jueves, 27 de marzo de 2014

LUTO RIGUROSO






Josefa Falcón Abreu

He estado hablando con una señora mayor para que me contara como era la vida de las mujeres hace 50 o 60 años, me dijo que estaban muy condicionadas para poder hacer lo que querían, por no tener no tenían ni un mínimo de autoridad para hacer legal una herencia proveniente de sus propios padres, que sin la firma y autorización del marido no podían legalizar esa herencia, que en los documentos de escrituras se hacía constar:” Acepta esta herencia con el consentimiento de su esposo Don… tal, tal, tal……” aunque supongo que aquellas que no estaban casadas, de alguna manera tendrían que poder hacerlo, hasta ahí podríamos llegar…Que eran aquellos tiempos en los que a la mujer se le negaba el derecho a estudiar, a trabajar, solo se le decía que tenía que buscar un marido (si era rico, mejor) y tener hijos, esa era su misión, cuidar del marido, los hijos y la casa…Si quedaba viuda ya tenía que llevar luto toda su vida, vestida de negro de pies a cabeza porque, hasta la cabeza tenían que cubrírsela. En cuanto a llevar luto por otros familiares dijo que se establecía un tiempo para cada tipo de parentesco, así por ejemplo se pasaban tres, cuatro años vistiendo de negro por un padre o una madre y sin acudir a ningún acto que tuviera un mínimo de diversión y por supuesto la que enviudaba que se olvidara de vestir de otro color que no fuera el negro. Los hombres no, eso no importaba, como mucho una tirita de color negro en su camisa, y en cuanto a las diversiones también podían disfrutarlas pasado un pequeño tiempo “prudencial”, el dolor por lo visto no era el mismo… La mujer era para el mundo algo aparte, inferior, la que tenía que obedecer en todo y no solo a los padres sino también a los hermanos varones, no importaba si ella era mayor que esos hermanos, había que obedecer al hombre y punto. Esto ocurría en esa época de dictaduras, si vamos más atrás cuando existía la república esto no era así y si nos vamos a los tiempos de nuestros ancestros en alguna de nuestras islas, la mujer tenía derecho a tener más de un marido e incluso tenían la misma facilidad para casarse que para separarse. Los tiempos pasaron y las cosas cambiaron, en esta sociedad se llegó a lo que comentaba antes, a marginar a la mujer. Mucho han cambiado las cosas, afortunadamente, no me imagino, y seguro que a muchas mujeres les pasará igual, vivir con semejante discriminación, porque estoy segura de que muchas de aquellas mujeres también habrían preferido vivir los avances conseguidos por la mujer de hoy en día, por poder ganarse la vida trabajando, por estudiar una carrera, por ser algo más que esposa y madre, por tener vida propia, por ser independiente… Claro que muchos gobernantes de los de ahora darían cualquier cosa por dar esos pasos atrás, hay mucha mente retorcida, lo han demostrado muchas veces. Mucho queda aún por conseguir y pasito a pasito se irá logrando, valdrá la pena esa lucha, valdrá la pena seguir para lograr poder vivir como nos merecemos, con total IGUALDAD…Tamaragua amigos…
Marzo de 2014.

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