Desde pequeños nuestros padres
nos van puliendo, modelando, creando a su imagen y semejanza, dándonos
educación, amor, enseñándonos valores, todo eso que luego, al ser mayores nos
va a influir en nuestra forma de ser, en el carácter, en la conducta, aunque a
veces, pese a ello, siempre hay excepciones y aun habiendo en una misma familia
hermanos de padre y madre, solemos ser diferentes, unos más dóciles, otros más difíciles, más indomables, pero depende
bastante, aparte de por la herencia genética, del entorno en que vivimos, de la
vida familiar, para que seamos de una forma u otra. Lo que siempre me he
preguntado es qué es lo que pasa dentro de un ser humano para llegar a ser una
mala persona: cruel, vengativo, sádico, con inclinaciones bajas y rastreras:
pederastas, asesinos, ladrones sin escrúpulos a golpe de navajazos… o lo que
hoy está muy de moda: estafadores, corruptos, expoliadores…Cuánta lacra hay
repartida entre la humanidad… nuestra vida está rodeada de peligros, aún en
nuestra propia casa podemos ser sorprendidos por cualquiera de ellos. El
proceso evolutivo de la vida llega también en forma de lacra social, si, parece
que no es solo tecnología y avances en diferentes campos, también en esto, se
pasean entre nosotros y a veces pasan como gente normal y corriente otras en
cambio se les ve el plumero, notas que no son lo que parecen, solo que has de
hacerte el que no te has dado cuenta por temor a su reacción que hay veces que
montan el tinglado antes de que nos podamos poner a salvo. Lo que pasa es que
también de familias “de alta cuna” han salido personajes “ejemplares”, los
casos de corrupción así nos lo demuestran, porque para mí son tan delincuentes
como el que más, no sólo por lo que hacen sino a quién se lo hacen, a quien
siempre es el más perjudicado, al ciudadano de a pie que si cumple con sus
deberes, porque cuanto más pobre es la gente más cumplidora es, ellos sin
embargo como llevan apellidos ilustres tiran la piedra y esconden la mano y
aquí no ha pasado nada, menos mal que todo termina sabiéndose y hoy por hoy
ante nuestros ojos son lo que son: delincuentes, también es verdad que el
“poderoso caballero don dinero” acaba comprando lo que haga falta, injusta
justicia, muchas cosas hay que deben cambiar, que el que la hace la pague sin
distinciones, sin que valgan apellidos ilustres ni riquezas que les respalden
…Tamaragua amigos…
Marzo de 2014.
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