REVISTA DE HISTORIA
Números 115-116
Julio-Diciembre de 1956
FACULTAD DE
FILOSOFÍA Y LETRAS
Director el Decano
Dr. Elias Serra Ráfols
NOTAS SOBRE LOS REYES DE TENERIFE Y SUS FAMILIAS
Por
Leopoldo de LA ROSA OLIVERA
En
el anuario del Instituto de Estudios Caparios «Tagoro», publicamos en 1944, con
el Dr. Serra, Los reinos de Tenerife,
donde aceptábamos la tesis que había sustentado nuestro llorado amigo B. Bonnet
en El mito de los nueve menceyes, inserto en el número 42 de Revista de
Historia, en cuanto a las fantásticas genealogías que de los reyes guanches
habían forjado algunos de nuestros historiadores; pero, en cambio, rechazábamos
su supuesto de inexistencia de los nueve bandos o reinos en que la Isla estaba dividida al
tiempo de su conquista por Fernández de Lugo.
Aportamos
entonces en apoyo de nuestra posición diversos documentos, muy particularmente
escrituras de datas del Adelantado en las que se hacía mención de tales reinos,
y posteriormente la misma ha sido plenamente confirmada por el contenido de la antiguos
menceyes de ia Isla, al tiempo que notamos que los Baute o Ibaute, tenidos por
nuestros genealogistas como descendientes del rey de Daute, eran sólo «de los
antiguos hidalgos de Naga», como afirman probanzas más cercanas a la conquista,
y aclaramos
la
distinta personalidad del famoso don Fernando Guanarteme de la de un su
homónimo y pariente.
Aprovechadas
ya estas noticias, muy particularmente por Rumeu de Armas en su interesante
monografía Alonso de Lugo en la corte de los Reyes Católicos, algunos
nuevos datos que las completan y en parte rectifican nos han inducido a
recogerlos y darlos ahora a la luz, ya que, si no exhaustivos, si los
consideramos de interés con el fin de contribuir a aclarar en lo posible esta
oscura parte de la historia insular.
Recogemos
aquí sólo las noticias que hemos podido comprobar, cuando la condición de
mencey o de hijo o pariente cercano de los mismos así se expresa, o bien cuando
el uso del don induce, sin género de dudas, a afirmar tal parentesco.
Es
de notar —y nada tiene de extraño— que así como las noticias sobre los reyes o
sus deudos de los bandos de paces son relativamente numerosas, salvo del de
Güímar, de los que hasta ahora no tenemos referencia, en cambio de los de
guerra, si las hay, son escasísimas, ya que por muy cercano que fuese el
parentesco no escaparon a ser buena presa del conquistador, y de ello tenemos
conocido ejemplo con el hijo de Bentor, el digno sucesor de Benitomo de Taoro.
Adviértese
también en los documentos notariales de los comienzos de la colonización la
posición relativamente importante de algunos guanches, principalmente de los
bandos de paces, que no eran hijos ni parientes inmediatos de los reyes, lo que
nos hace pensar que se trata de eficaces auxiliares de los castellanos, que
lograron conservar sus bienes.
Debemos
hacer constar que el uso del nombre del bando como apellido no índica necesariamente
parentesco con sus reyes, sino sólo procedencia del lugar; y es sabido que en
muchos casos los apellidos adoptados por los indígenas fueron los de sus padrinos,
o bien, como en el de los hijos del rey don Diego de Adexe, su patronímico
Díaz. Por ello, repetimos, sólo cuando se expresa tal circunstancia o se da el
uso del don hay prueba evidente del tal rango o parentesco.
Bajo
los epígrafes que siguen agrupamos las noticias que de los personajes de
aquellos bandos tradicionales —Abona, Adexe, Anaga, Tacoronte y Tegueste— hemos
podido reunir, para luego referirnos al «bando de Imobad», que aún no hemos
podido precisar
con
exactitud, si bien creemos se trata del de Taoro.
La familia del rey de Abona
De
una hermana y cuatro hijos del rey de Abona nos dan noticias los documentos de
la época: la hermana se llamó doña Mencía y su nombre y parentesco consta del
testamento de Francisca de Tacoronte, la mujer de Gonzalo del Castillo, la cual
confiesa deber a aquélla cierta cantidad; de los hijos del rey, uno es varón,
«don Pedro, guanche, hijo del rey de Abona, ya difunto...», como dice escritura
que otorgó Antón de los Olivos, su tutor, con Alonso Sánchez de Morales, el 27
de mayo de 1510,' y las tres restantes hembras.
De
éstas, doña Ana de Abona o Ana Márquez, «criada» de Antón de los Olivos, casó
con Hernando de Ibaute, «de los hidalgos antiguos de Naga», y éste le otorgó
escritura de recibo de arras, ante Sebastián Péez, el 3 de noviembre de 1507.
No tuvo hijos de su matrimonio, como declara su marido en el testamento que
otorgó, ante Juan del Castillo, el 16 de mayo de 1536.
Otra
se llamó doña Isabel, fue casada con Miguel de Güimar, y en unión de su citada
hermana reconoció deuda a Alonso Velázquez, como consecuencia de pleito que
sostenían con Juan Delgado, ante Antón de Valle 10, el 13 de febrero de 1512,
documento en que se expresa que eran hijas del rey de Abona.
Y
la tercera fue doña Constanza, que estaba bajo la tutela de don Pedro de Adexe
el 21 de enero de 1508, cuando hace obligación a su favor Miguel Pérez de
Marchena, ante Sebastián Páez.
La
menor edad de dos de los hijos del rey de Abona en 1508 y 1510 hace pensar que
este mencey era todavía joven al tiempo de la conquista, aunque hemos visto que
en esta última fecha ya había muerto, y acaso desde la anterior, si bien no
sabemos dónde ni el lugar en que pasara los años de su destierro.
Estas
son las noticias comprobadas sobre los hijos del último rey de Abona. Pero
hemos de rechazar la afirmación de nuestros genealogistas de que un Gaspar
Hernández, guanche rico que se nombra en varios documentos de los primeros años
posteriores a la conquista, fuese el propio mencey de este bando. Aparte de que
Gaspar era vivo después del 1510, en que era «ya difunto» dicho rey, tal
indígena ni siquiera era del bando de Abona, sino del de Anaga, como lo prueban
dos documentos de 1508: el 25 de agosto de dicho año Gaspar Fernández y Sebastián
de Naga dan poder a Juan González; y éste, el 2 de octubre siguiente, «como
procurador de Gaspar y Sebastián de Naga>, sustituye tales poderes en Diego
Dorador." Gaspar otorgó testamento, ante Alonso Gutiérrez, el 4 de octubre
de 1527, y de él volveremos a ocuparnos más tarde.
Tampoco
nos merecen mayor crédito las noticias de los testigos de las informaciones
hechas por Luís García Izquierdo y su primo Martín Cabeza, ante el Teniente de
Corregidor de Tenerife Ldo. Rada y el escribano Luís Méndez, el 15 de julio de 1611,
que los hace descendientes de Catalina García, hija del rey de Abona, y de doña
Mencía, la que afirman q\xe a su vez lo era del mencey de
Taoro. La fantasía de tal probanza,
y de todas las de sus descendientes sobre el tronco de esta familia, Hernán García,
al decir que era natural del lugar del Castillo, en la provincia de Trasmiera,
del arzobispado de Burgos, conquistador de Tenerife, capitán y hasta caballero
de la orden de Santiago, es hoy bien notoria, cuando sabemos que era natural de
Alcaraz, de donde tuvo que huir por haber tenido relaciones con una cuñada
suya; que vino por primera vez a las Islas con Fernández de Lugo en 1497, finalizada
totalmente la conquista; y que no fue capitán ni caballero de ninguna orden, sino clérigo,
canónigo y vicario de la Isla ;
y así mal podemos creer lo que digan de aquella abuela indígena.
Ahora bien, la tradición de
que los García del Castillo de Chasna, sus descendientes, procedían de los
reyes guanches no fue rechazada por la Inquisición , como resulta, entre otros, del expediente
de fray Pedro García del Castillo, aprobado el 9 de noviembre de 1653, en el
qué los siete testigos que deponen declaran que descendía de los primeros reyes
de la Isla , pues
para algunos lo era del rey Bencomo, para otro del de Taoro y para un tercero
del de Anaga." No rechazamos tal posibilidad, pero hemos de advertir que
no conocemos ningún documento de la primera mitad del XVI que la confirme.
El rey de Adexe y su
familia
No son nuevos los
conocimientos sobre el rey que gobernaba el bando de Adexe, a raíz de la
conquista, bautizado con el nombre de Diego.
En diversas escrituras y datas se le dice así:
«Don
Diego, rey que érades de Adexe...»
Es
también sabido que este rey fue el único de los de Tenerife que logró eludir su
viaje a Almazán, para aquella simbólica presentación a los Reyes Católicos,
como piensa Rumeu; o quién sabe si hizo el viaje y consiguió regresar a la Isla. Como quiera que fuera,
hay que pensar que su constante fidelidad a Fernández de Lugo y el valor de su
ayuda le fueron extremadamente útiles en el futuro.
Lo
que consideramos que es pura invención de los genealogístas es que se le
concediera el siguiente escudo de armas: En campo de oro, dos palmas de su
color cruzadas, coronadas de oro; a diestra y siniestra una R y una D, y en la
parte media dos rejas abiertas, con tres ovejas blancas dentro, y al pie de las
rejas dos lobos blancos con collares rojos.
El
Adelantado le dio en repartimiento el fértil valle de Masca, con todas sus
tierras y aguas, «para vuestros ganados e para que fagáis vuestras heredades»,
salvo tres fanegas que ya había dado a Pedro de Talavera, y cien fanegas de
tierra de sembradura de sequero en Taxo o Taxon, o sea en el valle de Santiago,
debajo de Arjo, el actual Erjos.
También
logró otras tierras dentro de su antiguo reino, que Jerónimo de Valdés, Guillen
Castellano, Francisco de Espinosa y Andrés Suárez Gallinato le señalaron, con poderes
del Adelantado, el 11 de julio de 1504, en la cantidad de treinta fanegas, «en el
reino de Adexe, donde se parten los términos con Abona», así como el agua
necesaria para su riego del «agua de Chasna».
Poco
después muestro don Diego, ya que en cabildo de 17 de noviembre de 1505 los
regidores se quejan de que los herederos del rey de Adexe, como también Cristóbal
de Ponte y Gonzalianes, incumplían ordenanza sobre la carne.
El
17 de abril de 1529 el beneficiado del lugar de Icod Ruy Blas dictó su
codicilo, y en él dice: «Mando que digan por el ánima de don Diego, rey de
Adexe, defunto, un treintanario cerrado por su ánima, porque se lo debo». Como
puede verse, este clérigo no se había apresurado a cumplir la voluntad del jefe
indígena, y el temor de la muerte se lo hizo recordar.
Los
genealogistas llaman a su esposa doña Catalina de Lugo, pero hasta ahora no
conocemos documento en que se la cite por su nombre. Ella o su hija fue forzada
por Jerónimo de Valdés, el hijo de Pedro de la Algaba y sobrino del
Adelantado, caballero
inquieto
y donjuanesco, hecho que motivó gran escándalo y obligó a Fernández de Lugo a
desterrarlo a Tagaos." De los hijos de don Diego de Adexe conocemos a los
que siguen:
Don
Alonso, citado en dos documentos: en uno, de 29 de abril de 1509, transa, en
unión del que luego sería su cuñado, Andrés de Güímar, con Antón de Ortega,
apoderado del Adelantado, pleito que tenían con éste sobre ciertas
cabras," noticia que sirvió al cronista de Icod don Emeterio Gutiérrez
para su articulo
El pleito de los dos Alonsos; y el otro, de 26 de noviembre de 1624, sobre
división de las tierras del valle de Santiago, del que resulta que don Alonso
había vendido su parte en las mismas a Gonzalo de Guadalcanal.
Don
Fernando, al que instituyó heredero su primo y homónimo Fernando Díaz, en
testamento que otorgó el 3 de septiembre de 1513, y al que pudiera referirse
Antón González, natural de la
Isla , cuando en el suyo, otorgado ante Juan Núñez Jáimez, el 24
de enero de 1556, dice que como no tiene herederos forzosos deja sus bienes a
«Juan Fernandas Hidalgo, hijo de don Fernando, casado con mi sobrina Juana
Peres».
El
tercer hijo varón es don Diego, heredero asimismo de su primo Fernando Díaz y
casado con Leonor de Vera, a la que dotó Francisco de Tacoronte, en 1513, como
hija de su mujer Leonor Afonso.
De
dos hijas tenemos también noticias: doña Inés Díaz, que vivió casada con Juan
de Bonilla, guanche, vecino de Daute en 1530 y con el que tuvo dos hijos,
Melchora de Bonilla y Alonso Díaz, casado éste con Angela Gómez; y doña María
Díaz o doña María de Lugo o doña María de Adexe, que estuvo casada primero con
don Pedro de Adexe, sin duda hermano o pariente muy cercano de su padre, que
estaba preso por el alcalde mayor en 1502 y que murió después de 12 de agosto
de 1512 y antes de mediados de 1513, ya que el 31 de julio de este año se otorga
escritura para nombramiento de curador de sus hijos," posible mente cuando
doña María iba a contraer su segundo matrimonio con Andrés de Güímar, guanche
principal del bando de su apellido, que, esclavo de guerra, pese a ser de uno
de los reinos de paces, pasó a la propiedad y servicio del regidor Fernando de Llerena,
cuyo apellido tomó y es conocido indistintamente con ambos nombres. Catalina
Fernández, tía de Andrés de Güímar, que tenía regular tortura en tierras y
casas en la ciudad, lo dejó por su heredero, por testamento que otorgó ante
Sebastián Páez, el 4 de noviembre de 1505, precisamente para que con el
producto de la herencia se «ahorrase», y nombra albacea al propio Fernando de
Llerena.2" Las relaciones entre éste y su antiguo esclavo continuaron siendo
buenas, ya que Andrés le dio poder al regidor, el 2 de septiembre de 1510, para
resolver sus pleitos y cobrar sus deudas.
La
personalidad de Andrés de Güímar o de Llerena es interesante. Perseguido por el
Adelantado, que sin duda continuaba considerándolo presa de buena guerra, quién
sabe si porque fue alguno de los que de su bando siguieron a los que
defendieron la independencia de la
Isla , es el caso que logró de los Reyes cartas de seguro en
abril del año 1515; una por sí y en nombre de los guanches de la Isla contra las medidas del
Adelantado en que les prohibía llevar armas y les obligaba a ir a la ciudad con
gran perjuicio para sus bienes; otra por la cual se ordenaba a don Alonso que
pagara a aquél el resto de los maravedís que le debía como consecuencia de
pleito que habían sostenido, en el que el Gobernador había sido condenado; y la
tercera, porque «se teme que por odio e enemistad e malquerencia que con él han
e tienen don Alonso Fernández de Lujo e sus parientes e ornes e criados... le ferirán
o matarán o lisiarán o perderán o le tomarán o ocuparán sus bienes contra toda
razón e derecho...» pide y le dan carta de seguro."
Doña
María de Adexe tuvo hijos de sus dos matrimonios: del primero, a Marcos Pérez,
Hernán Pérez, Diego Pérez, Juan de Regla e Isabel Pérez. Los dos primeros los
cita su padrastro en su testamento. Hernán casó con Antonia Hernández, hija de Pedro
Vizcaíno, guanche, y tuvo de su matrimonio a Isabel Pérez, con numerosa
posteridad de su enlece con Pedro de Vargas. Juan de Regla vivió casado con
Luisa Delgado y también dejó descendencia.
Con
Andrés de Llerena tuvo doña María cuatro hijos: Diego de Llerena, María Díaz,
de la que luego hablaremos, Andrés de Llerena y Catalina de Luis, que tomó el
nombre de su abuela, si realmente asi se llamó. Del primero y la última nada
sabemos; los otros dos dejaron numerosa posteridad.
Andrés
de Llerena otorgó su testamento ante Alonso Gutiérrez, el 4 de septiembre de
1527, cuando iba de cabalgada a Berbería con el segundo Adelantado, don Pedro
Fernández de Lugo, y probablemente murió en esta expedición. María Díaz, su
hija, casó con Juan Gaspar, hijo de los citados Gaspar Fernández y Catalina
Francisca, guanches importantes del bando de Anaga. Pretendieron reivindicar
las tierras del barranco de Masca, que habían sido dadas al rey don Diego, y al
efecto Juan Gaspar, «natural e vezino que soy desta ysla de Thenerífe, asy como
marido e conjunta persona que soy de María Díaz, mi legítima muger, nieta del
rey de Adexe don Diego, difunto, questá en gloria», otorgó poder en Garachico,
ante Antón Martín, el 16 de octubre de 1547.81
De
este matrimonio fue hija única Juana Díaz, mujer sin hijos de Juan Marrero, que
siguieron pleito, para reivindicar Masca, con Baltasar Asensio y otros, y a
este efecto hicieron informaciones en 1594, a virtud de receptoría de la Audiencia de Canarias,
para
probar
que Juana era bisnieta de don Diego, «que al tiempo que fallecieron sus padres
quedó niña de poca edad e después se casó con Juan Marrero e durante su matrimonio
ovieron por sus hijos lexítimos.
Más
de un siglo después los hermanos Juan Alonso Bencomo y el alférez Diego Alonso,
vscinos de Güímar, hicieron información probatoria de ser tataranietos de Juana
Díaz, mujer de Juan Marrero, y afírman que ésta fue «heredera universal del rey
don Diego».
Aún
entonces seguían pleito sobre el valle de Masca y demás bienes del mencey,
ahora con un Sebastián Bello.
No
vamos a seguir, por ser ajeno a nuestro propósito, la descendencia de don Diego
de Adexe, por demás numerosa, pero si a referirnos a otros parientes cercanos
suyos a raíz de la conquista.
Ya
hemos citado a Fernando Díaz, que dice en su testamento ante Llerena, el 3 de
septiembre de 1513, que era sobrino de don Diego y nieto de María de Daute, e
intituye herederos, para el caso de no tener posteridad de su mujer. Barbóla de
Adexe, a la que deja en cinta, a sus primos don Fernando y don Diego. Pero tuvo
una hija postuma, María, a la que dan por tutor a su primo don Diego, al
siguiente año 1514, ante Hernán Guerra, cuando su viuda Barbóla iba a casar de
nuevo con otro guanche de su
bando,
Juan de Adexe.
También
hemos mencionado a don Pedro de Adexe, yerno del rey, aquel que estaba preso en
1502 y que varios guanches piden sea puesto en libertad para ir a reprimir a
los alzados de aquel bando, en cabildo de 25 de noviembre de aquel año.
Pero
todavía de otro pariente de don Diego tenemos noticias indubitadas: se llamaba,
después de la conquista, Juan Delgado, y en un albalá de fecha 21 de junio de
1514 se dice «... a vos Juan Delgado, primo del rey que fue de Adexe...» En
otros documentos que se aportaron a la información hecha en Icod por sus
descendientes los hermanos Lorenzo y Juan Díaz Delgado, en 1646, se le
llama «Juan Delgado Bensa», y a su mujer «Juana Hernández Carujame». Pensamos
que estos dos últimos nombres deben corresponder a los que tenía antes de su
bautismo.
De otro indígena de nombre don
Diego nos hablan los documentos tinerfeños de esta época; pero no se trata
de un guanche, sino de un natural de Gran Canaria, y debe de corresponder, sin
ningún género de dudas, a alguno de los antiguos jefes de dicha
isla, aunque no lo hemos
podido identificar. Habla de él su hija Leonor Hernández en un poder que da a
su marido, Juan Cabello, para que «saque una suerte de tierra que tiene en
Telde, en la vega, de manos de quien la tuviere>. Lo extendió ante Sebastián
Páez, el 6 de febrero de 1507, y en él nombra a su padre, «don Diego, defunto»,
y a su hermano Luis Hernández. Ante el propio escribano.el 18 de junio de 1511,
los dos hermanos dan poder al propio Cabello para acabar el pleito que
sostenían con Alonso de Matos sobre tales tierras. De Juan Cabello ya teníamos
noticias: natural de Gran Canaria, conquistador de La Gomera , La Palma y Tenerife y poblador
de esta última isla, en unión de Juan Beltrán se había dirigido a los Reyes en
queja de los abusos que, se cometían con los canarios establecidos en Tenerife,
y obtuvo, en enero de 1515, cartas reales de seguro.
Anaga
Tuvo su morada el rey de
este bando en Las Mesas de Jiménez, en las cuevas llamadas de Araguaite, que
los herederos de Miguel Perdomo y Mencía de Cabrera vendieron en 150 reales a
Cristóbal de Aroche el 14 de diciembre de 1603. El documento dice así: «Unas
cuevas de Araguayte, que fueron moradas del rey de Anaga, que son en las mesas
de Jiménez, que lindan por una parte con el valle de Areheta y de otro lado con
un barranquillo que va de las
dichas mesas y por arriba una pared [roto el papel] de las mismas
mesas»."
Esperamos que nuestro querido
amigo el catedrático de la
Universidad de Madrid don Antonio Rumeu de Armas publique documentos
cuyo hallazgo nos ha comunicado, que darán luz sobre la vida de este jefe
indígena.
De dos de sus hijos tenemos
noticia cierta: Don Diego, del que se conservan diversos contratos y poderes de
los años 1506 a 1510, vende unas cabras a Antón de Tegueste, criado de los
frailes de San Francisco, el 30 de mayo de 1506, y da a renta a Gaspar de
Taoro, Fernando de Tacoronte y Juan Palomo, guanches, una yunta de bueyes el 20
de octubre siguiente. Ante el mismo escribano, el 27 de abril de 1509, da poder
a procuradores,»» y el 9 de junio de 1510 declara tener deuda con Fernando de
Talavera, de cinco doblas y media de oro, por sentencia que se dio en su contra,
e hipoteca en garantía el ganado cabrío que tiene en
esta isla.
Pero el de personalidad más
interesante de los hijos de este rey es don Enrique de Anaga. Ante Páez dio
poder a Antón de Ortega el 18 de septiembre de 1508, como denunciador de los guanches
libres, que fueron vendidos por cativos», para que pleitee por su libertad. Como
dijimos en nuestro estudio El Adelantado don Alonso de Lugo y su
residencia por Lope de Sosa, este poder lo dio don Enrique para denunciar
los abusos que con los antiguos súbditos de su padre había cometido y tolerado
el Adelantado.
Pero, naturalmente, el
Adelantado no se lo perdonó, y aprovechando quién sabe qué pretexto,
encontramos a don Enrique preso en la cárcel del concejo el 23 de diciembre del
propio año 1508, cuando Fernández de Lugo había logrado se le restituyese la vara de la justicia. El caso es que con su
actitud logró que una de las resoluciones dadas por la reina doña Juana, por
consecuencia de la residencia, fechada en Sevilla el 7 de junio de 1511,
dirigida a Lope de Sosa, fuese para que pusiera en libertad a los guanches del
bando de Anaga y de otros indebidamente cautivados.
No podemos dejar de
mencionar aquí a los Baute o Ibaute. Tenidos equivocadamente por descendientes
del rey de Daute, una probanza del año 1611 viene a aclarar su condición, al
decir, como hemos repetido, que eran <de los hidalgos antiguos de Naga»; y
un expediente de deslinde de 1528 nos aclara totalmente su procedencia, el
actual valle de San Andrés, uno de los lugares de la Isla que más cambiaron de
nombre en los primeros años de la colonización. El documento comienza con estas
palabras:
«En el lugar del valle de
Sant Andrés, ques en la isla de Thenerife, que de antes sé solia nombrar el
valle de las Higueras y de Abicore e Ibaute, en diez e seis días del mes de
diziembre, año del nacimiento de N. S. Jesucristo de mil e quinientos e veinte e
ocho años...».Pero no sólo fueron estos tres nombres los que ha tenido, sino
también el de valle de Salazar, por el apellido de aquellos a quienes lo dio el
Adelantado.
Parece del contexto del
documento que a tos dos barrancos que surcan el valle y que vienen a unirse
casi en su desembocadura llamaban los indígenas Abicore e Ibaute, y este nombre
es el que tomaron, ya cristianos, «hidalgos guanches» de este bando, acaso de
los amigos de los conquistadores. La similitud con Daute permitió a los
genealogistas atribuirlos al bando de este nombre.
El citado valle fue dado
por el Adelantado a Lope de Salazar, conquistador de la Isla y de los que habían
antes de su dominación concertado paces con el rey de Anaga, así como a su
hermano Sancho de Salazar, con autorización de que también lo pobló su cuñado Pedro Perdomo. De las datas
consta que Lope de Salazar era
primo del famoso conquistador Lope Fernández, y su parentesco con Pedro Perdomo nos dice que eran de «las Islas», esto es, de Lanzarote o
Fuerteventura, aun cuando al venir a Tenerife estuviese avecindado en Gran Canaria.
Los
nueve bandos de Tenerife
Pero
los Ibaute sienten añoranza por las tierras en que nacieron, y Diego, uno de
ellos, logró, en 1515, y como consecuencia de pleito que ganó a Lope de
Salazar, que se le dieran doce fanegas de tierra en las cabezadas de Ibaute, su
antiguo dominio.
Los bandos de Tacoronte y Tegueste
Si
ninguna noticia tenemos de los reyes de estos dos bandos, los documentos nos
han leg[ado el nombre de dos guanches a los que se les da el don: don
Juan de Tegueste y don Pedro de Tacoronte.
Aquél
pudiera ser el Juan de Tegueste cuyo testamento publicamos en Los <reinos
de Tenerife; don Pedro de Tacoronte era primo de la mujer del conquistador
Gonzalo del Castillo; y uno y otro aparecen contratando con él y seguramente
bajo su protección.
¿Eran
hijos de los antiguos reyes de estos bandos? Probablemente; pero no los mismos
reyes, como los genealogistas han sospechado.
El bando de Imobad.
Este
nombre, con la ortografía Imobach, aparece en la famosa acta de posesión
nominal de Tenerife por Diego de Herrera, de 21 de junio,de 1464, cuando dice
que se presentó a sometérsele «el Gran Rey Imobach de Taoro>. En los
documentos notariales de la primera época aparece con las formas Imobad o
Imobar, como apellido de varios guanches: Bastían de Imobar es uno de los del
grupo de indígenas que dio poder a Anión Azate, ante Sebastián Páez, el 2 de
agosto de 1512; Pedro de Imobade, sirviéndose como lenguas de Diego Ruiz de
Abona y de Pedro de Imobade, guanches, otorga poder a Guillen Castellano, para que
por él haga testamento, porque está enfermo de San Lázaro, y declara sus
deudas, entre ellas a Juana de Tegueste y a Fernando Codrahi, guanches, y deja
legado para ahorrar a su hermana Catalina de Tenerife.
Otros
varios de igual nombre encontramos en los documentos; pero, además, en el
testamento que otorgó el regidor Jerónimo de Valdés, el sobrino del Adelantado,
ante Antón de Vallejo, en noviembre de 1507, nombra a «Pedro, mi esclavo, del
bando de
Imobad...»
¿Cuál
era el bando de Imobad? Si creemos a Fernando de Párraga, el que escribió el
acta de posesión de 1464 —y no parece pueda dudarse en cuanto al nombre del rey
de Taoro—, hemos de identificar el bando de Imobad con el de Taoro.
Notemos
que Tenerife, como apellido, sólo lo hemos encontrado hasta ahora, en los
documentos, en el nombre de la hermana de Pedro de Imobad.
No
hemos pretendido, ni mucho menos, agotar el tema; pero esperamos que estas
noticias sirvan para ir haciendo luz sobre lo que fue de algunos de los jefes
de los bandos de la isla de Tenerife y de sus parientes más cercanos.
Otros
varios de igual nombre encontramos en los documentos; pero, además, en el
testamento que otorgó el regidor Jerónimo de Valdés, el sobrino del Adelantado,
ante Antón de Vallejo, en noviembre de 1507, nombra a «Pedro, mi esclavo, del
bando de
Imobad...»
¿Cuál
era el bando de Imobad? Si creemos a Fernando de Párraga, el que escribió el
acta de posesión de 1464 —y no parece pueda dudarse en cuanto al nombre del rey
de Taoro—, hemos de identificar el bando de Imobad con el de Taoro.
Notemos
que Tenerife, como apellido, sólo lo hemos encontrado hasta ahora, en los
documentos, en el nombre de la hermana de Pedro de Imobad.
No
hemos pretendido, ni mucho menos, agotar el tema; pero esperamos que estas
noticias sirvan para ir haciendo luz sobre lo que fue de algunos de los jefes
de los bandos de la isla de Tenerife y de sus parientes más cercanos.
Adición.—Impresas ya las anteriores líneas, hemos
comprobado que, tanto en el testimonio del acta de 1464, hecho sobre el original
en pergamino que estaba en poder de Gonzalo Argote de Molina y que éste firma,
en unión del escribano de Fuerteventura Pedro Negrin Galán, copia que se
conserva en el Archivo Histórico Provincial de Tenerife (Leg. 1178, f° 55),
como en el reproducido por Núñez de la
Peña (pág. 91 de su obra), se dice *el Gran Rey de Imobach de
Taoro», no el Gran Rey Imobach de Taoro», lo que demuestra que Imobach no era
el nombre del jefe de ese bando, como se ha supuesto, sino el de la comarca o
lugar en que mandaba o donde tenía su morada, si bien no parece —queremos
también rectificar >el criterio antes expuesto— que Imobach y Taoro
sean distintos nombres de un mismo bando.
NOTAS.
"Reg.
11, f 7. RHL,
Reformación del repartimiente de Tenerife en 1506, como notamos
en
la página XI de su introducción.
En
otros dos trabajos, La égloga de Dácil y Casiillo y Don
Fernando Guanarteme y Fernando Guanarteme (REVISTA DE HISTORIA,
núms.
90-91), dimos noticia de algunos parientes de los
KHL, 1
'
Ante Alonso Gutiérrez, el 18 de abril de 1520. En La égloga de Dócil y
Castillo dijimos, por error, que era hija del rey de Abona; pero el texto del
documento
no
deja luyar a dudas.
'
Ante Antón de Vallejo, Rey. 605, f° 268 v.
'
Reg. 2. f 687. En este documento dice que era hija del rey de Abona.
• Rtg. 606, r 46 V.
•
Re?. 2, í° 534.
«
Ante S. Páez, Rey. 1, f° 311 y f° 267.
'
A. Gutiérrez, Reg. 59, f° 528. En los folios anteriores y posteriores hay
diversos
documentos de otros indíg^enas: Pedro Azano; Juan Azaten; Pedro Madalena;
Juan
Fernández, hijo de Juan de Teg'ueste; Pero Fernández.
'
De testimonio en informaciones genealógicas de don Juan Agustín de Linares
Garcia
del Castillo, 1804. Archivo Parroquial de la Concepción de Santa
Cruz de Tenerife, Fondo Avecilla, Leg. V-3, Doc. 2.
Testimoniados
en informaciones practicadas por el capitán don Celedón Aguado de Náyera, ante
Pedro de Higueras, 1673, Reg. 1013, í° 359 y sijs.
'
M Rejr. 2 [de S. Páei], f° 159 y Rej. 8, f° 323. Las cartas reales en D. J.
WOLíiL,
La Curia..., cit. pág. 1076 a 1080.
'
En El Adelantado don Alonso de Lugo y su residencia por Lope de Sosa,
«Fontes
Rerum Canariarum», III, Instituto de Estudios Canarios, La Laguna , 1949,
Introducción,
pag. XVll, nota 39, dimos como hijos de Hernán Garcia a María,
Luis,
Diego y Pedro, admitidos por los g'enealogfistas. De los instrumentos que
hemos
podido consultar sólo constan documentalmente los dos primeros. Tampoco
hemos
hallado la escritura que se dice otorgfada ante Alonso Gutiérrez, en la
que
nombra a la abuela materna de sus hijos. Sobre su naturaleza, el proceso ante
el
indicado motivo, y se fue a Castilla y de allí a Canarias.
"•
Inquisición, El Museo Canario, Inf. de fray Pedro Garcia del Castillo, natural
de Chasna, XXXV, 2.
"
ANTONIO RUMEU DE ARMAS, Alonso de Lago en la corte de los Reyes
Católicos (1496-1497), Madrid. C. S. I. C, Biblioteca «Reyes Católicos», s.
f.
11954],
4°.
"
Lib. I de Datas ori;., 7-35, publicada en Los «reinos» de Tenerife, pájf.
123.
En el Lib. I de Datas por testimonio, f 68 y f° 136, y en el II, id., f° 74,
dice
Taxon,
mientras en «1 original sólo Taxo.
»» Lib. de II Datas oriy., 17-23.
"
Acuerdo» del Cabildo de Tenerife,-1497-1507. «Fonte» Rerum Canariarum»,
Inatituto
de Estudios Canarios, La Laj ^una,
1949, pájr. 189.
'*
Archivo de protocolos notariales de Garachico, en el Ayuntamiento de
dicho
puerto. Leg. titulado «Papeles ilesribles».
"
El Adelantado don Alonso de Lugo g su residencia..., cit. páy. 68.
"
Ante S. Páez, Re». 9, i° 3.
"
EMETERIO GUTIÍRREZ LÓPEZ, Historia de la ciudad de Icod de los Vinos en la
isla de Tenerife, Instituto de Estudios Canarios, La Lajfuna de Tenerife, 1941,
pájf.
39.
"
Ante Alonso de Llarena, Rey. 19, f° 426. Dice «... deziraos que por quanto
nosotros
[Andrés de Llerena y Guadalcanal] juntamente con Juan de Bonilla
tenemos
c.ient
fanegas de tierra en el valle de Santiag^o, las cuales fueron dadas a
don
Diego, rey de Adex, e delias el dicho Andrés de Llerena e a su mujer, su
hija,
pertenesce
la terzia parte deltas, e a su mujer del dicho Juan de Bonilla la otra
terzia
parte, como a uno de tres herederos del dicho don Diego, e a Alonso Dias,
hijo
del dicho rey de Adex, e a vos el dicho Gonzalo de Galdalcanal, por compra
que
del hezistes, la otra parte las ovistes, e dichas tierras an estado
proindivisas...»
f
Ante A. de Llerena, Reg. 27, f° 832.
*'
Reg. 235, i" 276. No obstante, de la relación del documento
transcrito
parcialmente
en la not« 19 parece deducirse que los bienes de don Diego se dividieron
sólo
entre tres herederos, lo que hace suponer que- los otros hijos le premurieron
o
no dejaron herederos. De ser asi, cabe pensar que este don Fernando
fuera
el rey de Anaga, que tomó este nombre, según aos ha comunicado el Dr.
Rumeu
de Arma*.
«
Ante Hernán Guerra, Reg. 21. f 693.
** Notas
genealógicas por el P. BERMEJO, cuya copia nos ha facilitado don
Andrés
de Lorenzó-Cáceres y Torres.
**
Acuerdos del Cabildo de Tenerife cit., pág. 51.
"
Ante S. Páez da poder el 2 de agosto de 1512, Rég. 10, f° 715, y ante A. de
Llerena, Reg. 27, f° 381, curaduría de iui hijos.
" Rejf. 3, f° 13.
»' Ante S. Páez, Re?. 8, f° 90.
'• D. J. WoLFEL, La
curia Romana y la Corona
de España en la defensa de
loe aborigene» canarios, en «Anthropoí»,
Wien, 1930, páj?». 1080 a 1083.
••
P. BlRMQO, Cit.
»•
Ante A. Gutiérrei. Rey. 59. í" 522.
" Archivo de Garachico cit., f 331 T.
"
Testimoniadas en las informaciones hechas por el capitán don José de
Sosa
Miranda y La Rosa ,
en La Laguna ,
1791. Archivo del autor.
"
B. BoNNET, El menee]/ de Adeje g aus descendientes, en REVISTA DE
HISTORIA,
núms.
47-48.
** Acuerdas, pá/. 51.
" Rey. 2 [de S. Páei],
f 6 v. y 159 v.
»» Reg. 9, f° 39. /
« Reg. 8 [de S. Páez], f° 389.
" Reg. 2, f°. 307.
« El
Adelantado, págs. XVIII y 42.
*'
Acuerdos, II, págs. 25-26.
** El Adelantado, pkg. US.
«
Doc. cit. en la nota 35.
"
Libro IV de Data» por test., f" 133.
*'
Reformación del Repartimiento de Tenerife en 1506, «Pontea Rerum
Canariarum
», V, Santa Cruz de Tenerife, 1953, pájf. 195.
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"
Expediente citado en la nota 46. Diego de Ibaute, lograda a su favor la
sentencia, se posesionó de las doce fanegas de
tierra el 20 de mayo de 1515.
**
LEOPOLDO DE LA ROSA ,
La égloga de Dácily Castillo, en REVISTA DE HISTORIA,
númí.
90-91, páy. 125.
»»
Rey. 10. f° 715.
» Ante Antón de V.Uejo, Reg. 605, f 402 bi».
Documento recopilado por: Eduardo P. García
Rodríguez
Octubre de 2012.
Leopoldo de la Rosa fue corregido por Serra Rafols y estos a su vez por José Antonio Cebrian Latasa que, hasta hoy es la versión mas verídica y documentada de la genealogía de Menceyes, guanches y descendientes de conquistadores.
ResponderEliminarLeopoldo de la Rosa fue corregido por Serra Rafols y estos a su vez por José Antonio Cebrian Latasa que, hasta hoy es la versión mas verídica y documentada de la genealogía de Menceyes, guanches y descendientes de conquistadores.
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