que en muriendo el cuerpo todo se acababa; otros confesaban haber un dios universal, y llamaban Jucancha: juraban solemnemente por el sol llamado Acaman, y que había otro señor que gobernaba el mundo; y las cosas sublunares llaman Yagua hiraji; compuesto de guaia que significa espíritu, y hiregi cielo. Conocen haber demonio y llaman guaiota, y que el solo tiene pena en la tierra, y en los sitios donde hay volcanes, fuego, y azufre, y en particular en el monte de Teide adoraban por cosa celestial, y suprema deidad a la Virgen de Candelaria, y a el Niño en su mano derecha llamaban Chijoragi. Hasta el tiempo de la invasión contaban haber cien años solares que tenían a esta señora en su tierra, muy pocos mas o menos y hacía en ellos admirables prodigios en medio de ser paganos, e idolatras; hacían largas romerías a visitar los huesos de sus sepulcros en todo semejantes a los canarios, y en particular había lo mas frecuentes en el pico del Teide, y también juraban por los huesos de sus antepasados a modo de venganza, o pleito homenaje, en sus sacrificios se les aparecía el demonio en varias apariencias, y lo ordinario en la de perro grande, y lleno todo de lana, llamaban cancha y gucancha: otros ponían el cuerpo tendido vota abajo hablando algunas palabras dentro de un hoyo y así llamaban a el ausente aunque fuese de muy larga distancia.
Enero
de 2014.
Fuente: Historia de las siete Islas de Canaria. Tomás Arias Marín de Cubas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario